Industria aérea buscará en Santiago una mayor colaboración con los Gobiernos

Bajo el lema “Construyendo un futuro sostenible”, los principales líderes y empresas de la industria de la aviación de América Latina y el mundo se dan cita en Santiago en Chile. Aprovechando el marco que brinda la Feria Internacional del Aire y del Espacio (FIDAE), la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA, por sus siglas en inglés) realiza una nueva versión de la conferencia Wings of Change.

El objetivo de IATA es retomar uno de los eventos más importantes en la región de América Latina y el Caribe. En esta ocasión la búsqueda es crear un marco de colaboración entre la industria aérea y los Gobiernos, propiciando un reencuentro y diálogo para reconstruir el transporte aéreo y ser más competitivos en el mundo post COVID-19.

Con serias diferencias regulatorias entre los países y múltiples restricciones de frontera que todavía están presentes -comenzando por las del país anfitrión-, la región sigue limitada en su capacidad de recuperación y con serias diferencias entre los países. Mientras algunos como Colombia o México ya proyectan crecimientos por sobre la capacidad de 2019, otros como Chile, siguen rezagados.

Antes de la pandemia del COVID-19, la aviación en América Latina y el Caribe aporta unos 7,2 millones de puestos de trabajo, transporta 4,1 millones de toneladas de carga aérea al año. Las operaciones de las líneas aéreas permiten hasta 2019 conectar 385 ciudades de la región y a esta con otras 160 ciudades en todo el mundo. Datos de IATA señalan que el aporte económico a los países de la región alcanza a los US$167.000 millones al Producto Interno Bruto (PIB).

Para Peter Cerdá, vicepresidente Regional para las Américas de IATA, estos números demuestran el enorme valor social y económico del transporte aéreo. El directivo indica que a diferencia de otros continentes, los países de América Latina no poseen ningún otro medio de transporte alternativo viable que pueda proporcionar la conectividad esencial, tanto para las personas como para las mercancías. Además, enfatiza que todas las economías dependen del comercio exterior, destacando también el aporte de la actividad turística (más del 90% de los viajeros que llegan a los países por avión).

Con la imposición de muchas restricciones por parte de los Gobiernos, la conectividad se ve altamente afectada. Muchas líneas aéreas suspenden rutas y disminuyen frecuencias que hasta hoy, pese a la flexibilización o término de las medidas político-sanitarias en algunos países, no son posibles de recuperar. Las rutas intrarregionales o hacia ciudades secundarias son por ejemplos las más afectada, ya que la conectividad en la región retrocede sólo a las grandes ciudades.

“Por eso es fundamental que los Gobiernos y todos los actores de la industria de Latinoamérica y el Caribe sigamos trabajando juntos para asegurar que la actividad aérea de la región continúe su recuperación tras las crisis del Covid-19”, indica Cerdá.

Agrega que la pandemia pone en manifiesto que el transporte aéreo proporciona un servicio aéreo esencial. Además de brindar la conectividad para el movimiento de pasajeros y de carga, permite que miles de personas puedan volver a casa, se trasladasen equipos médicos y suministros esenciales y las vacunas.

Cuando los pasajeros no viajaban, la carga aérea no se detuvo y permitió el traslado oportuno de las mercancías de las que depende el comercio mundial”, puntualiza el vicepresidente para las Américas y el Caribe de IATA.

Gradualmente, la región está sumándose a la tendencia mundial de relajación o eliminación de restricciones de entrada asociadas al COVID-19. IATA insiste que todavía hay algunos que mantienen medidas severas que impiden la recuperación de los viajes y el turismo.

“Aquellos con restricciones severas (como Chile, donde todavía hay que homologar las vacunas suministradas en el extranjero para poder viajar al país) no han podido recuperar sus operaciones internacionales tan rápidamente como los países con ninguna o pocas restricciones”, sentencian desde IATA. “Además, los estudios han demostrado que volar es seguro y que el cierre de fronteras hace muy poco para detener la propagación de las variantes del Coronavirus”.

Además de buscar un punto de rencuentro y diálogo, en la conferencia Wings of Change se abordará temas importantes para el futuro de la aviación. Entre los que destacan están la sostenibilidad medioambiental, las inversiones necesarias en infraestructura en la región, las nuevas tendencias de distribución y la aplicación de mejores prácticas regulatorias mundiales. También se abordará la preocupación por las tasas e impuestos que afectan al sector.

El Gobierno de Chile será encargado de abrir la conferencia con la presencia del ministro de Transportes y Telecomunicaciones, Juan Carlos Muñoz Abogabir. También participarán los principales CEO y directivos de líneas aéreas y aeropuertos, autoridades de aviación civil, organizaciones gubernamentales y de turismo, asociaciones regionales y locales, así como otros importantes miembros y proveedores de la industria local e internacional.

Fotografía portada - IATA

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