Destacando un cambio favorable en las proyecciones, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) proyecta que para 2024 la demanda de viajes, incluidos los de conexión, se recuperará de la crisis del COVID-19. Para ese año, se estima que de no haber nuevas restricciones y los Gobiernos continúan quitando las medidas político-sanitarias, se podría registrar incluso crecimientos con una demanda al 103% respecto a 2019.
Criticando el actuar de muchos países respecto a la variante Ómicron del SARS-CoV-2, la Asociación que reúne al 82% de las líneas aéreas en el mundo señala que las proyecciones de recuperación no cambian. Básicamente, esto responde a que la gente quiere viajar ya que necesita de la aviación para satisfacer muchas de sus necesidades, la mayoría pospuestas por los confinamientos y restricciones que en la práctica demuestran no ser efectivas para contener al virus.
“La variante Omicron no cambió la trayectoria de la recuperación en el número de pasajeros de COVID-19. La gente quiere viajar y cuando se levantan las restricciones, regresan a los cielos”, explica Willie Walsh, director general de IATA.
De acuerdo con los pronósticos, en febrero 2022 la demanda global de viajes alcanza al 47% respecto al nivel de 2019. Para este año, se proyecta una recuperación al 83%, seguido de un 93% para 2023. Para 2024, se alcanzaría niveles de demanda de un 103% -es decir, un 3% por sobre los viajes que se realizan antes de la pandemia-, y 111% para 2025.
La recuperación está determinada por viajes domésticos en los grandes de mercados o aquellos que estén más abiertos como Norteamérica, Rusia o Centroamérica, aunque hay señales preocupantes en Australia, Canadá y Japón. Los mercados internacionales continúan estando afectados por algunas medidas de ingreso, pero el escenario es mucho más optimista en comparación a meses anteriores a medida que más países flexibilizan o sacan las restricciones.
IATA señala que ve mejora significativas en los mercados intra-europeos y a través del Atlántico Norte. Lamenta que Asia, continúe rezagada respecto a otras partes del mundo dado que algunos países, especialmente China, no muestra signos de flexibilizar las medidas de frontera impuestas.
“Todavía queda un largo camino por recorrer para alcanzar un estado normal de las cosas, pero el pronóstico de la evolución del número de pasajeros entrega buenas razones para ser optimista”, explica Walsh.
Desde la industria aérea, reiteran el llamado a los Gobiernos a eliminar las barreras de entrada a los países para todas las personas vacunadas contra el COVID-19 y exigir pruebas de antígeno sólo a los no vacunados. Instan a quitar todas las restricciones sanitarias, ya que las personas ya no son un riesgo para propagar el COVID-19, una enfermedad que está inserta en la sociedad de carácter endémico.
“Afortunadamente, más Gobiernos han entendido que las restricciones de viaje tienen poco o ningún impacto a largo plazo en la propagación de un virus. Y las dificultades económicas y sociales causadas por un beneficio muy limitado simplemente ya no son aceptables en un número creciente de mercados”, puntualiza el director de IATA.
Fotografia portada - Toronto Pearson Airport