El 26 de abril, la Corte de Londres rechaza la petición de Qatar Airways para que Airbus restablezca el contrato por 50 A321neo que el fabricante cancela unilateralmente en enero del presente año. La línea aérea con sede en Doha pretendía indemnizaciones por los daños que la cancelación provoca a sus operaciones.
El conflicto se enmarca en la disputa judicial por la degradación del fuselaje de al menos 22 A350 (modelos -900 y -1000) de la cual Qatar Airways exige una solución y una indemnización adecuada. En esa demanda, la línea aérea pide una compensación por US$618 millones más US$ 4 millones adicionales por cada día de paralización de los aviones.
La revocación unilateral de Airbus del contrato por los 50 A321neo se entiende como una medida de presión adicional directa para encontrar una solución extrajudicial a las diferencias por el problema presentado. Es la primera vez, al menos en la historia reciente, que un fabricante revoca un contrato de estas características especialmente con un operador con poder de mercado como es Qatar Airways.
En el mercado aéreo, todos los contratos de venta de aeronaves tienen cláusulas que facultan a los fabricantes la cancelación de los pedidos si los clientes no realizan los pagos correspondientes en los tiempos acordados o bien este determina que no existen condiciones para que se efectúen los pagos correspondientes al momento de la entrega. Cabe recordar que en la mayoría de las compras, los clientes (líneas aéreas o empresas de leasing) realizan los pagos por los nuevos aviones al momento de las entregas.
El contrato que revoca Airbus es del pedido original por 50 A320neo que Qatar Airways realiza a principios de la década de 2010. Algunos de estos aviones los comienza a recibir, pero los primeros ejemplares quedan en tierra por los problemas de los motores. En 2017, la línea aérea de Doha modifica la orden a favor del A321neo y en 2019, un nuevo cambio incluye 10 A321LR.
Al igual que para muchas líneas aéreas en el mundo, el A321neo es para Qatar Airways un avión adecuado para competir en rutas medias en el segmento de 180 a 220 asientos, a partir de 2023 y hasta 2028. Si bien la línea aérea intenta compensar la falta de estos aviones con un acuerdo con Boeing por un número similar de B737 MAX 10, insiste con “la falta” que le harían los A321neo.
Qatar Airways pide además que el fabricante europeo no intente revender los A321neo asignados ante la alta demanda que posee estos aviones en el mercado. El contrato -que hasta el momento sigue cancelado- considera entregas hasta 2028, por lo que de no restablecerse causaría “un daño en la capacidad proyectada” a mediano plazo.
La decisión del juez de la Corte de Londres permite que Airbus puede comercializar esos 50 A321neo a otros clientes o quitarlos de sus planes de producción. El fabricante es libre de actuar en esta materia.
El fallo representa un importante revés para Qatar Airways. Ahora, debe esperar la certificación del B737 MAX 10 para compensar de manera inmediata la capacidad proyectada en rutas medias para los próximos cinco años. En paralelo, la disputa judicial vuelve al tema central referido al problema de degradación temprana del fuselaje de los A350.
Fotografía portada – Airbus