Si bien Chile se caracteriza en la región por sus altos estándares de formación y seguridad aérea, en la actualidad existe una cierta desconexión entre el proceso de educativo y el mundo de las líneas aéreas. En ese contexto, dos empresas unen fuerzas para fortalecer la formación aeronáutica mediante la combinación de competencias acorde a lo que el mercado necesita.
En ese contexto, Ferrypilot une fuerzas con la escuela de vuelo Aerolíder para desarrollar más allá la educación aeronáutica haciendo más eficiente la instrucción. Mediante un lenguaje claro y un programa dedicado proponen simplificar ciertos aspectos y fortalecer otros, priorizando siempre, la seguridad aérea y la persona del piloto.
“Actualmente, existe una mirada muy cortoplacista con respecto a la instrucción de vuelo”, señalan en Ferrypilot. Recogiendo la opinión de muchos jóvenes pilotos que se sienten una cierta frustración entre las promesas de otros centros de instrucción y la realidad del sector, proponen “mejorar sustancialmente” la conexión entre las escuelas y el mundo de las líneas aéreas, aspecto al cual aspiran alcanzar.
La incursión en la formación aeronáutica por parte de Ferrypilot no implica un cambio en su línea de negocios tradicional que sigue siendo el traslado de aeronaves. Según sus protagonistas, es la puesta en marcha de otros servicios previamente considerados como son los simuladores de vuelo. Si bien la pandemia y restricciones de viaje afectan los tiempos iniciales, las condiciones actuales son más favorables para iniciar un trabajo dedicado a la formación mediante alianzas estratégicas.
Desde su perspectiva, hay una brecha muy grande en la manera como se forma un alumno piloto y un piloto de línea aérea. También hay desconocimiento en la gente que postula a las escuelas de vuelo respecto al programa que ofrecen y la realidad del mercado. “Nuestro objetivo es reducir la brecha y que se instauren desde el principio estándares de instrucción para que el piloto que quiera ir a una línea aérea se encuentre bien preparado para postular y entienda la realidad del mercado”, señalan.
Un ejemplo de lo anterior es la necesidad de pilotos que las líneas aéreas necesitan para los próximos años y el ambiente en que se desenvolverán. “En estos últimos años, las aerolíneas low-cost han aumentado su participación en la región y en el resto del mundo”, dicen en Ferrypilot. Esa realidad implica cambios en la forma de trabajo: hay mayor presión por lograr más eficiencia, la forma de trabajo, los turnos a cumplir, entre otros aspectos, que el aspirante a piloto puede desconocer y si no los maneja puede frustrar sus expectativas.
Para programa de instrucción, Ferrypilot aporta el arriendo del simulador Cessna 172 uno de los aviones más populares en Chile y en el mundo, altamente utilizado para la instrucción. “El arriendo del simulador ayudará mucho a los estudiantes desde alumno piloto privado (PPA), vuelo por instrumentos (IFR) y alumno piloto comercial (PCA)”, destacan.
También su equipo de pilotos colabora con la experiencia en lo que respecta a los servicios de traslados de aeronaves aportando conocimiento a los estudiantes que no siempre se ofrece en otras escuelas de vuelo. Sus socios complementan la instrucción. Aerolíder realiza los cursos desde piloto privado a licencia de piloto comercial, la que después canaliza con la instrucción MCC-ELT y el type rating en el Airbus A320, la familia de aeronaves que utilizan las principales líneas aéreas en Chile y en la región.
Como muestra de la nueva relación que quieren desarrollar con la industria aérea, en las próximas semanas se preparan para cerrar un acuerdo con una importante línea aérea chilena en materia de instrucción.
Fotografía portada – Simón Blaise O.