Por primera vez, después de 700 días, los turistas vuelven con normalidad a Australia, al menos quienes están completamente vacunados contra el COVID-19. A las 06:20 horas del lunes 21 de febrero, el vuelo Qantas QF12 procedente de Los Ángeles llega a Sydney. Su aterrizaje marca la apertura de uno de los países más cerrados durante la pandemia y que se suma varias decenas de otros Estados que van poniendo término a sus medidas de pandemia.
De acuerdo con la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), los viajes aéreos continúan con una tendencia positiva hacia la recuperación a medida que los países levantan las restricciones. Al 08 de febrero, la media en el número de pasajes aéreos vendidos alcanza al 49% respecto a la misma fecha de 2019. Según el gremio que representa al 82% de las líneas aéreas en el mundo se trata de una mejora de 11 puntos entre enero y febrero del presente año, siendo el aumento más rápido en dos semanas desde que comienza la crisis.
Para IATA, lo anterior no más que la confirmación a nivel global de lo que vienen mostrando algunos mercados específicos en los meses anteriores. Desde que los Gobiernos anuncian cualquier tipo de flexibilidad en las restricciones de viaje, se produce un salto inmediato en la demanda. Esto representa una reactivación del rol catalizador de la aviación, es decir, por cada empleo en el sector se crean otros tres o cuatro en otras industrias, beneficiando la economía de los países.
A la fecha, existen 18 países que representan el 20% de la demanda de 2019 que están abiertos a los pasajeros vacunados sin requisitos de cuarentenas o pruebas previas a la salida. Prácticamente, este selecto grupo representa el camino ideal para el esperado retorno a la normalidad.
Al grupo anterior, se agregan otros 28 mercados que están abiertos sin requisitos de cuarentena, incluyendo a los 18 países o mercados mencionados. Este segmento representa un 50% de la demanda de viajes de 2019.
Finalmente, están otros 37 países o mercados que representan un 60% de la demanda. En este grupo se incluyen todos aquellos países abiertos para los viajeros completamente vacunados contra el COVID-19, pero que presentan diversas condiciones de entrada como pruebas PCR o algún tipo de cuarentenas o ambos. La situación si bien es positiva respecto a meses anteriores, requiere que sus autoridades se den cuenta de los daños que siguen provocando a la población con medidas que a la fecha siguen sin dar resultados.
La variante Ómicron del SARS-CoV-2 como las otras por venir siguen confirmando que los cierres de fronteras, cuarentenas y “cortocircuitos” no tienen una efectividad para detener algo que es natural como una pandemia. La Universidad John Hopkins, una de las instituciones más respetadas en temas de salud durante la pandemia, indica que las medidas adoptadas por los Gobiernos apenas reducen menos 3% de la mortalidad por COVID-19. Por el contrario, causan estragos económicos y sociales en los países. Prácticamente, la política mata más que el virus.
IATA valora la flexibilización de las medidas que están adoptando muchos países en distintas partes del mundo. Australia, Francia, Filipinas, Reino Unido, Suiza, Suecia, son algunos ejemplos. También se suman el emirato de Bahrain y Jordania a una lista que sigue creciendo.
“El impulso hacia la normalización del tráfico está creciendo. Los viajeros vacunados tienen el potencial de viajar mucho más extensamente con menos problemas que hace unas semanas”, comenta Willie Walsh, director general de IATA. “Ahora, necesitamos acelerar aún más la eliminación de las restricciones de viaje”.
Walsh explica que la aviación todavía está muy lejos de volver a la situación de 2019, tanto en capacidad como en demanda. Como ejemplo, menciona que 13 de los 50 mercados más importantes en términos de demanda todavía no brindan un fácil acceso a todas las personas, comenzando por los vacunados. “Esto incluye a economías importantes como China, Japón, Rusia, Indonesia e Italia”, dice.
Si bien no hay una referencia explicita, a lo anterior también se agrega la situación financiera que continúa afectando a la industria producto de las dificultades para la reactivación, la incertidumbre y volatilidad de los mercados globales. A estas también se ponen en manifiesto otras variables como el aumento del precio del petróleo y la mayor presión competitiva.
Con la Organización Mundial de la Salud (OMS) como respaldo, IATA insta a los Gobiernos a quitar todas las restricciones de viaje, incluyendo las cuarentenas y las pruebas PCR antes de embarcar, al menos para quienes estén inoculados con alguna aprobada contra el COVID-19. A quienes no lo están, se pide quitar la cuarentena si tienen una prueba de antígeno negativa previo al embarque. En resumen, se pide eliminar todas las prohibiciones de viaje.
“Las restricciones de viaje han tenido un impacto severo en las personas y en las economías. Sin embargo, no han detenido la propagación del virus. Y es hora de eliminarlos a medida que aprendemos a vivir y viajar en un mundo que tendrá riesgos de COVID-19 en el futuro previsible…”, expone Walsh.
Fotografía portada - Qantas