La entrada al mercado de las aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL, por sus siglas en inglés) marcará un cambio en la aviación. Por sus características, se trata de un segmento totalmente nuevo de aeronaves que anticipa cambios en las reglas de vuelo como en la certificación de los aparatos.
El uso de los eVTOL está ligado a la movilidad aérea urbana. Si bien comparten un espacio común con los helicópteros, su segmento de operación es mucho más acotado, principalmente a los grandes centros urbanos. Básicamente, estos nuevos equipos están pensados para distancias muy cortas y un vuelo libre a una altura menor, llevando a la realidad el concepto de “taxis aéreos” que por muchos años la fantasía plasma en series animadas y películas de ciencia ficción.
Por lo anterior, la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA) señala que el uso de estas aeronaves para el transporte de pasajeros puede crear nuevos y complejos desafíos para la seguridad. La autoridad aeronáutica anticipa que va a revisar las solicitudes para que los fabricantes obtengan la certificación lo que podría representar ciertos cambios con los parámetros considerados hasta hoy, basados en aeronaves similares existentes.
Desde la Oficina del Inspector General del Departamento de Transportes (DOT) confirman que se revisará los procesos de la agencia para establecer una base común de certificación de estas aeronaves. Probablemente, la intención se oriente a evitar errores del pasado y levantar nuevos cuestionamientos que puedan poner en peligro no sólo la seguridad de estas aeronaves y quienes las utilicen, sino que también el desarrollo de toda una industria que se viene generando.
Los principales desafíos a los que se pueden asociar estas aeronaves son el uso de baterías eléctricas, las rutas de vuelo y cómo conviven con otras aeronaves en un mismo espacio aéreo, la certificación de los pilotos. Cabe recordar que los eVTOL están pensados como “autos voladores” por lo que su adquisición sería más fácil lo que se traduce que llegarán nuevos pilotos, tanto de manera particular como a través de distintas empresas que buscan utilizar estas aeronaves. American Airlines y United, por ejemplo, ya tienen considerados usar estos aparatos para conectar sus hubs con las grandes ciudades.
Según la Oficina del Inspector General de Transporte, existe otro desafío no menor. Las guías que se están utilizando para certificar a los eVTOL están basadas en aeronaves pequeñas que consideran a un piloto para el transporte de pocos pasajeros, pero estos aparatos buscan evolucionar hacia el vuelo autónomo.
Considerando la premisa que “un piloto es caro” y estos nuevos equipos voladores están pensados en facilitar los viajes aéreos dentro de la ciudad, es lógico pensar en una eliminación del piloto en un futuro no muy lejano. Si los viajes en eVTOL son caros o dirigidos sólo a un segmento muy pequeño de la población, no conseguirán el propósito para el que están siendo diseñados.
Ante los requerimientos del DOT, la FAA señala que cooperará en las distintas instancias que se requieran. Para ello, espera brindar toda la información disponible respecto al trabajo que viene desarrollando en materia de seguridad operacional en esta área.
De acuerdo con Morgan Stanley, el mercado potencial de los eVTOL puede alcanzar alrededor de los US$1.000 millones para 2040. Sin embargo, el principal riesgo es la seguridad para operar en zonas urbanas con muchas edificaciones en altura, además del ruido. Si bien la contaminación está también entre las preocupaciones la mayoría de los fabricantes de estos aviones aseguran que serán cero emisiones.
Fotografía portada – Embraer