Tras concluir su proceso de reestructuración, la Corte del Distrito Sur de Nueva York confirma sin objeciones que Aeroméxico cumple las condiciones propuestas. Por lo tanto, otorga la salida del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos. A fines de enero, la Corte había aprobado su plan de salida.
Aeroméxico es la segunda de las tres líneas aéreas latinoamericanas en salir exitosamente de la medida de protección judicial después de Avianca. Se espera que LATAM lo haga en el transcurso del segundo semestre de este año, probablemente hacia el cuarto trimestre. Las tres compañías aéreas ingresan al Capítulo 11 en 2020 de manera voluntaria como medida de protección ante la drástica caída de ingresos y el incierto escenario. La firma azteca lo hace en julio de 2020.
El valor de la compañía en su plan equity es de US$2.560 millones según informa Aeroméxico. Los principales accionistas aportantes son Apollo Global Management, Delta Air Lines, The Baupost Group, Silver Point Capital, Oaktree Capital Management y otros fondos que forman parte del grupo ad-hoc de acreedores. Se suman inversionistas mexicanos y otros accionistas existentes.
El grupo de inversores aporta aproximadamente US$720 millones en nuevo capital. La cifra es adicional a otros montos relacionados con el financiamiento DIP (Deudor en Posesión) y a los aportes de capital social que se pagan en nuevas acciones establecidos en el plan de reestructuración.
Los inversionistas están incurriendo en nueva deuda por US$762,5 millones. En total, el nuevo capital alcanza a los US$1.500 millones. La línea aérea destaca que los capitales reunidos demuestran el valor que puede crear a los clientes y accionistas como línea aérea mexicana. Todo el proceso demanda negociaciones y movimientos financieros por un año y nueve meses.
“En Aeroméxico estamos listos para volar con un nuevo aire”, dice Andrés Conesa, CEO de Grupo Aeroméxico. “Estamos listos para comenzar un nuevo capítulo en la historia de nuestra Compañía, apoyados por una fuerte base financiera, una sólida estructura de capital e inversionistas con plena confianza en nuestro futuro”.
Como parte de su reestructuración, Aeroméxico cuenta con un nuevo consejo administrativo en cumplimiento de la ley mexicana y las regulaciones internacionales en materia de inversión extranjera. Su presidente es Javier Arrigunaga y su director general, Andrés Conesa.
Como sus pares, Aeroméxico asegura contar con una mejor estructura para enfrentar los distintos ciclos económicos como un escenario más incierto. También resalta el enfoque en sostenibilidad y de resiliencia con una flota más moderna, eficiente y competitiva.
De acuerdo con datos de la industria, la flota de Grupo Aeroméxico está conformada por cinco Boeing 737-700 (en proceso de retiro), 36 B737-800, 25 B737 MAX 8, siete B737 MAX 9, ocho B787-8 y 10 B787-9, operados por Aeroméxico. A estos se agrega, 43 Embraer E190 de Aeroméxico Connect. En 2021, recibe 31 aeronaves y sumará otras 22 más en lo que resta del año. De esta manera, para fines de 2022 espera cerrar con una flota conformada por 147 equipos. En los próximos cinco años, los planes consideran invertir alrededor de US$5 mil millones en la incorporación de nuevos aviones.
“A medida que avancemos, no sólo continuaremos modernizando nuestra compañía para que sea aún más sostenible, resiliente y competitiva, sino que también ampliaremos significativamente nuestra red y flota…”, agrega Conesa.
Considerando la flota disponible (incluyendo las nuevas entregas) y un uso más eficiente de esta, la oferta total de asientos, medida en asientos disponibles por kilómetro (ASK) crece en 320% en comparación con junio 2020. En cuanto a rutas, durante el proceso de protección judicial abre seis nuevos servicios y reinicia otros 30 que se suspenden por la pandemia.
Fotografía portada - Simón Blaise