Rusia aún no obtiene la supremacía aérea en Ucrania

Al cumplirse la primera semana de invasión, Rusia todavía no consigue diezmar a las fuerzas de Ucrania. Pese a la diferencia que existe en número y en tecnología, el país invadido continúa mostrando una férrea resistencia que incluye varios derribos de su invasor.

Causa sorpresa en todo el mundo la gran resistencia de las Fuerzas Armadas ucranianas, especialmente la de su Fuerza Aérea. La razón estaría en que pese a las diferencias tecnológicas sus aparatos parecieran demostrar que están en óptimas condiciones de vuelo. Sin embargo, eso no quita que su situación sea ideal lo que se podría confirmar con la ayuda que recibiría de los países de la Organización del Atlántico Norte (OTAN) tanto en armamento como en aeronaves caza, muy posiblemente MiG-29.

Fuerzas espejo

La Fuerza Aérea Ucraniana (UAF, por sus siglas en inglés) asegura cobrar un número considerable de bajas aéreas. Pese a que los datos son difíciles de confirmar en medio de una constante información y contra información entre los dos países en conflicto, la única certeza es que la temida superioridad aérea rusa todavía no queda 100% demostrada o al menos no es aplicada hasta la fecha, por lo menos en enfrentamientos aire-aire.

Un aspecto que permite entender lo anteriormente mencionado, es la historia de Ucrania.
Como país miembro de la ex Unión Soviética conoce muy bien la organización, los métodos, las estrategias y tácticas rusas, aspectos que parecen no haber cambiado de manera sustancial. De esta manera, la UAF cuenta con el conocimiento necesario para planificar tácticas eficaces de ataque que por lo menos les permita prolongar su supervivencia.
Para algunos, sólo es cuestión de tiempo para que Rusia de el golpe rápido y decisivo a la UAF, probablemente apelando a un desgaste tanto en lo material como en lo moral. Este punto también depende de la evolución misma del conflicto y hasta que punto los rusos quieren llegar.

Considerando que Ucrania posee una Fuerza Aérea con baja tecnología, pero un número considerable de caza se puede inferir que Rusia realiza una subestimación de la capacidad de fuerza lo que se refleja en el número y en la organización de tropas de ese país. Los enfrentamientos directos con los ucranianos no han sido aplastantes como inicialmente se proyecta en los pasados días.

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Derribo de un avión ruso Sukhoi Su-34

Otro indicio de esta “menospreciación” del rival es la tecnología invertida que no es la más vanguardista de Rusia. Por lo mismo, se infiere que ese país no está desplegando toda la capacidad que posee. En el conflicto, la aviación militar rusa está encomendada a cazas Sukhoi Su-30SM, Su-35S, MiG-29 y Su-25, así como los helicópteros de ataque Mi-35 y Ka-52.

Sólo en pocos de los casos anteriormente mencionados, se puede hablar de una diferencia tecnológica importante. Los Su-30SM y Su-35S son actualizaciones más recientes del Flanker, pero no son las más avanzadas dentro de la Fuerza Aérea rusa. En general, se trata de un producto efectivo en décadas pasadas, pero no un material moderno como lo es el Su-57, por ejemplo. Algo similar ocurre con los helicópteros de ataque Mi-35 y Ka-52.

Si se puede hablar de error, las acciones del bando de Vladimir Putin parecen ser similares a los cometidos por la ex Unión Soviética en la invasión a Afganistán a fines de la década de 1970. En ese caso, la maquinaria soviética si bien es superior en todo aspecto, se subestimaron las capacidades enemigas, lo que sumando a un apoyo de Occidente, terminan otorgando victoria al pueblo afgano y poniendo en evidencia una cierta incompetencia de los mandos en Moscú.

Fotografía portada - Ministerio de Defensa de Rusia

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