Impulsado por mayores oportunidades que ofrecen respecto a sus competidores más directos, Qantas selecciona al A220 y A321XLR como sus nuevas aeronaves de fuselaje angosto. Si bien la mayoría de los equipos estarán destinados a las rutas domésticas, algunos también estarán destinados a las rutas medias internacionales lo que anticipa la apertura de nuevos pares de ciudades.
El pedido considera 20 A220-300 y 20 A321XLR más 94 derechos de compra por aeronaves adicionales. Ambos modelos reemplazarán a los Boeing 717-200 y B737-800 actualmente en servicio. Desde la junta de administración de Qantas indican que esperan finalizar la orden con Airbus antes de que termine el próximo año.
De acuerdo con datos de la industria, la línea aérea australiana posee 20 B717-200 operados por la división regional Qantas Link y 75 B737-800 por la línea principal. Dado que la compañía ya anticipa que estos aviones serán retirados en su totalidad de la flota, es altamente probable que los derechos de compra terminen ejerciendo en el transcurso de los próximos 10 años.
Boeing y Embraer buscaban conseguir oportunidades con Qantas, especialmente el fabricante estadounidense, el pedido final con Airbus responde ya a un camino iniciado por el grupo australiano. Por consiguiente, no representa una novedad alguna.
En primer término, la selección y actual operación de la familia A320 por parte de Jetstar y los pedidos por más de 100 A320neo, son un antecedente importante. Si bien son dos compañías distintas, pero que pertenecen a un mismo grupo, la necesidad de reducir costos y simplificación de la flota cobran fuerza al momento de evaluar la flota futura. En ese ámbito, Airbus logra una oferta importante por la comunalidad que ofrece. Una prueba de lo anterior es que los nuevos modelos estarán equipados por motores Pratt & Whitney GTF con ahorros de combustible entre un 15% y 20%.
Alan Joyce, CEO de Qantas Group, señala que tanto Airbus, Boeing como Embraer cumplen con los requisitos básicos exigidos por la línea aérea en cuanto a seguridad, capacidad ofrecida y la reducción de emisiones. Sin embargo, detalla que la flexibilidad y reducción de costos que ofrece Airbus hacen inclinar la balanza.
“El acuerdo con Airbus tiene la ventaja adicional de proporcionar flexibilidad continua dentro del pedido, lo que significa que podemos seguir eligiendo entre todas las familias A320neo y A220 en función de nuestras necesidades en los años venideros. La capacidad de combinar el pedido de Jetstar y Qantas para el tipo A320 también fue un factor”, explica.
Un aspecto importante también está relacionado en los acuerdos alcanzados en temas de pagos por la nueva flota los cuales se realizarán en el transcurso de la próxima década. Esto permitirá contar con una ventana tiempo para recuperarse de la crisis.
“Este es un plan de renovación a largo plazo con entregas y pagos repartidos durante la próxima década y más allá. Pero dado que los tiempos de espera por los aviones es igualmente largo (slots de producción) significa que debemos tomar estas decisiones ahora. Qantas está en condiciones de asumir estos compromisos debido a la forma en que hemos atravesado la pandemia, lo que es un mérito para toda la organización", dice su CEO.
En tercer lugar, están las oportunidades que los nuevos aviones tienen para incrementar ingresos y operar con costos más bajos, además de ganar flexibilidad para atender distintos mercados dentro de las rutas medias en función de la demanda. En el caso del A220, si bien los 20 aviones son por el modelo -300, los derechos de compra consideran la versión -100 de menor capacidad. La intención de la compañía es combinar la capacidad dependiendo de la demanda en rutas y frecuencias entre los distintos destinos dentro del país, dado que todos pueden operar a cualquier punto del territorio de la isla y a otros fuera de esta.
En el caso de los A321XLR destaca la operación en rutas costa-costa dentro de Australia, así como también los tramos medios internacionales en tramos de hasta ocho o nueve horas de duración, segmento que con el B737-800 es prácticamente imposible de atender y donde la capacidad mayor del A330 dificulta su colocación en destinos de menor demanda. Qantas anticipa que esta nueva aeronave permitirá abrir nuevos pares de ciudades.
“El XLR puede transportar alrededor de un 15% más de pasajeros en cada vuelo que los B737-800, lo que lo hace muy adecuado para rutas concurridas como Melbourne, Sydney y Brisbane. Su mayor alcance significa que también se puede utilizar para abrir nuevos pares de ciudades”, puntualizan en la línea aérea australiana.
Boeing relegada a una limitada flota intercontinental
Después de ser un fiel cliente de Boeing, Qantas basa su flota principal en los aviones de su competidor más directo. Lentamente, Airbus prácticamente pasa a equipar todos los segmentos de pasajeros y también comienza a asumir un rol más destacado en carga con la versión A321P2F (Passenger to freighter).
En los últimos años, los aviones Airbus desplazan a los de Boeing. Los A330 irrumpen en las rutas medias domésticas e intercontinentales retirando a los B767-300ER, luego el A380 hace algo similar con el B747, mientras que los A320 y A321 son la base del crecimiento de Jetstar. Ahora, el A220 y el A321XLR culminan el trabajo al reemplazar en los próximos años a los B717 y B737-800.
Boeing queda relegada exclusivamente a la flota B787 que en Qantas opera en rutas intercontinentales como uno de los reemplazos de los retirados “Jumbo Jet”. A la fecha, la compañía cuenta con 11 ejemplares de la versión -9 con tres unidades más por incorporar para apoyar la recuperación de rutas internacionales de larga distancia, tras la apertura de las fronteras. Otros 11 equipos de la versión -8 están en Jetstar para los tramos de mayor densidad de pasaje.
El pospuesto proyecto Sunrise de Qantas cierra también a favor de Airbus. Si bien el B787 equipa la flota intercontinental, la línea aérea indica en diciembre de 2019 que el A350-1000 es el avión seleccionado para atender posibles rutas como Londres (LHR) – Sydney. El proyecto que todavía no posee pedido en firme tras su suspensión por la pandemia está sujeto a las modificaciones que Airbus realice en esa aeronave al incorporar un estanque adicional de combustible e incrementar el peso máximo de despegue (MTOW). Qantas señala en esa oportunidad que podría adquirir hasta 12 aeronaves.
Fotografía portada - Airbus