Después de dos años de interrupciones producto de las restricciones de movilidad tomadas por los Gobiernos bajo el argumento del COVID-19, Lufthansa proyecta una recuperación completa de su capacidad -medida en asientos disponibles por kilómetro (ASK)- de 2019 para el próximo año. El rápido retorno de la demanda es el principal catalizador, escenario observado desde el año pasado cuando deciden reactivar aviones ya retirados como Airbus A340-600 y Boeing 747-400.
A fecha de hoy, la recuperación continúa mostrando una tendencia favorable a medida que más Gobiernos quitan las medidas político-sanitarias y la gente vuelve a viajar. Actualmente, el ASK de Lufthansa se encuentra al 75% respecto de los niveles previos a la pandemia.
Sin embargo, para el corto plazo advierte desafíos importantes que son difíciles de superar. La falta de personal inmediato para atender la alta demanda y el cronograma de vuelos complica la operación. Al igual que otras líneas aéreas, la principal línea aérea alemana se está viendo forzada a cancelar algunos vuelos y ve pocas opciones de mejora para la temporada de verano del hemisferio Norte.
Lufthansa atribuye la situación actual a un problema global, más que a algo interno o local en Alemania. La percepción de la empresa parece ser la correcta. Al parecer los principales administradores de aeropuertos y líneas aéreas parecieran no haber anticipado de manera correcta las dotaciones de personal para las programaciones de vuelos contempladas, probablemente bajo el temor de un posible retroceso. En ese sentido, la improvisación y descoordinación de las políticas gubernamentales justificadas por la pandemia más la volatilidad de los escenarios internacionales siguen inyectando inestabilidad.
La línea aérea alemana considera eliminar 3.000 vuelos de la temporada que corresponden al 15% del total de operaciones de los hubs de Frankfurt y Múnich. Los servicios que se afectarán son aquellos en tramos de muy corta distancia en horarios de baja demanda y que cuentan con medios de transporte alternativos. La intención es no afectar las rutas medias y de larga distancia para no perjudicar los viajes por vacaciones y el retorno de los vuelos corporativos.
Superado el periodo del verano, se espera una normalización producto de los ajustes propios del cambio de temporada. Se espera que para fines de año, una mayor cantidad de personas vuelva a trabajar lo que permitirá ir reduciendo las contingencias. Dado que no se esperan nuevas restricciones de viaje, las proyecciones debieran ser más certeras.
Reactivación del A380
En línea con la recuperación de capacidad y como respuesta a los retrasos en la incorporación de nuevos aviones de gran capacidad para rutas de larga distancia -especialmente, el B777-9-, Lufthansa confirma la decisión de reactivar el A380. Anunciado en la Asamblea General de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), espera operar esta aeronave para la temporada de verano del hemisferio Norte de 2023.
De los 14 A380 de la flota, Lufthansa cuenta con ocho equipos para reactivar. Los otros seis ya están vendidos a un tercero, según indica la línea aérea. Actualmente, está evaluando el número de aeronaves que se volverán a reactivar y en qué rutas serán colocadas. Considerando la cantidad de aparatos disponibles, es posible que se reactiven todos, ya que muchas rutas de larga distancia demandan al menos dos equipos para disponer de un vuelo diario.
En 2019, Lufthansa utiliza los 14 A380 principalmente desde su hub en Frankfurt y otros desde Múnich. Desde su hub principal los opera a destinos como Bangkok, Houston (IAD), Nueva York (JFK), Los Ángeles, Miami, Nueva Delhi, Singapur, y Shanghái (PVG). Desde Múnich se asignan a destinos como Beijing, Hong Kong, Miami, Los Ángeles, San Francisco y Shanghái (PVG). En ambos casos, la programación del avión está sujeta a los cambios de temporada.
Dado que el A380 se trata de un avión de gran capacidad, es posible que las aeronaves que se reactiven se coloquen en aquellos tramos hacia destinos hub de socios de Lufthansa como Bangkok (BKK), Houston (IAH), Los Ángeles, San Francisco o Nueva Delhi, por mencionar algunos. No se descarta que Beijing o Shanghái (PVG) también puedan recibir el avión, aunque ello depende de un cambio de política de China en lo que respecta a viajes.
La configuración de los A380 de Lufthansa permite llevar hasta 509 pasajeros.
Fotografía portada - Lufthansa