Mientras LATAM espera la definición judicial de su plan de reorganización, Azul Linhas Aéreas vuelve a disparar. Asegura que su oferta para comprar a su competidora “era mejor para todos sus acreedores”, opinión que llega después de un mes adverso para la mayor línea latinoamericana por las denuncias realizadas por accionistas minoritarios.
En noviembre 2021, Azul Linhas Aéreas valora a LATAM Airlines Group en US$13.000 millones tras meses de expresar intenciones de compra que no son atendidas. En octubre, Roberto Alvo, CEO de LATAM, señala que “ninguna unidad está a la venta. LATAM va a salir del Capítulo 11 íntegra”, argumentando que “es una estrategia defensiva”.
Desde la opinión de Alvo, las acciones de Azul se limitan a una estrategia defensiva, considerando los avances que LATAM muestra hasta ese momento en el Capítulo 11. “Creo que esta es la manera de defenderse de lo que podremos hacer con las fortalezas que tenemos”, dice.
Sin embargo, los accionistas minoritarios que no apoyan el plan de reorganización propuesto por considerar que no les favorece, afirman que la oferta de Azul podría ser incluso más beneficiosa dado que podría dejar a los accionistas en una mejor posición. En su momento -y según cita Diario Financiero (16/12/2021)- LATAM argumenta que la propuesta de la firma brasilera es hipotética y no presentan comentarios al respecto.
En paralelo, LATAM acuerda con Evercore (que reúne a un grupo de acreedores) y los accionistas mayoritarios para avanzar en su plan. Hoy, la compañía tiene el apoyo de Evercore, Delta, Qatar Airways y la familia Cueto para inyectar US$5.400 millones.
La compañía busca reunir alrededor US$10.000 millones. El monto estaría dividido entre capital fresco, bonos convertibles y deuda. Hasta el momento, el plan de reorganización está sustento por Delta, Qatar Airways y la familia Cueto. También cuenta con SVPGlobal, Sculptor Capital Management y Sixth Street Partners.
En sus estrategias para impulsar el plan de reorganización, los acreedores y accionistas soportantes tienen plazo hasta el 30 de septiembre de 2022 para aportar los montos comprometidos. Todo debe pasar por la entrega de los votos correspondientes por parte de sus accionistas para continuar o no con el plan de reorganización aprobado. En paralelo, LATAM debe firmar contratos como derechos de liquidez de acreedores y accionistas, entre otros.
Ante la audiencia que visará o no el plan de reorganización presentado, la mayor línea aérea latinoamericana llega a con una estructura corporativa distinta a la original y claramente controlada por los acreedores y accionistas soportantes. Los acreedores no garantizados se oponen al plan presentado y aseguran que el plan presentado estaría infringiendo el proceso de Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano