Los sueños se cumplen. Al menos, así quiere Aerovías DAP que se recuerde el día en que 28 de un total de 31 niños (por supuesto, también niñas), logran cumplir su sueño de volar por primera vez en un avión. Ni la más severa crisis de la aviación y ni la incertidumbre reinante son obstáculos para llevar a la realidad las ilusiones de los pequeños.
Con ese trasfondo, Aerovías DAP estrena su iniciativa “Alas por un Sueño”. Desde la zona oriente de Santiago, particularmente del sector Peñalolén y La Reina, los 31 niños desde las casas familiares de la Fundación Fundamor llegan hasta el aeropuerto de Santiago para un vuelo especial. Sin duda, la temporada de Navidad, es el momento preciso para hacer realidad los sueños.
En la terminal privada de Aviasur, personal de DAP espera con su personal y uno de sus emblemáticos Avro RJ85 para embarcar a los especiales pasajeros. Desde el aeropuerto de Santiago el viaje mágico considera un sobrevuelo por Rancagua, para luego seguir hacia la costa. Ahí, el paisaje del valle central se combina con el de la costa para apreciar el balneario de Santo Domingo, los puertos de San Antonio, Valparaíso y la ciudad de Viña del Mar, lugares que probablemente ya en visitado, pero nunca como en esta ocasión. Antes de volver a la capital, otros lugares aledaños también son parte del recorrido.
Siempre con la intención de materializar en lo posible los sueños, un Viejito Pascuero (Santa Claus o Papá Noel como lo conocen en otros lugares del mundo), forma parte de la tripulación entregando sorpresas y regalos desde un extremo de la aeronave. El RJ85 del transporte aéreo patagónico se transforma mágicamente en un trineo de las ilusiones.
“Los niños están fascinados; muy contentos. ¡No esperábamos tantas sorpresas arriba del vuelo!”, comenta Cecilia Rodríguez, directora ejecutiva de la Fundación Abrázame, encargada de realizar el enlace entre Fundamor y Aerovías DAP.
Porque viajar no es sólo volar. Este tipo de experiencias son las que resaltan el valor del transporte aéreo en todo su esplendor. Independiente de que la gestión la realice una identidad y tenga un propósito, el sólo hecho de brindar oportunidad a quien no la tienen demuestra la esencia de lo que es la aviación: abrir los cielos para que todos tengamos las oportunidades de salir adelante y emprender los sueños.
“Esta es una experiencia integral”, señala Carola Gana, quien encabeza Fundamor. Según cuenta, este tipo de acciones buscan entregar experiencias a quienes no la tienen, especialmente cuando se habla de niños provenientes de ambientes de mucha violencia y agresividad. “Tú miras las caras de los niños, su asombro, cómo reciben contención de los adultos responsables, cómo se acompañan unos a otros, es una experiencia muy enriquecedora”.
En su extensa carrera aeronáutica, José Huepe, ex director de Aeronáutica de Chile y actual, gerente de Operaciones de DAP Zona Norte, el vuelo suma otra experiencia más. En esta ocasión, como comandante del vuelo y también uno de los organizadores de la actividad.
“Es gratificante”, dice tras aterrizar en el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago. “Uno ve la cara de felicidad de las niñas y niños y sólo con ver eso creo que cumplimos con nuestro objetivo. Siento profundo agradecimiento a nuestro directorio (DAP) que tuvo la generosidad de permitirnos hacer esta actividad. Creo que es algo que nos une mucho a nosotros, en un evento como éste de tanta significación”.
Tania Pivcevic, gerente de Marketing del DAP, valora el trabajo de todo el equipo de la Base Santiago para desarrollar del primer vuelo de “Alas por un Sueño”. “A futuro replicaremos esta experiencia en Punta Arenas, de modo de ir consolidando el proyecto en el largo plazo”, sostiene.
Junto con Gloria Vallejos, piloto de DAP, la tripulación de este especial vuelo la integran también Carla Lobos, Nicole Alfaro, María Teresa Ossa y Camila Palau, como jefa de cabina. “El solo escuchar y ver las caras de los niños de emoción y agradecimiento es impagable”, dice Vallejo. “Valió cada día y momento que todos le dedicamos con mucho entusiasmo y corazón”.
Fotografía portada – Aerovías DAP