Tras la invasión de Rusia a Ucrania, las potencias de Occidente como la Unión Europea, Canadá y los Estados Unidos condenan las acciones tomadas por su Presidente Vladimir Putin. En lo que es hasta el momento un infructuoso intento para detener de manera inmediata el conflicto, anticipan sanciones diplomáticas y económicas.
Dentro de las sanciones, el Presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, incluye una degradación en el programa de la Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) para Rusia. La Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) asegura que los programas de entrenamiento y operaciones hacia la ISS siguen.
Con una inversión de más de US$100 mil millones, es atendida por tripulaciones de los Estados Unidos y Rusia desde principios del siglo XXI. Pero las diferencias políticas en las relaciones entre ambos países imponen una incertidumbre y alerta al programa espacial vinculada a dos de las mayores potencias del mundo.
“Entre nuestras acciones y las de nuestros aliados y socios, estimamos que eliminaremos más de la mitad de las importaciones de alta tecnología de Rusia y daremos un golpe a su capacidad para continuar modernizando su ejército. Degradará su industria aeroespacial, incluido su programa espacial”, señala Biden.
En resumen, las declaraciones implican un gran golpe a las ambiciones estratégicas de Vladimir Putin a largo plazo. En una hoja formativa de la Casa Blanca no menciona específicamente que sanción tendrá Rusia dentro del programa ISS, pero sí indica que se analizará la prohibición de exportar tecnología sensible de carácter militar para la aviación y marina de Rusia.
“Esto incluye restricciones en toda Rusia sobre semiconductores, telecomunicaciones, seguridad de encriptación, láseres, sensores, navegación, aviónica y tecnologías marítimas”, dicen desde la Casa Blanca.
El Primer Ministro del Reino Unido, Boris Johnson, también condenó los hechos de Rusia y añadió las sanciones correspondientes a Rusia por los ataques a Ucrania. Consultado sobre el programa del ISS, dice que momentáneamente se mantienen la colaboración artística y científica con Rusia, pero en estos momentos ve difícil continuar la operación con normalidad.
Reacción de Dmitry Rogozin, jefe de Roscosmos
Tras las declaraciones de Biden, jefe de la agencia espacial rusa, Roscomos, Dmitry Rogozin, escribe en su cuenta de Twitter: “Biden dijo que las nuevas sanciones afectarían el programa espacial ruso. OK. Queda por conocer los detalles.”
En sus palabras, lanza duros cuestionamientos a la capacidad de los Estados Unidos de bloquear a Rusia. Los comentarios no son nuevos y hacen referencia a las acciones y sanciones realizadas en 2014 por parte de la administración de Barack Obama en respuesta por la anexión de Crimea por parte de Rusia.
“¿Quiere bloquear nuestro acceso a la microelectrónica espacial resistente a la radiación? Así que ya lo hiciste de manera bastante oficial en 2014. Como notaron, nosotros, sin embargo, continuamos haciendo nuestra propia nave espacial. Y lo haremos ampliando la producción de los componentes y dispositivos necesarios en el hogar.”
“¿Quiere prohibir que todos los países lancen sus naves espaciales en los cohetes rusos más fiables del mundo? Así es como ya lo están haciendo y planean destruir finalmente el mercado mundial de la competencia espacial a partir del 1º de enero de 2023, imponiendo sanciones a nuestros vehículos de lanzamiento. Somos conscientes. Esto tampoco es noticia. Estamos listos para actuar aquí también”.
“¿Quieres destruir nuestra cooperación en la ISS? Así ya lo haces limitando los intercambios entre nuestros centros de formación de cosmonautas y astronautas. ¿O quieres gestionar la ISS tú mismo? Tal vez el presidente Biden se haya desviado del tema, así que explíquele que la corrección de la órbita de la estación, su evitación de encuentros peligrosos con la basura espacial, con la que sus talentosos empresarios han contaminado la órbita cercana a la Tierra, se produce exclusivamente por los motores de los rusos: las naves de carga Progress MS”.
En este último mensaje, el jefe de Roscosmos menciona la “basura espacial” del programa Starlink, la red de 30.000 satélites que pretende suministrar internet a todo el planeta. Actualmente, se encuentran 2.100 en órbita, siendo a la fecha la constelación de satélites más grande jamás puesta en el espacio.
Las agencias espaciales de los Estados Unidos y Rusia son los operadores más grandes del ISS. Se considera que la estación internacional no podría operar si no fuera por los módulos fabricados por los dos países. El módulo estadounidense es el que mantiene la mayor energía eléctrica suministrada al laboratorio y mantiene la orientación de la estación en órbita. Por su parte, los que son fabricados por Rusia son los encargados de transportar la carga y mantener la órbita del ISS en el espacio.
Rusia también planea supervisar la salida de órbita y la eliminación de la enorme estación. A la fecha es la nave espacial más grande jamás puesta en órbita y el final de su vida útil se espera para 2030.
“Si bloquea la cooperación con nosotros, ¿quién salvará a la ISS de una salida de órbita descontrolada y caerá en Estados Unidos o Europa? También existe la opción de enviar una estructura de 500 toneladas a India y China. ¿Quieres amenazarlos con tal perspectiva? La ISS no sobrevuela Rusia, así que todos los riesgos son tuyos. ¿Estás listo para ellos? Señores, cuando planifiquen sanciones, revisen a quienes las generan por enfermedad de Alzheimer. Por si acaso. Para evitar que sus sanciones caigan sobre su cabeza. Y no solo en sentido figurado”, agrega Rogozin en la red social.
Cuando Rusia anexa Crimea en 2014, Rogozin ocupa el cargo de viceprimer ministro ruso y supervisa todos los programas espaciales del país. Desde entonces, todas sus declaraciones son de carácter agresivo y sarcástico.
Tras el término de la era de los transbordadores, los Estados Unidos recurren por necesidad a Rusia para enviar tripulaciones en las naves Soyuz, generándole una dependencia no del todo grata. Ante esta situación, NASA trabaja junto con Boeing y SpaceX en el desarrollo de nuevos módulos de transporte y retomar la independencia en las misiones. Los lanzamientos con la empresa de Elon Musk permiten concretar ese objetivo y ante el deterioro de las relaciones son altamente valorados.
Pese al conflicto, NASA señala en un comunicado que continuará operando normalmente con sus socios internacionales. Esto incluye a Rusia dentro de su programa, pese a las sanciones económicas anunciadas por Biden.
David Burbach, profesor de asuntos de seguridad nacional en la Escuela de Guerra Naval de los Estados Unidos, dice que es probable que la operación de la ISS no se vea afectada. Sin embargo, sí puede estar afectada en su vida útil prevista hasta 2030.
“La estación está tan interconectada, los dos países son tan interdependientes que no hay mucho término medio entre cooperar o abandonar irreversiblemente la ISS. Es probable que las sanciones y la ruptura de las relaciones afecten el compromiso comercial y científico con Rusia”, escribe.
Burbach, agrega: “No puedo imaginarme a la ESA o la NASA acordando nuevos proyectos conjuntos con Roscosmos en el corto plazo. Rusia ya tenía una presencia decreciente en el mercado de lanzamiento comercial y, ya sea debido a las sanciones o por evitar el riesgo político, es poco probable que obtengan nuevos negocios de las empresas occidentales”.
Fotografía portada - The White House