El 15 de enero de 2009 ocurre uno de los casos más asombrosos en la historia de la aviación comercial reciente: el vuelo US Airways US1549 recién despegado desde Nueva York (LGA) con destino a Charlotte sufre el impacto de una bandada de gansos canadienses a baja altitud. El golpe produce daños en ambos motores y la pérdida total de empuje del Airbus A320. La decisión del capitán Chesley Sullenberger, “Sully” como se lo conoce, decide ante la emergencia realizar un amarizaje en el río Hudson. El manejo de la tripulación permite que todos los ocupantes a bordo salgan ilesos.
A 13 años de ese acontecimiento, el suceso es considerado como uno de los más icónicos de la aviación moderna por las distintas aristas que involucra. Para la industria aérea, los aspectos más relevantes guardan relación con la gestión de factores humanos, la toma de decisiones, desempeño de la tripulación bajo presión y una comunicación efectiva.
Con base a datos aportados Conde Nast Traveler para conmemorar este 13er aniversario, se identifican al menos siete datos curiosos de aquel vuelo.
1.- Preservación del Airbus A320
Como parte de la investigación del incidente por parte de la Junta Nacional de Seguridad del Transporte (NTSB, por sus siglas en inglés), el A320 (registro N106US) es rescatado de las aguas del Hudson para su correspondiente análisis. Posteriormente, en 2010 se traslada al Museo de la Aviación de las Carolinas, en Carolina del Norte, donde puede ser visitado.
2.- La devolución de objetos personales a los pasajeros
La línea aérea y los organismos involucrados devuelven los artículos personales de los pasajeros, pese a que no todos los artículos logran quedar intactos. El hecho da una positiva imagen de la gestión realizada ya que generalmente después de una emergencia que implica abandonar la aeronave, las pertenencias se pierden.
Cabe recordar que en las evacuaciones, los pasajeros no deben llevar sus pertenencias consigo por más valiosas que estas sean con el fin de no entorpecer o retrasar la salida. De acuerdo con estándares de la industria, las aeronaves -independiente del modelo y cantidad de ocupantes- tienen que evacuarse en no más de 90 segundos.
3.- Volando a sólo 900 pies sobre el puente George Washington
En el proceso de amarizaje al río Hudson, se produce un punto crítico cuando el A320 pasa a tan sólo 900 pies sobre el punto más alto del puente George Washington. La normativa aeronáutica sólo autoriza un sobrevuelo visual a una altitud mínima de 500 pies para zonas rurales y 1.000 pies para zonas urbanas.
4.- Protección a los pilotos
Con el fin de velar por el estado psicológico y de salud de Chesley Sullenberger y Jeffrey Skies, son llevados a un hotel para resguardarlos del asedio mediático que genera el acontecimiento y atender las labores de investigación. En la cinta de Clint Eastwood, “Sully”, se muestra que son llevados al hotel Marriott Courtyard. En todo momento, los pilotos son acompañados por sus representantes sindicales.
5.- La aviación une a las personas
Los pasajeros Ben Bostic y Laura Zych, sentados en los asientos 20A y 17D, respectivamente, terminaron después de en una relación amorosa de pareja. Si bien no es un amor a primera vista, el incidente permite que se conozcan y las reuniones posteriores con el resto de los pasajeros, conocerse algo más.
6.- Mejoras a la seguridad
Todo accidente y/o incidente deja lecciones de aprendizajes para evitar volver a cometer los errores que desencadenan los hechos. El caso del vuelo US1549 no es la excepción. Tras la investigación, el NTSB exige una serie de mejoras técnicas y de seguridad. La mayoría están orientadas al actuar a hacer que los aviones y los motores puedan resistir mejor un impacto de aves. Producto de la lesión de la tripulante de cabina Doreen Welsh, la agencia pide a Airbus rediseñar una de las vigas verticales de la familia A320 para disminuir la posibilidad de lesiones en caso de un accidente o una emergencia.
7.- Retorno laboral por parte de algunos miembros de la tripulación
El capitán Sullenberger vuelve a volar por algunos meses para US Airways hasta su retiro hacia fines de 2009. Actualmente, trabaja como panelista en la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), específicamente en el área de seguridad, además da una serie de conferencias.
Jeff Skiles también vuelve a volar para su compañía. Producto de la fusión, ahora lo hace para American Airlines como primer oficial de Boeing 787. En algunas oportunidades su rol lo trae hasta Santiago de Chile en uno de los vuelos regulares de la línea aérea.
Fotografía portada – Greg L (Wikipedia)