Líneas aéreas anticipan pérdidas por US$9.700 millones en 2022

Si bien la perspectiva mejora a medida que los Gobiernos quitan las restricciones y la demanda regresa rápidamente, la situación de la industria aérea continúa altamente desafiante. En la Asamblea General de la Asociación de Transporte Aéreo (IATA), las líneas aéreas anticipan pérdidas por US$9.700 millones para 2022 en medio de un complejo escenario geopolítico internacional.

La perspectiva económica es mejor que la anunciada en octubre 2021 cuando se estima pérdidas por US$11.600 millones. En ese entonces, muchos mercados se encuentran cerrados o muy restringidos por las medidas políticas impuestas por los Gobiernos por el COVID-19 y la demanda lentamente se comienza a reactivar. Hoy, la situación es distinta, pero no menos preocupante. La guerra en Ucrania, las consecuencias de las sanciones contra Rusia, el factor China, la inflación y el aumento de los costos son aspectos que condicionan un mejor pronóstico.

En su discurso en el plenario de la Asamblea de IATA que se celebra en Doha, Willie Walsh, director general de la asociación que representa a las líneas aéreas responsables del 82% del tráfico mundial de pasajeros dice que esto es una gran mejora respecto a las pérdidas de US$137,7 mil millones en 2020 y US$42,1 mil millones en 2021. Agrega que las prácticas de mayor eficiencia y una mejora de los rendimientos financieros están a ayudando a las líneas aéreas a reducir las pérdidas y compensar el aumento de costos por temas laborales y combustible (los dos mayores gastos de una empresa aérea).

Para 2022, se espera que la demanda llegue al 83% respecto a 2019 o los niveles previos a la pandemia. La proyección es buena y anticipa la recuperación de muchos mercados importantes a partir del próximo año. También se espera que en 2023 la rentabilidad pueda regresar. Por ejemplo, se espera que Norteamérica ya genere ganancias por US$8,8 mil millones explicado, principalmente, por el tráfico doméstico de los Estados Unidos.

Pese a que se prevé una normalización de los volúmenes de carga, este segmento continuará teniendo un aporte importante. De acuerdo con datos de IATA, se espera que este año se movilicen un récord de 68,4 millones de toneladas de mercancías en todo el mundo.

Con la demanda regresando rápidamente a medida que los Gobiernos quitan las restricciones, la industria aérea destaca la reanudación de las entregas de nuevas aeronaves. Para 2022, se espera que más de 1.200 aviones nuevos se incorporen a las flotas. La reanudación de las entregas se explica por: regreso de la demanda y necesidad de optimizar operaciones con aviones más eficientes cuya nueva tecnología también ayudará con el compromiso de la aviación de reducir las emisiones.

“Las aerolíneas son resilientes. La gente está volando cada vez más en mayores cantidades y la carga está funcionando bien en un contexto de creciente incertidumbre económica”, dice Walsh. “Es un momento para el optimismo, incluso si todavía hay desafíos en los costos, particularmente el combustible, y algunas restricciones persistentes en algunos mercados clave”.

En Doha, el director de IATA menciona que los ingresos lleguen al 93,3% respecto a los niveles de 2019. Se estima que los ingresos por pasajeros representen US$498 mil millones más del doble de lo generado en 2021 (US$239 mil millones). Respecto a la cantidad de vuelos, las líneas aéreas estiman realizan 33,8 millones de servicios aéreos regulares lo que representa el 86,9% de lo realizado en 2019 (38,9 millones de vuelos). En el negocio de carga, se esperan ingresos por US$191 mil millones que si bien son inferiores a los registrados en 2021 son casi el doble a los US$100 mil millones de 2019.

El desafío para 2022 es mantener los costos bajo control. “La reducción de las pérdidas es el resultado de un arduo trabajo para mantener los costos bajo control a medida que la industria avanza. A medida que la industria regrese a niveles más normales de producción y con los altos costos de combustible que probablemente se mantendrán por un tiempo, la rentabilidad dependerá del control continuo de costos”, agrega Walsh.

Para colaborar con una mejora de toda la cadena de valor, IATA pide a los proveedores, incluidos los aeropuertos y los proveedores de servicios de navegación aérea (ANSP) que controlen los costos y a sus clientes para respaldar la recuperación en curso.

En lo que respecta a gastos, se espera un aumento del 44% respecto a 202 con un estimado de US$796 mil millones. El incremento se explica por la inflación global y el costo del aumento de la mano de obra. Dentro de este ámbito, el combustible será el principal ítem de gastos con US$192 mil millones o el 24% de los costos, un aumento de cinco puntos porcentuales respecto a 2021.

Con la guerra en Ucrania, el precio de combustible, la inflación y las restricciones impuestas por China, el contexto macroeconómico mundial es crítico para las perspectivas financieras de las líneas aéreas. El pronóstico de IATA supone un crecimiento sólido del Producto Interno Bruto (PIB) mundial del 3,4 % en 2022, por debajo del 5,8% del año pasado. Se espera que la inflación se mantenga elevada a lo largo de 2022, pero disminuya a lo largo de 2023.

Fotografía portada - Alfredo Vera

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