Pese los desafíos generados por el Programa de Demoras en Tierra durante 2021, el aeropuerto El Dorado de Bogotá es el único de América Latina en figurar dentro de los 10 terminales aéreos más puntuales a nivel global. El resultado se da en medio de un escenario complejo por la presencia de diversos factores y en medio de una rápida reactivación del transporte aéreo en Colombia, lo que brinda una carta de presentación positiva para el posicionamiento del aeropuerto como centro de conexiones de la región.
De acuerdo con datos de Cirium en 2021, el aeropuerto El Dorado de Bogotá se ubica en la posición número 9 a nivel mundial con una puntualidad promedio de 83,93%. Se ubica después de Salt Lake City y por delante de Franz Josef Strauss de Múnich. Según dicha plataforma, se realizan 119.361 vuelos con un seguimiento de 81,03% para 83 rutas atendidas.
A diferencia de otros terminales aéreos que mantienen una reducción de operaciones producto de las reducciones de capacidad por parte de las líneas aéreas, El Dorado opera prácticamente a los mismos niveles de 2019. Muchas de las compañías aéreas que allí operan ya tienen recuperada su oferta o están muy cerca de conseguir ese objetivo. Asimismo, el aeropuerto cuenta desde diciembre con el 100% de su capacidad habilitada.
Durante 2020 y 2021, una de las situaciones más desafiantes representa el Programa de Demoras en Tierra aplicado por Aeronáutica Civil (Aerocivil) en ciertas horas para regular el tránsito aéreo, especialmente de aeronaves de vuelos no regulares, militares y de Gobierno. Cuando aplica, las líneas aéreas se ven obligadas a retrasar sus vuelos una o dos horas, generando inconveniencias para los usuarios.
El Programa de Demoras en Tierra (GDP, por sus siglas en inglés) se entiende en aeronáutica como una retención de aeronaves en los aeropuertos con el fin de gestionar la capacidad y la demanda. Para ello se asignan slots de llegada y salida. La finalidad es apoyar la gestión del tráfico aéreo y reducir las esperas en vuelos. En general, este tipo de programas son flexibles y pueden implementarse de diversas formas según las necesidades del sistema aeronáutico.
En Bogotá, la aplicación del GDP genera una serie de inconvenientes y críticas por parte de las líneas aéreas, ya que son estas las que deben responder ante los pasajeros. Entre los usuarios más afectados están los viajeros en rutas de corta distancia (como Bogotá – Medellín, por ejemplo) o los que realizan conexiones en otro aeropuerto. Sin embargo, el problema se generaliza a toda la red, ya que los retrasos forzados generan una cadena de afecciones operacionales que afectan toda la programación del día y pueden extenderse a toda la red. Las líneas aéreas más afectadas son las que realizan vuelos domésticos y tienen base o hub en El Dorado.
Durante el último Foro de Líderes de la Asociación Latinoamericana y el Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), la situación de El Dorado es abordada por la industria aérea junto con el Gobierno de Colombia, incluyendo reuniones con el Presidente Iván Duque. La solución llega parcialmente a fines de octubre cuando Aerocivil incrementa la capacidad operativa de 47 a 65 operaciones por hora permitiendo 28 aterrizajes y 37 despegues.
Uno de los aspectos que permite asegurar la puntualidad y una buena calidad de servicio a los pasajeros en el aeropuerto es la coordinación permanente que existe entre las líneas aéreas, el aeropuerto y los organismos públicos que intervienen en las operaciones aéreas. En los pisos superiores de la terminal El Dorado, distintos operadores de cada una de las líneas aéreas que opera trabaja 24 horas para supervisar la operación y atender cualquier contingencia o escenario que se presenta. Desde la coordinación para asegurar una posición de estacionamiento hasta atender una emergencia significativa o cualquier tipo de amenaza.
Para América Latina, la posición alcanzada por El Dorado es importante y refleja el compromiso de la industria aérea en conjunto por demostrar con el cumplimiento del servicio en los horarios establecidos. Lo anterior también se reafirma con los resultados de otros aeropuertos al considerar otras categorías.
En la clasificación de aeropuertos con gran capacidad está Jorge Chávez de Lima con una puntualidad de 92,16% condicionada por una drástica reducción de operaciones y Tocumen de Ciudad de Panamá con una puntualidad de 91,93%, ubicándose en el puesto 6 y 7, respectivamente. En ese mismo ranking está Arturo Merino Benítez de Santiago con una puntualidad de 88,15%, también condicionado por una reducción de operaciones.
En la categoría mediana capacidad se encuentran aeropuertos como Recife (90,51%), Aeroparque Jorge Newbery de Buenos Aires (90,41%), y Santos Dumont de Río de Janeiro (90,40%), entre otros. La mayoría son aeropuertos de Brasil y Colombia. En la categoría de aeropuertos pequeños está Mariscal Sucre de Quito con un 91,55% de vuelos a tiempo.
A nivel global, los cinco aeropuertos más puntuales según Cirium son Haneda en Tokio (95,55%), Sheremetyevo en Moscú (94,76%), Shuangliu en Chengdu (88,26%) y El Prat de Barcelona (86,89%).
Fotografía portada – Benjamín Concha