En su última presentación de perspectivas de mercado para América Latina y el Caribe, Airbus señala que la clase media en la región representará el 67% de los viajeros para 2040. La perspectiva está en sintonía con las últimas tendencias del mercado aéreo en los últimos años como resultado de nuevos modelos de negocios desarrollados por las líneas aéreas y la presencia de otros factores.
Precisamente, son las políticas permanentes de estímulo a la demanda de las líneas aéreas las que cambian la composición demográfica de los viajeros en la región. La tendencia no es nueva. Se trata de una realidad presente desde hace más de una década tras la aparición de las acciones comerciales propias del modelo de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas inglés) y la respuesta desde los otros competidores.
Actualmente, casi la totalidad de las líneas aéreas en los países de América Latina y el Caribe funcionan con en este tipo de políticas comerciales, ya sea en su totalidad o en algún grado, lo que incluye el uso de los ingresos por servicios complementarios (ancillary revenues), independiente si pertenecen o no al segmento LCC. Como resultado, algunos mercados experimentan cambios transformándose por completo o bien sumando este tipo de características, aún cuando el país no posee las condiciones necesarias, como es el caso de Chile, por ejemplo. En este caso, los proyectos desarrollados van más allá de la realidad local y forman parte de una concepción del negocio a nivel regional.
Airbus señala que desde 2002, la región casi triplica el tráfico de pasajeros y se estima que se duplicará en las próximas dos décadas. Las tasas más altas de viajes per cápita están en Colombia, México, Argentina y Brasil, pero también se incluye Chile cuya tasa de viajes per cápita se triplicará. En todos estos países están presentes las políticas de estímulo a la demanda.
Otros factores que impulsan los viajes son el crecimiento económico, el aumento de la población y la incorporación de herramientas que facilitan el acceso a los viajeros. La principal es el crédito.
Tomando en cuenta la proyección que realiza el fabricante europeo y la composición de la región, se considera que las líneas aéreas continuarán adaptando su oferta a las condiciones de los mercados y a la presión competitiva. El caso de Avianca es una muestra de ello. Como resultado, se espera que en los próximos años los operadores continúen demandando nuevos aviones para ampliar la capacidad, atender nuevas rutas o aumentar frecuencias, así como reemplazar las flotas existentes por unas más modernas y eficientes.
Según Airbus, América Latina y el Caribe necesitará 2.460 aeronaves de pasajeros y carga nueva. De este total proyectado, el 56% estos equipos estarán destinados a atender la creciente demanda de viajes, mientras que el 44% restante a reemplazo de equipos más antiguos.
La flota en servicio de la región se duplicará de los 1.440 aviones en servicio actualmente a 2.820 en las próximas dos décadas. De las nuevas aeronaves de pasajeros y carga que se necesitan en América Latina y el Caribe, 2.170 serán para el segmento pequeño (correspondiente a la familia A320), 190 para aviones medianos (del tipo A330) y 100 para aviones grandes (A350).
Para operar las nuevas aeronaves, se estima que el sector necesitará alrededor de 33.000 nuevos pilotos y 43.000 técnicos de mantenimiento. Esto representa un crecimiento en el mercado de servicios de US$5.500 millones en 2021 a US$19.000 millones en 2040.
Se espera que el tráfico doméstico e internacional de pasajeros crezca significativamente en los próximos 20 años y se multiplique por 2,3. Esto se traduce en una tasa de crecimiento anual de 3,9% para toda la región. Las rutas domésticas seguirán teniendo un mayor protagonismo, especialmente en los países con mayor cantidad de población como Brasil, México, Colombia y Argentina con una tasa de crecimiento de 4,2% por año. Las rutas dentro de la región y los vuelos fuera de este mantendrán una tasa anual de crecimiento de 3,5%.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano