Primeros satélites chilenos fabricados por civiles serán enviados al espacio en abril

Como parte de un proceso de independencia en sus programas espaciales, la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas (FCFM) de la Universidad de Chile, anuncia el lanzamiento de los primeros satélites fabricados por civiles en Chile. El envío de los equipos al espacio está planificado para abril del presente año.

Los equipos están bautizados como SUCHAI 2, SUCHAI 3 y Plansat. A estos se suman dos pequeñas unidades denominadas femtosatélites que se desplegarán desde SUCHAI 3 y forman parte de una constelación o enjambre fabricado por un equipo de científicos de distintas entidades chilenas lideradas por la Universidad de Chile. Esta entidad inicia su programa espacial con un satélite lanzado en 2017 (SUCHAI 1).

Todavía no hay fecha exacta para el lanzamiento. Sólo se confirma que sería en abril desde las instalaciones de SpaceX en Daytona Beach, Florida.

Sólo con el anuncio, la Universidad de Chile está dando un salto importante en su programa espacial. Se interpreta que puede ser el inicio de una nueva etapa en la carrera espacial en Chile, con mayor independencia en lo que respecta a tecnologías espaciales, abriendo incluso la oportunidad para que entes privados participen.

En el mundo, ya muchos privados participan en programas espaciales. Argentina, por ejemplo, está creando sus propias tecnologías operando con alianzas estratégicas con Europa. Incluso, evalúan la ambiciosa opción de instalar una plataforma de lanzamiento que sería la primera en Latinoamérica. En los Estados Unidos, tras el fin de la “era de los transbordadores”, la Administración Nacional de Aeronáutica y el Espacio (NASA) también entrega a privados la rotación de astronautas de la Estación Espacial Internacional (ISS) y el transporte de cargas pesadas a la órbita terrestre.

“Es el momento de empezar a creer en nuestras propias capacidades. Debemos confiar en que somos capaces de desarrollar tecnología avanzada en forma autónoma”, señala el decano de la Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile, Francisco Martínez. “La actitud de desconfianza que nos lleva a privilegiar adquirir tecnología importada debe dar paso a concebir una nueva visión: tomar el riesgo de desarrollar nuestra propia tecnología en aquellos ámbitos en que podamos abrir nuevas oportunidades para nuestro país”.

La Universidad de Chile busca es tener un equipo integrado a nivel nacional para poder desarrollar tecnologías y así poder ampliar e incentivar el campo espacial en el país. La participación del mundo privado es todavía algo lejana en Chile, ya que el área espacial sigue estando a cargo de la Fuerza Aérea de Chile (FACh), que actualmente opera el satélite FASat Charlie y está a cargo del Sistema Nacional Satelital (SNS) anunciado por el Presidente Sebastián Piñera.

Los tres satélites están clasificados como nanosatélites. Miden 10x10x30 cm con un peso de 3 Kg, que amplían la capacidad de desarrollo y transporte de experimentos e instrumentos más sofisticados. Además, cada uno incluye más paneles solares y baterías lo que aumenta su capacidad de vida y el uso de más sistemas.

Entre los experimentos a bordo de los SUCHAI 2 y 3, hay magnetómetros (instrumentos para medir la intensidad del campo magnético), una sonda Langmuir, para estudiar la ionósfera, contadores de partículas de radiación solar y una cámara para evaluar la contaminación lumínica nocturna en el norte de Chile. El Plantsat contiene una planta análoga para alimentación y generación de oxígeno, que no requiere sustrato para sobrevivir y contenedores con organismos extremófilos, que pueden ser útiles para purificar el agua, degradar residuos o con usos en una potencial minería espacial. Su objetivo es determinar si estos organismos biológicos toleran el ambiente espacial, la microgravedad y la radiación.

Fotografía - Universidad de Chile

En el ámbito del desarrollo tecnológico, los satélites probarán modelos de comunicación moderna, software de vuelo, predicción y optimización del uso de baterías en el espacio, sistemas de cámaras más sofisticadas y la utilización de un modelo de internet de las cosas en el espacio, entre otros.

Esta nueva fase del programa espacial de la Universidad de Chile cuenta con la participación de científicos provenientes de la Facultad de Ciencias, la casa de estudios de la Universidad de Santiago, de Valparaíso, de Antofagasta, PUC Valparaíso, Comisión Chilena de Energía Nuclear (CCHEN), Biociencia y SIRIO. También entes internacionales como Embry-Riddle Aeronautical University, TU Delft y Rubin Observatory. La participación también incluye la colaboración de estudiantes de la Universidad de Chile para incentivar en el futuro los programas espaciales.

“Quiero felicitar al equipo que dirige Marcos, felicitar a la Facultad, a los colaboradores internacionales por este importante logro. Un logro que está totalmente alineado con las acciones e iniciativas que estamos impulsando desde el Ministerio de Ciencia, la verdad que son programas muy complementarios. Estoy muy contento de que podamos impulsar este tipo de actividades en conjunto. El anhelo del decano de que la ciencia sea parte del desarrollo del país se construye gradualmente, y eso requiere políticas de largo plazo, políticas de Estado, y en eso hemos trabajado”, comenta el ministro de Ciencia, Tecnología, Conocimiento e Innovación, Andrés Couve.

El lanzamiento de estos nanosatélites puede ser considerado como el inicio de una nueva fase en la industria espacial chilena, basada en la búsqueda de la independencia tecnológica y el trabajo en conjunto. Se espera que en el futuro esta tecnología se integre al servicio público y sea un aporte económico al país, además de generar un mayor interés en la población para que en su conjunto impulse su desarrollo.

Fotografía portada - Facultad de Ciencias Físicas y Matemáticas de la Universidad de Chile

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