Después de dos años de mantener un vuelo sin escalas desde y hacia Ámsterdam, con frecuencias muy reducidas en comparación con la operación hasta febrero 2020, KLM anuncia un incremento significativo de capacidad en la ruta a Santiago. A partir del 1º de abril, la línea aérea holandesa eleva en tres frecuencias semanales su operación a la capital chilena, pero retomando su ruta tradicional vía Argentina.
Los cambios representan un retorno a la normalidad previo a la pandemia del COVID-19 y se dan bajo un escenario todavía desafiante para la ruta, especialmente si se consideran las restricciones que Chile mantiene para el ingreso al país. En ese contexto, la ruta pareciera estar condicionada por el tráfico de pasajeros desde y hacia Buenos Aires (EZE), dejando a Santiago en un segundo lugar, incluso por niveles inferiores a otros destinos en Sudamérica.
Desde que retoma las operaciones bajo la pandemia, KLM mantiene entre dos y tres frecuencias semanales sin escalas entre Ámsterdam y Santiago con equipos Boeing 777-200ER. Las operaciones permiten que por primera vez la capital chilena cuente con ese tipo de enlaces las que podrían considerarse como un ensayo para ofrecer vuelos más directos y sin escalas. Sin embargo, el retorno de los vuelos con escala en Buenos Aires (EZE) supone que la operación sin escalas con Santiago no es rentable por si sola, aún cuando la oferta general de la línea aérea es superior en comparación con 2020 y 2021.
De acuerdo con el itinerario de KLM, a partir del 1º de abril, se disponen de seis frecuencias semanales en la ruta Ámsterdam – Buenos Aires (EZE) – Santiago y retorno. Los vuelos salen de Ámsterdam a las 21:40 horas para aterrizar en Buenos Aires (EZE) a las 06:15 horas y llegar finalmente a Santiago a las 09:10 horas. De regreso, las salidas desde la capital chilena están previstas a las 10:40 horas para aterrizar en la capital argentina a las 13:35 horas y seguir a los Países Bajos casi dos horas después. El arribo a Ámsterdam está planificado a las 09:40 horas del día siguiente accediendo al banco de conexiones del mediodía y tarde.
Como parte del retorno a la normalidad previo a la pandemia, la firma con sede en Ámsterdam también ajusta la capacidad y el material aéreo utilizado en la ruta. Desde la fecha señalada, se reemplaza al Boeing 777-200ER por el B787-9 con una capacidad de 294 pasajeros. De esta manera, la oferta semanal queda en 3.528 asientos en ambos sentidos y compartidos con el mercado argentino.
De acuerdo con datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), KLM transporta hasta febrero 13.402 pasajeros lo que representa una caída del 64,0% en comparación con lo que la línea aérea moviliza en 2019. Mensualmente, en el último mes transporta 6.338 pasajeros entre Ámsterdam y Santiago lo que se traduce en una caída del 66,4% respecto a 2019.
El retorno a la normalidad de las operaciones de la línea aérea holandesa no implica que el mercado aéreo chileno recupere sus niveles normales de tráfico. Por el contrario, las estadísticas de tráfico muestran que existen desafíos significativos que superar a corto plazo comenzando por la eliminación de las excesivas restricciones político-sanitarias que continúan limitando la reactivación de la demanda.
El regreso a una operación de 2019 por parte de KLM está asociada a ajustes de capacidad en toda su red. Lo anterior se relaciona principalmente con una mayor demanda de aeronaves de fuselaje ancho a medida que la red se restaura y se incrementan las frecuencias a nivel global, lo que obliga a reorganizar el uso de equipos en las distintas rutas que se operan.
Fotografía portada – Simón Blaise O.