Australia eliminará todas las pruebas sanitarias para viajeros

Después de ser uno de los países con las más estrictas restricciones de frontera, Australia continúa con una rápida apertura. A partir del 17 de abril, los viajeros que ingresen al país no requerirán pruebas de salud para COVID-19, según indica el Departamento Federal de Salud.

Como resultado, a partir de la fecha señalada los ciudadanos australianos como los extranjeros no necesitarán pruebas PCR o de antígeno antes de embarcar en sus respectivos vuelos hacia algún punto de Australia. La eliminación de este requisito forma parte de la última etapa en la reapertura de las fronteras.

De acuerdo con el ministro de Salud de Australia, Greg Hunt, los viajeros que salgan de Australia o ingresen al país todavía deben presentar su certificado de vacunación contra el COVID-19 con las dos dosis correspondientes. También se mantiene el uso de las mascarillas en los vuelos.

En esta nueva fase de apertura, las autoridades sanitarias australianas consideran las opiniones de las líneas aéreas como Qantas y Virgin Australia, principales operadores del tráfico internacional desde y hacia Australia. Para Alan Joyce, CEO de Qantas Group, la nueva normativa va acorde a lo que el mundo está implementando. Desde su perspectiva, los cambios que Australia realiza permitirán a la industria aérea volver a ser competitiva.

Australia busca reactivar su industria de viajes y turismo tras dos años de estrictas y draconianas políticas sanitarias. La rápida reapertura de las fronteras y el reciente término a las exigencias de pruebas para COVID-19 antes de embarcar se interpreta como un reconocimiento explícito que las estrictas políticas implementadas no tienen el efecto esperado, ya que pese a todas las restricciones, todas las variantes del SARS-CoV-2 logran ingresar al país y estar presentes en la sociedad. Las autoridades australianas reconocen también que la cantidad de pasajeros domésticos y el turismo interno no son suficientes para compensar la pérdida de los viajeros internacionales.

Además del escaso efecto que tienen las políticas implementadas, los cambios en los requisitos de ingreso también responden a la presión indirecta que Australia recibe a medida que otros países de Asia y Oceanía eliminan o flexibilizan las medidas sanitarias. Por ejemplo, Nueva Zelanda adelanta la apertura de sus fronteras para el 13 de abril, al igual que otros países del Sudeste Asiático.

Como ocurre en otros mercados, la eliminación de las restricciones impactará positivamente en la recuperación de la demanda internacional de Australia y de Oceanía. Líneas aéreas como Qantas y Qatar Airways, por mencionar algunas, están colocando aeronaves de gran capacidad incluyendo el Airbus A380 en respuesta a la demanda y a las necesidades operacionales.

De acuerdo con datos de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la región de Asia-Pacífico continúa siendo la más restrictiva en el mundo por las múltiples medidas sanitarias que algunos países mantienen, comenzando por China. Como reflejo de esa realidad, la propia IATA traslada su Asamblea General a celebrarse este año en Shanghái a Doha, Qatar, por reunir mejores condiciones para los viajes.

Fotografía portada – Sydney Airport

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