La seguridad es la prioridad número uno para la aviación. Un aspecto sobre el cual no deben existir dudas. Sin embargo, un reportaje denuncia de un medio de prensa en Chile cuestiona que una estación aérea ubicada en la emergente de la capital funcione sin los permisos correspondientes. La situación se agrava cuando aparecen involucrados ministros de Estado en ejercicio, que también serían dueños de la empresa aérea que opera desde esa instalación.
Según publica el diario “El Desconcierto” (30/01/2022), se trata del Helipuerto Santiago, localizado en la comuna de Huechuraba, al norte de Santiago. De acuerdo con la publicación opera desde hace años sin permiso municipal y con una zona de carga de combustible que no estaría especificada.
El proyecto del Helipuerto de Santiago comienza hace siete años cuando el Club Aéreo de Planeadores de Vitacura no permite estacionar el helicóptero a uno de sus socios en el aeródromo donde funciona (aeródromo de Las Condes o de Vitacura, como se lo conoce popularmente en Chile) por no cumplir la exigencia de tener licencia de planeador y existir una lista de espera de al menos cinco años. De ahí comienza la búsqueda de un terreno, decidiéndose por la zona donde actualmente se ubica de propiedad de Juan Riesco, socio del proyecto.
El emplazamiento de esta infraestructura aeronáutica colinda con la denominada “Ciudad Empresarial” donde se ubican varios edificios y el centro de eventos “Espacio Riesco”, este último de la familia de uno de los socios del Helipuerto. Por el norte, está adyacente a la población “El Barrero” que antecede a los cerros, mientras que por el oeste, está uno de los cementerios más famosos de la capital chilena (cementerio Parque del Recuerdo).
Llegar a la estación aérea es relativamente conveniente, al tener un fácil acceso de las zonas más exclusivas de Santiago y al lado de una zona de empresarial o el propio centro de eventos. Todos lugares que tienen potenciales usuarios de helicópteros.
Ante la denuncia, Dirección General de Aeronáutica Civil (DGAC) señala que el helipuerto desde el punto de vista estrictamente aeronáutico tiene todo en regla. Su permiso está estipulado en la Resolución Exenta Nº 1.035 que habilita el establecimiento y funcionamiento de Helipuerto Santiago SpA., en la comuna de Huechuraba, Región Metropolitana.
En el reportaje de El Desconcierto, se indica que habría reclamos de los vecinos por su ubicación, ya que a su juicio, durante la construcción de la infraestructura se hace creer que es un cuartel de la Policía de Investigaciones (PDI). Un twitter de la Municipalidad de Huechuraba confirma la cesión del terreno de Riesco para ese fin.
Según la autoridad aeronáutica, el emplazamiento del Helipuerto de Santiago es considerado como “Entorno No Hostil” debido a la baja densidad de construcciones a su alrededor y principalmente a la existencia de sitios eriazos contiguos que permiten la planificación de un aterrizaje forzoso durante la fase de aproximación o inicial de despegue. Estipulan que el helipuerto puede ser utilizado por helicópteros clase Performance 1, 2 y 3, y la operación es visual según canales publicados que también rigen para la operación del aeródromo Eulogio Sánchez (Tobalaba).
El responsable del helipuerto, de acuerdo con las condiciones operativas autorizadas, es Francisco Fluxá Hernández, quien no puede efectuar modificaciones a las características del helipuerto sin que cuente con la autorización escrita de DGAC. El procedimiento es válido para terceros en el caso de efectuar modificaciones en cualquier tipo de construcción de cercanías.
“Respecto de otros permisos que se requieran para la operación del helipuerto y que deban tramitarse y obtenerse ante otros organismos públicos (sectoriales, municipales, etc.), es de responsabilidad del Administrador del helipuerto gestionar y dar cumplimiento a tal obligación, no siendo competencia de esta DGAC pronunciarse al respecto”, declaran desde la autoridad aeronáutica.
La incertidumbre estaría precisamente en los otros permisos. El reportaje del desconcierto menciona que la falta está en ese punto: el permiso de construcción de hangar, a solicitud de Juan Riesco, sería sólo temporal por un periodo de tres años. Si el plazo se vence el alcalde puede ordenar el desalojo y la demolición de las construcciones, con cargo al propietario, con el uso de la fuerza pública si fuere necesario, sin perjuicio de imponer multas. También se denuncia que no contaría con los permisos de la Superintendencia de Electricidad y Combustibles (SEC).
A través de Ley de Transparencia, Aero-Naves consulta a la entidades correspondientes la entrega o estado de los permisos correspondientes. Sin embargo, al cierre de la nota los documentos no son enviados, por encontrarse aún dentro del plazo legal de entrega (dentro de un mes realizada la solicitud). De igual manera, se hace llegar un cuestionario a la empresa Rotortec sobre condiciones operativas del helipuerto y de los cuestionamientos que se hacen. Sin embargo, sólo se obtiene una conversación telefónica con el señor Francisco Fluxá quien se compromete a responder, sin obtener opinión alguna al cierre de la nota. Independiente de ello, asegura que cuentan con todo en regla.
DGAC indica que podrá revocar la autorización del funcionamiento en el caso del helipuerto no reúna las características operativas, técnicas y de servicio o cuando se infrinjan las disposiciones legales o reglamentarias relacionadas con su administración y su funcionamiento. Según el medio digital Helipuerto de Santiago tiene dos multas: una en septiembre de 2020 por uso del recinto sin recepción municipal, incluyendo construcción de galpones y oficinas, y otra en diciembre de 2021, tras una inspección que constata que funciona sin certificado de recepción final aprobado y que el sector de carga de combustible el cual no se encuentra expresado en el proyecto de arquitectura del permiso de edificación.
Existen varios factores que determinan que la situación que afecta al Helipuerto Santiago es de preocupación. Como se indica al principio, la seguridad es la prioridad número uno de la industria aérea y, por consiguiente, no deben existir cuestionamientos algunos respecto a su habilitación y funcionamiento, especialmente en un país como Chile, que por años cuenta con una imagen intachable de seguridad aeronáutica (y aeroportuaria).
La operación de una infraestructura aeronáutica sin que cuente con la totalidad de sus permisos puede ser catalogado como “un bochorno” que daña el historial país, especialmente cuando se afecta la institucionalidad vigente y autoridades en ejercicio como ministros de Estado (como Alfredo Moreno, ministro de Obras Públicas) o cercanos al Ejecutivo se encuentran mencionados.
Asimismo, una eventual revocación de los permisos de operación para el Helipuerto Santiago constituiría un nuevo y serio retroceso para la capital chilena, especialmente, tras la escasez de infraestructura aeronáutica para la aviación civil. Cabe recordar que desde el cierre del ex aeropuerto Los Cerrillos, el Estado de Chile no entrega soluciones suficientes para atender el crecimiento de la aviación. La única solución -parcial- es el aeródromo de Peldehue, inaugurado en diciembre 2021, pero aún es insuficiente para el tamaño de una ciudad como Santiago de Chile y un parque aeronáutico en crecimiento.
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