Con el propósito de mejorar la situación de las empresas nacionales, Jyotiraditya Scindia, ministro de Aviación de India, insta a sus líneas aéreas a adquirir más aeronaves de fuselaje ancho y con capacidad para atender rutas de ultra larga distancia. La intención es que a corto plazo el país pueda revertir la realidad actual, con las compañías del Medio Oriente y del Sudeste Asiático dominando la conectividad internacional de país.
El segmento de las líneas aéreas en India pasa por un periodo de reestructuración tras la crisis de Air India y su reciente compra por Tata Group, la quiebra de operadores que prometían un auspicioso futuro como Kingfisher y Jet Airways, pero no llegan a materializarse. Actualmente, sólo Air India y Vistara, esta última creada entre un acuerdo de negocio conjunto (JBA, por sus siglas en inglés) entre Tata Group y Singapore Airlines, poseen aviones de fuselaje ancho.
De acuerdo con datos de la industria, Air India cuenta con cuatro Boeing 747-400 (detenidos), tres B777-200ER, 13 B777-300ER y 27 B787-8. Por su parte, Vistara dispone de apenas dos B787-9. Por consiguiente, la operación internacional está limitada en comparación con la oferta que crean las líneas aéreas extranjeras.
Al igual que para muchas compañías del Sudeste Asiático, líneas aéreas como Emirates y Qatar Airways son las que canalizan gran parte del tráfico internacional desde y hacia India, especialmente hacia todo lo que es África, Europa, la propia región del Medio Oriente y Norteamérica. Sus servicios no sólo incluyen Nueva Delhi o Mumbai, sino que también numerosas ciudades del país por lo que ofrecen conectividad más directa desde sus distintos hubs. Emirates, por ejemplo, ya anuncia una recuperación de capacidad previo a la pandemia para el mercado indio para abril.
En menor grado, también está la presencia de compañías europeas y las asiáticas que a través de sus centros de conexiones movilizan el tráfico internacional de pasajeros. Recientemente, la incorporación de nuevas generaciones de aeronaves hace que las firmas estadounidenses como también dispongan de vuelos internacionales sin escalas con India.
La intención del ministro es que India pueda realizar una revolución del transporte aéreo internacional, tal como años atrás ocurre con el tráfico doméstico a través de las líneas aéreas de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés). La intención es que a corto plazo el país pueda mejorar significativamente su conectividad con el mundo sin tener que depender de la operación de compañías extranjeras.
“Junto con nuestro impulso para los aviones de fuselaje angosto, también debemos aumentar nuestra flota de aviones de fuselaje ancho. No basta con conectar todos los puntos de India, necesitamos conectar el mundo con India”, dice Scindia.
En Airbus valoran el interés de las autoridades por desarrollar la aviación y confían que el tamaño de mercado que India dispone justifica el uso de una cantidad considerable de aviones de fuselaje ancho, mencionando a la familia A350. Remi Maillard, director de Airbus para India y el Sudeste Asiático, señala que el mercado indio crecerá significativamente en las próximas décadas impulsando la adquisición de aeronaves de mayor capacidad. El fabricante europeo proyecta que el país necesitará 440 aviones de fuselaje ancho en los próximos 20 años de un total de 2.210 nuevos aviones.
Boeing por su parte, estima que el mercado aéreo indio necesitará una cifra similar de aeronaves para atender la demanda de viajes. Entre los factores que considera como catalizadores de la demanda en la India está el crecimiento económico del país y el aumento demográfico de la población, especialmente en áreas urbanas en varios puntos del país, lo que en su conjunto debiera impulsar más viajes aéreos tanto dentro de India como hacia y desde el extranjero.
Fotografía portada – Mumbai Airport