La posibilidad de que Polonia transfiera a Ucrania la totalidad de su flota MiG-29, sugiere un posible deterioro de la capacidad aérea de este último frente al ataque ruso. Si bien una eventual recepción de estos equipos podría representar parte de la ansiada ayuda solicitada por el Presidente Volodimir Zelenski a los países miembros de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), en la práctica impone desafíos para la propia Fuerza Aérea Ucraniana que no necesariamente estaría en condiciones de enfrentar.
A la fecha, casi no hay registro alguno de aeronaves portando la escarapela distintiva ucraniana lo que supone una aniquilación o un repliegue de las fuerzas. Bajo esta situación, cualquier transferencia de material aéreo constituye la ayuda más directa que la OTAN podría enviar, siendo los MiG-29 de Polonia la opción más cercana.
Por ser modelos conocidos, los MiG-29 son los cazas más apropiados que Ucrania podría recibir a corto plazo en comparación con cualquiera otra aeronave que poseen los países de la OTAN. Sin embargo, se trata de equipos similares en cuanto a modelo, pero con distinto equipamiento lo que obligaría a los pilotos a someterse a un entrenamiento correspondiente en un tiempo que no disponen.
Los MiG-29 de la Fuerza Aérea de Polonia corresponden en su mayoría a cazas de la Luftwaffe (Alemania) y de la extinta Checoslovaquia. Estas aeronaves son transferidas o vendidas durante la década de 1990 y 2003 en el caso alemán. Todos están adaptados a los estándares de la OTAN, especialmente en lo respecta a sistemas de navegación, comunicaciones, interfaces, entre otros aspectos, los que ajenos al conocimiento de los pilotos ucranianos. Prácticamente, pueden ser considerados aviones con equipamiento occidental distinto al material ucraniano.
Por lo anterior, la transferencia de aeronaves continúa en la incertidumbre. Si bien se anuncia en algunos medios todavía no estaría en su totalidad confirmada. Debido a que una transferencia de los MiG supone un reentrenamiento de pilotos, la gestión de la OTAN se interpreta como una señal política y hasta propagandístico más que una mejora certeza.
“Seguiremos consultando con Polonia y con nuestros otros aliados de la OTAN sobre este tema y sobre los complicados desafíos logísticos que presenta, pero no creemos que la propuesta de Polonia sea viable… simplemente no nos queda claro que haya una justificación de fondo para ello”, menciona John Kirby, portavoz del Pentágono, en un comunicado a través de Twitter.
La propuesta polaca estaría más relacionada con una inclinación política hacia los Estados Unidos para un intercambio de los MiG-29 por aeronaves más modernas. Presumiblemente, la gestión estaría orientada a obtener F-16, modelos que ya están en el inventario aéreo polaco.
Ucrania necesita de la OTAN para enfrentar a Rusia, pero no necesariamente puede implicar per se la transferencia de aviones desde Polonia como se especula desde hace días. Mientras tanto, hay reportes de prensa en la zona en conflicto que el país todavía cuenta con fuerzas disponibles. De confirmarse, la estrategia ucraniana estaría relacionada con un repliegue y reorganización de las fuerzas.
Fotografía portada - Ministerio de Defensa de Polonia