Luego de un largo período de competencias e incertidumbres, Canadá escoge al Lockheed Martin F-35 Lighting II como su nuevo material de combate de primera línea. De acuerdo con la información dada a conocer por su propio gobierno, se trata de una compra de 88 aeronaves por un valor de CAN19.000 millones (US$15.193 millones), según indica el Ministerio de Defensa.
Los nuevos F-35 reemplazarán gradualmente a la flota de Boeing CF-18 Hornet que aún está operativa. Además, permitirá dar a Canadá el anhelado salto tecnológico que desde hace tiempo busca.
Cabe recordar que los CF-18 Hornet han estado sometidos a una mejora constante a través de distintas actualizaciones. Sin embargo, representan una plataforma muy limitada en comparación con los actuales estándares y las nuevas tecnologías. Esto último debido a que la célula de la aeronave y el software que utiliza están cerca de quedar obsoletos.
“Debemos asegurarnos de que nuestra próxima flota de jets de combate sea flexible, ágil y apta para enfrentar un amplio espectro de amenazas”, expresa la ministra de Defensa de Canadá, Anita Anand.
En 2010, Canadá oficializa la compra de 65 F-35, pero el retraso y aumento de costos del programa, del cual era contribuyente económico, dejan al país esta alternativa en esos años. Ante esta situación, en 2015, la administración de Justin Trudeau cancela dicha adquisición, llegando incluso a afirmar que nunca se comprarían los F-35.
Buscando alternativas inmediatas, Ottawa abre un concurso para la compra de un nuevo caza de primera línea. Participan Boeing con el F/18 Super Hornet, Dassault Aviation con el Rafale, SAAB con el Gripen NG. Además, se agrega el Eurofighter Typhoon, aunque dicha participación no está ajena a las polémicas dado que Airbus y Dassault se retiran de la competencia con alegatos que indican que Canadá favorecía a los fabricantes estadounidenses. Finalmente, el 28 de abril de 2015, se filtra la decisión del gobierno de Trudeau con la elección del caza de estadounidense.
Pese a la nueva decisión, distintas fuentes de la industria indican que en caso de que la compra de los F-35 se vuelva a frustrar, Canadá podría establecer contacto directo con SAAB para la compra de los Gripen. Según las evaluaciones realizadas por el gobierno, el caza sueco es el segundo mejor evaluado del concurso.
En un paralelo con el anuncio realizado hace semanas por Alemania para la compra de F-35, el gobierno de Trudeau también confirma que la compra está determinada por el aumento de la actividad de Rusia en la región del Ártico lo que representa una eventual amenaza. Ante la alarma, la compra del caza de quinta generación responde a la necesidad de contar con herramientas de protección y mantención de la soberanía en los territorios más septelontrionales.
Fotografía portada - Lockheed Martin