Mientras algunos países de Asia continúan afectados por restricciones políticas impuestas bajo motivos sanitarios lo que retrasa la recuperación, la región advierte que el conflicto geopolítico provocado por la guerra en Ucrania es la nueva y más importante amenaza para el sector. En Singapur, la Asociación de Líneas Aéreas de Asia-Pacífico (AAPA, por sus siglas en inglés) califica el conflicto entre Rusia y Ucrania como “una tormenta perfecta” por las consecuencias que se generan y también por la duración que podría tener.
Para la aviación, la guerra en Ucrania está provocando distintas consecuencias a nivel local, regional y global. Sin embargo, como ocurre con muchas de las nuevas amenazas al sistema internacional todos los acontecimientos por muy locales que estos sean, tienen un impacto en algún grado en el mundo.
Un ejemplo de lo anterior es el aumento de los costos operacionales provocados por los desvíos de rutas de vuelo debido a las restricciones que algunos países imponen a Rusia e impiden utilizar su espacio aéreo. Ello provoca un aumento de costos en combustible y también laborales por la mayor duración de los vuelos. Si bien aplica sólo para algunos tramos (como el eje Asia-Europa), los operadores aéreos intentan compensar el mayor gasto desde otras fuentes lo que obliga a subir precios.
Entre las amenazas más importantes para el sector está el aumento en los precios del petróleo -que también genera consecuencias para la vida diaria de las personas y ello en su capacidad de gasto, afectando los viajes aéreos-, alza de costos laborales, problemas en la cadena de suministro para los fabricantes de aviones y partes, crisis alimentaria y de provisiones, además de la inflación, entre otros. Al igual que con la crisis del COVID-19, la industria aérea espera que los efectos sean los más acotados posibles, pero la extensión del conflicto eleva el riesgo de la amenaza y aumenta la incertidumbre.
Fabricantes como Airbus y Boeing han asegurado que tienen sus stocks disponibles para no afectar la producción. Sin embargo, una extensión del conflicto y de las sanciones puede generar inconvenientes a futuro de no existir una pronta solución. Embraer se prepara para aumentar su inventario para que asegurar que la producción y entregas no se vea afectada.
General Electric concuerda con la perspectiva anterior. Su CEO, Larry Culp, indica que no hay problema de demanda, sino que los inconvenientes y desafíos más preocupantes se presentan en la cadena de producción. Además, está la presión inflacionaria global que tiene un impacto directo en las finanzas como en todo el trabajo con los proveedores. En conversación con medios de prensa en los Estados Unidos indica que se ha visto en la obligación de elevar los precios de sus productos reconociendo un impacto.
A nivel global, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) todavía no tiene una estimación del impacto que puede generar la guerra en Ucrania. Sin embargo, es posible que durante la próxima Asamblea General se entreguen las primeras dimensiones. Para el organismo que representa a las líneas aéreas hay tres dimensiones asociadas: una geográfica, otra económica asociada a las sanciones que los países colocan sobre Rusia, y otra temporal.
Fotografía portada - Ministerio de Defensa de Ucrania