Rusia prohíbe al Reino Unido usar su espacio aéreo y afecta las rutas a Asia

Como respuesta directa a la decisión del gobierno de Boris Johnson de prohibir los vuelos regulares y chárter de Aeroflot y otras líneas aéreas rusas en su territorio, Rusia responde con un bloqueo de su espacio aéreo a los operadores del Reino Unido. La decisión tiene un impacto directo en las rutas que conectan Gran Bretaña con distintos puntos de Asia.

Para llegar a ciudades en países como China, Corea del Sur y Japón, la mayoría de las líneas aéreas europeas (Reino Unido, incluido) utilizan el espacio aéreo ruso por ser la vía más directa. Por consiguiente, cualquier bloqueo que realice Rusia es altamente complejo para las líneas aéreas europeas. La situación ya es difícil con los desvíos que deben realizar los vuelos para evitar Ucrania en las rutas que conectan Europa con el Sudeste Asiático.

La decisión de Boris Johnson de prohibir los vuelos de Aeroflot y el resto de las líneas aéreas rusas sean regulares o chárter, es riesgosa y la respuesta de parte de Vladimir Putin altamente esperable. Por lo mismo, el resto de los países de la Unión Europea no considera hasta el momento esta opción en las sanciones económicas para evitar un daño a sus respectivas líneas aéreas y afectar la conectividad.

Por el carácter estratégico que tiene su espacio aéreo, al ser el camino más directo entre Europa y la mayoría de las ciudades de Asia, Rusia cobra un alto valor por sobrevolar su territorio. Al mes, la Unión Europea paga al mes más de US$400 millones en tasas de sobrevuelo a través de Rusia. También utiliza el espacio aéreo como un recurso geopolítico al momento de negociar con distintos países. Se trata de una realidad que no es nueva y que tampoco se espera que cambie ni con la actual administración de Putin ni a futuro.

Las alternativas que tienen las líneas aéreas europeas es utilizar las rutas hacia sur a través de los países el Medio Oriente lo que implica un aumento de los costos de operación, mayores tiempos de viaje y una pérdida de competitividad. Hasta el momento, British Airways es la línea aérea más afectada. IAG, matriz que administra a Aer Lingus, British Airways, Iberia, Level y Vueling, señala que producto de las restricciones sus vuelos se trasladan más al sur, advirtiendo tiempos de vuelo más largos a sus pasajeros. No se descarta que compañías de Turquía y el Medio Oriente saquen ventajas comerciales.

Otra opción que está siendo explorada por British Airways es retomar las rutas de la Guerra Fría y volar a China, Corea del Sur y Japón a través de Anchorage, Alaska. El aeropuerto de Anchorage estaría recibiendo solicitudes para operar. Si bien son tramos ya utilizados en décadas anteriores, también la restan competitividad y le representa un aumento de costos.

Virgin Atlantic anuncia que producto de las decisiones de Rusia, se ve obligada a cancelar la ruta a Shanghái (PVG). La decisión responde a la inviabilidad económica que representa una operación más al sur y no a través de Rusia.

Aeroflot también sufre bloqueos

Como parte de las sanciones económicas contra Rusia anunciadas por el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, la Administración Federal de Aviación (FAA) impide a Aeroflot volar a las ciudades estadounidenses. Se trata del segundo bloqueo que recibe esta aerolínea por parte del país. El primero ocurre bajo la Guerra Fría y termina con la caída de la Unión Soviética.

Fotografía – Aeroflot

Hasta la invasión a Ucrania, Aeroflot opera vuelos sin escalas desde Moscú hacia Los Ángeles, Miami, Nueva York (JFK) y Washington DC (IAD). Si bien son rutas importantes de tráfico, no afectan gran parte de la red concentrada en tramos domésticos, Europa, Asia (incluyendo el Medio Oriente).

En paralelo, Delta Air Lines suspende los acuerdos comerciales con la línea aérea rusa. Ambas compañías son parte de SkyTeam.

Fotografía portada – British Airways

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