“Chile se está quedado atrás”, es la frase con la que Peter Cerdá, vicepresidente de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) para las Américas, marca parte de su discurso en la sesión inaugural de la conferencia Wings of Change en Santiago. Sin duda, las estrictas restricciones gubernamentales iban ser parte de la temática de la principal conferencia de la industria aérea y que mantienen al país con una caída significativa del tráfico aéreo.
“América Latina y el Caribe se ha recuperado casi al 75%”, dice Cerdá, al comparar los volúmenes de demanda de los países de la región (medida en RPK) en comparación con 2019. “Las reservas de vuelos nacionales e internacionales en Colombia para marzo están en un 15% por encima de los niveles de 2019 o Brasil que ha alcanza el 90% de las reservas domésticas”. También explica la situación positiva de Ecuador, los Estados Unidos, México y Panamá que están en un 75% a 80% de recuperación.
Recientemente, Brasil, Paraguay y Uruguay, eliminan las restricciones, sumándose a Argentina y a otros países en la región. Con estos cambios, son muy pocos los países que aún mantienen restricciones bajo el argumento del COVID-19. Chile, país que antes es elogiado por sus políticas pro-aviación y apertura, hoy destaca por ser el más estricto de toda América Latina.
En Wings of Change, explica la burocracia que exige el Gobierno de Chile para ingresar el país, impidiendo que los viajes se recuperen y con ello miles de empleos en los sectores de aviación, turismo, hotelería, gastronomía, eventos, entre muchas otras actividades.
“Chile se está quedando atrás… la mayoría de sus vecinos han simplificado sus requerimientos de entrada, incluso Brasil y Uruguay dejaron de exigir PCR para sus visitantes vacunados”, sentencia Cerdá, en presencia del ministro de Transportes y Telecomunicaciones de Chile, Juan Carlos Muñoz Abogabir, y toda la industria de la aviación y la prensa regional.
El mensaje es directo y potente. Las opiniones de los asistentes concuerdan de que es necesario darlo porque es la única manera de que las autoridades entiendan del daño que le causan a la industria aérea y a toda la población. Sin conseguir resultados positivos con la administración de Sebastián Piñera, las esperanzas es que el nuevo gobierno reconozca la realidad, la evidencia científica y termine con medidas que a estas alturas son innecesarias.
“La mayoría de sus vecinos han simplificado sus requerimientos de entrada, incluso Brasil y Uruguay dejaron de exigir PCR para sus visitantes vacunados”, explica el vicepresidente de IATA para las Américas. “Los pasajeros ya no tienen miedo al COVID, pero sí a la burocracia excesiva o a quedarse atrapados en un país extranjero y no poder volver a casa”.
Perspectiva actual y futura
Destacando el valor de la aviación, IATA resalta que el sector es una pieza clave para la recuperación económica y con ello para el desarrollo social de los países. Aprovechando el rencuentro de la industria en Santiago, hacen llamado a un trabajo transparente con los Gobiernos. Como ejemplo, ponen el escenario de la pandemia que demuestra que ningún sector puede funcionar aislado.
En su balance, IATA explica que en 2019 las líneas aéreas de América Latina y el Caribe registran un déficit de US$500 millones. Tras la crisis producida por el COVID-19 y las medidas que los Gobiernos toman, la proyección de pérdidas es por US$3.700 millones.
“No olvidemos que antes de la pandemia, esta industria sostenía 1,29 mil millones de dólares de PIB y 16,4 millones de empleos en todo el continente”, recuerda Cerdá.
América Latina tiene un gran potencial de crecimiento con una población cercana a los 778 millones de personas y una tasa per cápita de 0,62 viajes por año, lo que da un gran margen para crecer si existen las condiciones adecuadas. Cabe recordar que Chile, con menos población logra la tasa de viajes per cápita más alta de la región de 1,23 viajes anuales por persona.
Entre los temas que preocupan a la aviación para avanzar en la recuperación de la conectividad y retomar la senda del crecimiento en América Latina y el Caribe están la competitividad de costos, infraestructura aeroportuaria, sostenibilidad y un marco normativo.
En su discurso en Wings of Change, Peter Cerdá insiste que “la recuperación socioeconómica y la restitución de la conectividad aérea de esta región no se puede lograr con el entorno de costes operativos actuales”. Desde la perspectiva de IATA, es uno de los más costosos del mundo. “No vemos señales de que esta tendencia esté cambiando”.
Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano