Después de dos semanas de postergación, los Estados Unidos tendrán por estos días su “prueba de fuego” con la puesta en marcha de la red inalámbrica 5G. El proceso advierte posibles amenazas a la seguridad aérea por las interferencias que podrían generar las transmisiones en los equipos de las aeronaves, especialmente en fase críticas de vuelo como la aproximación y el aterrizaje.
La Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés), tiene ya publicados 1.500 NOTAM respecto a la acción del 5G en equipos de las aeronaves. Los documentos advierten que en 1.300 aeropuertos las aeronaves podrían registrar interferencias en sus equipos y en 100 se estarían prohibiendo procedimientos específicos con ILS en algunas pistas durante condiciones de baja visibilidad o del tipo RNP.
De acuerdo con la autoridad aeronáutica estadounidense, la interferencia se produciría en los radioaltímetros con la banda ancha inalámbrica 5G en la frecuencia 3.7-3.98 GHz. La preocupación está en la entrega de información errónea al avión y a la tripulación en fases críticas como es una aproximación o un aterrizaje por instrumentos, especialmente en condiciones de meteorología adversa. En ese sentido, las operaciones prohibidas podrían incluir aproximaciones y aterrizaje por instrumentos (ILS), procedimientos RNP y uso de Head-Up Display (HUD) u otros sistemas de visualización de vuelo como el EFVS.
Según la Asociación de Pilotos de Líneas Aéreas (ALPA), serían al menos 90 aeropuertos en los Estados Unidos con servicios aéreos comerciales de pasajeros y de carga que estarían comprometidos con la puesta en marcha del 5G. Advierten que la situación podría derivar en cancelaciones e interrupciones de operaciones y responsabilizan a la Comisión Federal de Comunicaciones (FCC). De producirse, se sumarían a los problemas que ya afectan al transporte aéreo por los contagios de COVID-19 en las tripulaciones.
Inicialmente, la implementación de las transmisiones 5G se prevén a partir del 05 de enero. Sin embargo, un acuerdo entre el Gobierno de los Estados Unidos y las empresas AT&T y Verizon, más la industria aérea posterga la puesta en marcha hasta el 19 de enero, con el objetivo de reunir más información sobre las interferencias que las transmisiones pueden producir en la aviación. Adicionalmente, las empresas acuerdan reducir por seis meses la potencia de las antenas transmisoras que estén ubicadas en las cercanías de 50 aeropuertos, lo que incluye aquellos que son hubs o importantes bases operacionales.
De acuerdo con un comunicado de la FAA del 07 de enero, en los 50 aeropuertos que tendrán una reducción de potencia de las antenas transmisoras figuran Austin, Boeing Field, Birmingham, Charlotte, Chicago (ORD y MDW), Dallas Fort Worth, Detroit, Filadelfia, Fort Lauderdale, Houston (IAH), Indianápolis, Kansas City, los aeropuertos del área de Nueva York (JFK, LGA y EWR), Los Ángeles, Miami, Nashville, Orlando, Ontario, Paine Field, Seattle, San Francisco, Saint Louis, Seattle, West Palm Beach, entre otros. Prácticamente, están considerandos los hubs de Alaska Airlines, American Airlines, Delta, JetBlue y United.
Para determinar la reducción de potencia de las antenas, la FAA considera la opinión de la comunidad aeronáutica, el volumen de tráfico aéreo, la cantidad de días con meteorología adversa y la ubicación geográfica. También hay otros aeropuertos que no figuran en el listado porque no permiten aterrizajes con poca visibilidad.
El 14 de enero, una nueva información de la FAA realiza una advertencia particular a los operadores aéreos con material Boeing 787. Considerando posibles interferencias en los radio altímetros solicitan que las tripulaciones tomen precauciones adicionales al aterrizar en pistas mojadas o nevadas en aeropuertos afectados por la implementación del 5G.
La preocupación está no sólo en las operaciones de líneas aéreas (comerciales) por la cantidad de personas que movilizan día a día. La industria también considera eventuales impactos en la aviación general, lo que incluye los helicópteros que utilizan aeropuertos y helipuertos ubicados en distintas localidades y ciudades.
Por ahora, FAA y la industria aérea se muestran conformes con el acuerdo alcanzado. Sin embargo, ello no significa que las preocupaciones sigan existiendo. Esperan que las interferencias no lleguen a producirse y el sistema de transmisiones inalámbricas pueda coexistir sin inconvenientes con la aviación.
Para la FCC, el acuerdo proporciona un marco y entrega certezas necesarias para lograr nuestro objetivo de implementar el 5G rápidamente y garantizar la seguridad aérea. Reconociendo la importancia que tienen la industria aérea y de las comunicaciones, los Estados Unidos confía en una coexistencia de ambas tecnologías.
Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano