La compañía australiana Qantas está adelantando la puesta en servicio de sus Airbus A380. Desde el 10 de enero, estas aeronaves vuelven a volar en la ruta Sydney – Los Ángeles con una frecuencia inicial de tres vuelos semanales.
Más que un tema de demanda, la puesta en servicio del A380 guarda relación con una estrategia operacional de la compañía con el objetivo de no afectar la reactivación de la red internacional, especialmente ante la variante Omicron del SARS-CoV-2. Qantas busca reducir la presión que tienen las tripulaciones de vuelo de la flota Boeing 787-9 para que puedan cumplir con algunos requisitos.
Queensland establece que las tripulaciones de vuelo cumplan 14 días de aislamiento después que realicen un vuelo internacional. La medida extrema limita de manera significativa la disponibilidad del personal de vuelo y la capacidad operativa. En el caso particular de Qantas, afecta a 70 pilotos de B787. Otros Estados no consideran este tipo de medidas.
Desde hace algunos meses, Qantas viene considerando un retorno anticipado de los A380, especialmente ante un aumento significativo de las reservas tras los anuncios de apertura de fronteras. La intención es proporcionar una flexibilidad en las operaciones, especialmente durante la temporada de verano.
En medios de prensa australianos, Doug Alley, jefe de Operaciones de Qantas, confirma la estrategia de la compañía. También señala que la disposición permitirá que el B787-9 pueda realizar otras rutas durante este año.
Con el A380 reincorporándose al servicio, Qantas reduce el vuelo diario entre Sydney y Los Ángeles a tres vuelos semanales. También se disminuye algunos servicios a Londres y la ruta Melbourne – Los Ángeles de cuatro a tres frecuencias por semana.
La principal línea aérea australiana espera normalizar esta situación hacia fines de enero. Queensland se ha comprometido a eliminar el requisito de cuarentena de 14 días cuando al menos el 90% de sus habitantes esté completamente vacunado contra el COVID-19. Se espera que el término de esta restricción permitirá normalizar las dotaciones de tripulaciones de la flota B787.
Con la imposición de drásticas restricciones de viaje y cierres de fronteras, a partir de marzo de 2020, Qantas estaciona sus 12 A380 en el desierto de Mojave, en un proceso que en aviación se conoce como hibernación. En noviembre 2021, la línea aérea reactiva uno de los ejemplares con el fin de iniciar el proceso de reentrenamiento y habilitación de las tripulaciones.
Con el fin de avanzar lo “más rápido posible” en la rehabilitación de las tripulaciones, los vuelos del A380 se realizarán con cinco pilotos, según indica Alley en un memorándum interno de la compañía. En el documento señala que se trata de un “hito significativo” porque permitirá a muchos pilotos volver a la cabina después de varios meses de inactividad.
Los planes iniciales de Qantas consideran recuperar las operaciones del A380 hacia 2024, coincidiendo con las perspectivas de recuperación de la demanda establecidas por la industria aérea. Sin embargo, la experiencia en varios países muestra que tras los anuncios de término de las restricciones las reservas aéreas experimentan un alza significativa lo que alienta las perspectivas de recuperación, al menos en cuanto a flujo de pasajeros.
De los 12 A380 en servicio hasta marzo de 2020, Qantas reactivará gradualmente a 10 hasta el próximo año. Las dos aeronaves restantes quedarán fuera de la flota por considerar que representan un exceso de capacidad. Su reemplazo se dará con la incorporación de tres B787-9 adicionales.
Fotografía portada - Qantas