Airbus utilizará un A380 para probar un motor a base de hidrógeno

Con el objetivo de comenzar el desarrollo de nuevos sistemas de propulsión a base de energía limpia, Airbus firma un acuerdo con CFM International para colaborar en el programa de demostración de hidrógeno. El objetivo es realizar pruebas en tierra como en vuelo de un nuevo motor alimentado por este material para equipar las futuras aeronaves que entrarían en servicio después de 2035.

Airbus utilizará un A380 para este propósito. A la aeronave se le instalará tanques de hidrógeno fabricados en Alemania y Francia, y un motor en la parte trasera del segundo nivel del avión. Para no comprometer la seguridad durante los ensayos, el motor de pruebas tendrá un control por separado del resto de los motores. En paralelo, Airbus definirá requisitos del sistema de propulsión, además de supervisar cada una de las pruebas de vuelo.

Por su parte, CFM International modificará la cámara de combustión, el sistema de combustible y el sistema de control del motor GE Passport a utilizar para que funcione con hidrógeno. Dicha planta motriz es seleccionada por su tamaño, equipamiento avanzado y capacidad de flujo de combustible. Antes de iniciar los ensayos en el aire, ejecutará una serie de ensayos en tierra del motor.

Cabe recordar que CFM International es una empresa creada en partes iguales por General Electric (GE) y Safran Aircraft Engines. De ahí, se entiende la participación de GE en este programa de ensayos.

“Este es el paso más importante que ha dado Airbus para marcar el comienzo de una nueva era de vuelos propulsados por hidrógeno desde la presentación de nuestros conceptos ZEROe en septiembre de 2020”, dice Sabine Klauke, directora Técnica de Airbus. “Al aprovechar la experiencia de los fabricantes de motores estadounidenses y europeos para avanzar en la tecnología de combustión de hidrógeno, esta asociación internacional envía un mensaje claro de que nuestra industria está comprometida con hacer realidad los vuelos con cero emisiones”.

“La capacidad de combustión de hidrógeno es una de las tecnologías fundamentales que estamos desarrollando y madurando como parte del programa CFM RISE”, agrega Gaël Méheust, presidente y CEO de CFM.

CFM declara que comparte la ambición de Airbus de cumplir la promesa realizada al firmar el objetivo del Grupo de Acción de Transporte Aéreo (ATAG, por sus siglas en inglés) en octubre de 2021 para lograr cero emisiones netas de carbono en la aviación para 2050. El desarrollo y pruebas de tecnologías forman parte de una línea de tiempo definida para hacer realidad la descarbonización del transporte aéreo.

La Unión Europea espera que la mayoría de los aviones de pasajeros actuales operen al menos hasta 2050, de acuerdo con un informe de 2021. Sin embargo, como se trata de una tecnología completamente nueva de propulsión y también de diseño no se descarta que los plazos puedan extenderse, especialmente para aquellos equipos más modernos.

Airbus considera que esta fase de investigación generará una nueva tecnología que cambiará radicalmente los parámetros de fabricación y propulsión de aviones. Esto aplicaría tanto a los equipos de mayor capacidad como aquellos más pequeños de menos de 100 asientos.

Boeing apunta a los combustibles sostenibles de aviación

Al otro lado del Atlántico, Boeing mantiene un enfoque más conservador. Considerando los últimos inconvenientes encontrados en programas emblemáticos como el B737 MAX o el B787 Dreamliner, más la falta de capacidad de decisión respecto a un nuevo avión de rutas medias, el fabricante estadounidense base su estrategia de la reducción de emisiones en los combustibles sostenibles de aviación (SAF).

Recientemente, anuncia un acuerdo con EPIC Fuels para suministrar 7,5 millones de litros de SAF para vuelos de aeronaves de pasajeros (comerciales) en los Estados de Washington y Carolina del Sur hasta 2022. El acuerdo es la adquisición SAF más grande anunciada por un fabricante de aviones y demuestra el compromiso de Boeing con la descarbonización de la aviación a través de esa fórmula.

SAF es una solución segura, comprobada e inmediata que ayudará a lograr el compromiso a largo plazo de nuestra industria con cero emisiones netas de carbono para 2050”, dice Sheila Remes, vicepresidente de Sostenibilidad Ambiental de Boeing.

El acuerdo de compra incluye un producto SAF creado a base de desechos agrícolas que no afectan la cadena alimenticia que mezcla un 30% de SAF puro con un 70% de combustible tradicional. Boeing dice que esta compra se traducirá en un uso más amplio de este tipo de combustibles para la producción comercial, vuelos de prueba, vuelos del Dreamlifter y de entregas a clientes desde las fábricas de Everett, Renton y Charleston.

Además, se utilizará este acuerdo para realizar mezclas específicas de SAF y combustible tradicional en 50% cada uno hasta conseguir el uso de 100% en el programa ecoDemonstrator de Boeing. Actualmente, el uso de los SAF está aprobado con una mezcla máxima al 50% para vuelos comerciales de pasajeros.

Fotografía portada – Airbus

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