Conocidos popularmente como drones, los vehículos aéreos no tripulados (UAV por sus siglas en inglés) son sistemas que han cobrado cada vez más relevancia en el campo de batalla moderno, gracias a su capacidad de desarrollar diversos tipos de misión a través de una gama de configuraciones.
Si bien existen registros históricos de desarrollos de vehículos aéreos no tripulados inclusive en la primera guerra mundial los cuales serían usados como blancos móviles para la artillería antiaérea, no fue hasta los conflictos armados de la década de los 90 donde comenzaron a tomar relevancia las operaciones de los UAV. En gran parte se debe a los avances tecnológicos en ámbitos de comunicaciones, desarrollo de softwares y tecnología satelital que han permitido que estos sistemas lleven a cabo misiones cada vez más precisas.
Las misiones a desarrollar por un UAV en conflicto van desde el reconocimiento del campo de batalla en todo tipo de condiciones, la designación de blancos terrestres, comunicaciones, bombardeos y ataques de precisión. Sin embargo una de las cualidades de estos sistemas es su alta capacidad de adaptación, lo que ha llevado al desarrollo incluso de sistemas UAV con cargas explosivas para misiones donde el sistema aéreo actúa como bomba controlada, así como el uso de estos dispositivos para detecar las posiciones de los sistemas antiaéreos enemigos.
Un claro ejemplo de lo antes mencionado se da en el último conflicto del Alto Karabaj entre Armenia y Azerbaiján en 2020, donde el segundo país poseía una flota de más de 50 aviones en deshuso Antonov AN-2 para fines agrícolas, los cuales fueron adaptados como UAV y volaban sobre líneas enemigas para ser destruídos por defensas antiaéreas armenias dando a conocer su ubicación.
El uso de sistemas aéreos no tripulados da una ventaja considerable a las tropas en una situación de conflicto, lo que los vuelve indispensable en el inventario de cualquier Fuerza Armada del mundo. Es así como los países han dedicado a promover sus industrias locales de defensa para el desarrollo de UAV.
Las misiones desarrolladas por un UAV bajan considerablemente las probabilidades de riesgo para las tropas que los operan, debido a que su manejo se realiza de manera remota al lugar de conflicto. Hoy en día un vehículo aéreo no tripulado tiene la capacidad de portar armas de precisión que le permiten llevar a cabo misiones en zonas hostiles sin exponer a ningún soldado.
Una de las misiones más destacadas y controvertidas encargadas a UAV tiene relación con el ataque aéreo al Aeropuerto de Bagdad en 2020, cuyo objetivo principal era dar muerte al General Iraní Qasem Soleimani. El ataque fue lanzado contra el convoy que transportaba el objetivo, siendo alcanzado de manera precisa por misiles Hellfire R9X lanzados desde un sistema MQ-9 Reaper estadounidense.
El rol de los UAV en la guerra de Ucrania
Desde que Rusia dio inicio a la invasión en territorio ucraniano, inmediatamente comenzaron a viralizarse por redes sociales los videos de sistemas UAV operando en el frente de batalla. Es así como toman notoriedad los sistemas de origen turco Baykar Bayraktar TB2 operados tanto por la Fuerza Aérea como la Armada de Ucrania, los que han generado cuantiosas bajas entre las tropas rusas.
Las fuentes del Ministerio de Defensa de Ucrania señalan que los drones Bayraktar jugaron un papel clave en el hundimiento del buque insignia de la armada rusa “Moskva”, el que habría sido alcanzado por 2 misiles antibuqe ucranianos Neptune lanzados desde la costa. Los Bayraktar habrían sido los encargados de mantener ocupados los sistemas de defensa antiaérea del buque mientras los misiles se dirigían al objetivo.
Durante esta semana también se han revelado imagenes del ataque exitoso por parte de un UAV Bayraktar a dos lanchas patrulleras de alta velocidad clase Raptor de la Armada de Rusia en las cercanías de la Isla Serpiente.
Sin embargo las necesidades del frente de batalla ha llevado también a la adaptación de drones tradicionales de uso civil, modificados con dispositivos para poder soltar granadas de mano y bombas de caída libre que generan graves daños en las tropas adversarias. Demostrando una vez más que estos sencillos dispositivos facilmente pueden ser convertidos en armas mortales.
A medida que los tiempos avanzan, los vehículos aéreos no tripulados cobran cada vez más relevancia en el campo de batalla dada la cantidad de misiones que pueden desarrollar así como la gran variedad de dispositivos disponibles en el mercado. No hay dudas que el futuro de los combates va a depender cada vez más de vehículos no tripulados así como sistemas autónomos, los cuales en la actualidad se encuentran en desarrollo a nivel local, así como en los fabricántes de aviones más importantes del mundo.
Fotografía de Portada – MoD Ucrania
