Después de dos años de interrupciones por los cierres de fronteras, LATAM retoma sus vuelos entre Cusco y Santiago. Inaugurada en agosto de 2018, este servicio forma parte de un paquete de rutas secundarias en Sudamérica que la línea aérea abre y que hoy se retoma en una apuesta para aprovechar oportunidades inmediatas en un escenario de recuperación.
El inicio hoy de los vuelos está directamente pensado para atender los viajes que se pueden realizar en la temporada de vacaciones de invierno del hemisferio sur, principalmente desde Chile. El anuncio casi inmediato de los servicios confirma esa intención, reflejo también de la capacidad de adaptación de la línea aérea.
Con tres vuelos semanales desde el 1º de julio, LATAM recupera la capacidad ofrecida previo a la pandemia. Es una de las primeras rutas internacionales secundarias que reinicia con la misma oferta.
Todos los vuelos Santiago – Cusco están asignados a aeronaves Airbus A319 con capacidad para 138 asientos. A diferencia de la operación prepandemia, en esta ocasión se incluye el producto Premium Economy (12 asientos en las tres primeras filas) como parte de la oferta al usuario lo que explica la reducción de la capacidad total del avión (144 asientos). Al mes la compañía dispondrá 3.312 asientos en ambos sentidos.
“Vemos con optimismo que estas tres frecuencias semanales permitirán crear un puente aéreo muy prometedor con Santiago de Chile, generando un nuevo mercado de turistas extranjeros que seguramente visitarán la capital histórica del Perú de forma directa”, comenta Manuel van Oordt, CEO de LATAM Airlines Perú.
De acuerdo con datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC) del Ministerio de Transportes y Telecomunicaciones, en 2019 LATAM transporta 36.881 pasajeros. Ese año, la compañía logra movilizar un promedio mensual de 3.000 personas en esa ruta lo que infiere una excelente ocupación del vuelo que sirve de antesala para la reanudación del servicio.
Entre los factores que impulsan el retorno de la ruta están el tráfico vacacional permanente, un tipo de viajero con una mayor capacidad de gasto y la ausencia de una competencia directa en la ruta. Cualquier otra alternativa implica al momento una conexión en Lima.
La operación de la ruta Cusco – Santiago volverá a ser realizada por la filial peruana de la misma forma que en el periodo previo a la pandemia. Cabe recordar que este tramo forma parte de un programa de expansión de la compañía en tramos secundarios en Sudamérica aprovechando las mayores oportunidades y eficiencias que se pueden generar desde el hub de Lima y el resto del Perú. En Chile, estos servicios se manifiestan con también con la operación Lima – Antofagasta, Lima – Concepción y Lima – Calama, los que siguen suspendidos.
Materializar la ruta Cusco – Santiago representa por años un anhelo para LATAM por el tipo de tráfico que posee y la superación de las condiciones geográficas (altura, principalmente) que imponen desafíos a la operación. Desde 2013, la compañía concebía la posibilidad de abrir esa ruta como parte de un plan de integrar mejor las ciudades del Perú. Sin embargo, no es el primer operador. A fines de la década de 1990, AeroPerú se convierte en la primera línea aérea en disponer vuelos sin escalas Santiago – Cusco, también con una frecuencia de tres vuelos semanales en aviones Boeing 727-200 Adv., como parte de una escala intermedia de la ruta a Lima.
Fotografía portada – Diego Jara