Apertura de rutas entre el Medio Oriente y Asia son claves para la recuperación

En la última semana, Egipto anuncia la eliminación de todas las restricciones COVID-19. La decisión de ese país refleja los esfuerzos de los Gobiernos del Medio Oriente por dejar atrás la crisis y avanzar hacia una recuperación sostenida de la demanda y la conectividad.

En su Asamblea General que se realiza en Doha, Qatar, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) señala que el Medio Oriente ha hecho un “gran trabajo” para reestablecer la conectividad. “Hemos visto tendencias positivas en el restablecimiento de rutas y conectividad, pero las historias son distintas para cada región (del mundo)”, señala.

Mientras la conectividad con Norteamérica se encuentra en un 112% por sobre los niveles de 2019, Asia se encuentra al 70%. La situación más desafiante es China, país que continúa con drásticas restricciones de ingreso lo que dificulta la recuperación. Considerando que por su rol como potencia económica mundial, ese país es un importante generador de tráfico internacional en ambos sentidos y para varias regiones del mundo.

De acuerdo con datos de IATA, la conectividad internacional para el Medio Oriente está en un 107% respecto a 2019, impulsada por los vuelos hacia Norteamérica. Sin duda, las líneas aéreas del golfo Pérsico como Qatar Airways y Emirates tienen un rol importante, aunque también es preciso mencionar aportes realizados por otras compañías como Saudia, por ejemplo. Con Europa, la conectividad está en un 86%, mientras que con África está en un 95%.

Un dato interesante, es la conectividad Medio Oriente con América Latina que está en un 135% respecto a 2019, según IATA. Esto se puede explicar por el aumento de capacidad a destinos como Sao Paulo (GRU) donde compañías como Qatar Airways y Emirates concentran sus ofertas. La línea aérea de Dubái también recupera la ruta a Ciudad de México y anuncia para fin de año volver a Río de Janeiro (GIG) y Buenos Aires (EZE). Santiago de Chile es la única conectividad perdida.

Con una importante dependencia de la oferta del Medio Oriente y de Europa, África también muestra señales de recuperación. El tráfico de pasajeros, medido en personas pagas por kilómetro (RPK), de las líneas aéreas africanas está al 52% respecto a los niveles previos a la crisis, mientras las compañías del Medio Oriente están al 65%.

Por región, la conectividad de África con el Medio Oriente está en un 106%, seguida de Europa con un 96%, 102% con América del Norte, 31% con América Latina y un 27% con Asia. Sin embargo, dentro de ese continente la conectividad se encuentra en un 77%, respecto a 2019.

IATA indica que la reapertura de las rutas con Asia a través de los hubs del Medio Oriente facilitará la recuperación e impulsará el crecimiento de los RPK. Para la asociación que representa y lidera a las líneas aéreas responsables del 82% del tráfico internacional de pasajeros, la conectividad internacional es más importante para África que la conectividad dentro del continente.

Con el protagonismo que las líneas del Medio Oriente en la conectividad mundial, especialmente en el eje Occidente-Oriente, con Asia y China como principalmente mercados objetivos, las restricciones que todavía pesan sobre los viajes tienen impactos a nivel global. Con vuelos al Norte de Asia afectados por las sanciones impuestas por algunos países contra Rusia, Medio Oriente y África tienen un potencial latente para capturar tráfico en el corto plazo, pero que está condicionado a la situación de China.

IATA plantea que con la decisión de muchos Gobiernos del Medio Oriente y África de retomar la apertura, urge terminar con las restricciones político-sanitarias pendientes porque son innecesarias. “Donde los Gobiernos no han restringido los viajes, la recuperación de los negocios de pasajeros ha sido rápida”, enfatizan.

Fotografía portada – Emirates

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