Itapemirim Transportes Aéreos (ITA) mantiene desde el 17 de diciembre todas sus operaciones suspendidas. La medida se toma a menos de seis meses de iniciar sus primeros vuelos con el objetivo de iniciar una “reestructuración interna”.
“El Grupo Itapemirim informa que por iniciativa propia suspendió temporalmente las operaciones de su aerolínea, ITA, en la tarde de este viernes (17) para una reestructuración interna”, dice la más reciente línea aérea brasilera.
La compañía señala que desde un comienzo informa a la Agencia Nacional de Aviación Civil (ANAC) para proceder con su decisión, asegurando que brindarán toda la asistencia a los pasajeros impactados por la medida, según lo dispuesto en la resolución 400. La situación particular de la línea aérea no compromete los servicios interurbanos de buses de propiedad del grupo.
ITA inicia sus vuelos el 29 de junio de 2021. Hasta la fecha, viene conectando Sao Paulo (GRU), Brasilia, Belo Horizonte (CNF), Río de Janeiro (GIG), Porto Alegre, Porto Seguro, Salvador, Curitiba, Fortaleza, Florianópolis, Maceió, Natal y Recife. Hasta el 31 de diciembre, mantenía una programación de 513 operaciones aéreas dentro de Brasil utilizando una flota conformada por un Airbus A319 y seis A320.
Entre las razones que podrían explicar la medida es la falta de pagos con proveedores estratégicos para asegurar las operaciones. En esa línea, la empresa de handling Orbital habría congelado la prestación de sus servicios hasta que las deudas acumuladas no se regularicen.
La propuesta de ITA es llevar al transporte terrestre a los cielos para aportar a la democratización de los viajes aéreos en Brasil con una experiencia de viaje en base a la comodidad y calidad de servicio. A diferencia de sus competidores más directos, no considera el uso de los servicios complementarios restándole oportunidades de generar ingresos adicionales.
Por lo anterior, se la puede calificar como una compañía de sólo tarifas bajas. En términos generales, este tipo de línea aérea no tiene un futuro muy promisorio en la región por los altos costos que se incurren sin tener una fuente segura de ingresos. Prácticamente, todas las líneas de estas características en varios países fracasan al poco tiempo.
Desde su inicio como compañía aérea, se advierten obstáculos importantes. En primer lugar, está la situación del Grupo Itapemirim que desde 2016 está en un proceso de recuperación judicial. Al comenzar las primeras operaciones, en Brasil levanta polémica por las deudas que se mantienen con los acreedores y las inversiones realizadas para impulsar a la línea aérea. La compañía pretendía sacar adelante a ITA una vez terminadas las medidas de protección judiciales, situación que no ocurre.
Otro factor a sortear es una operación bajo un escenario altamente competitivo dominado por importantes actores como Azul, LATAM y GOL. Pese al crecimiento del mercado aéreo brasilero, el escenario del COVID-19 impone desafíos ante no menores ante una menor demanda en comparación a un mercado en condiciones normales. La menor demanda la obliga, por ejemplo, a modificar las operaciones incorporando escalas o triangulaciones de destinos en rutas que antes se anuncian como sin escalas lo que le crea una desventaja frente a la oferta de la competencia.
El plan de ITA pretende conformar una red de 35 destinos en Brasil y en el mediano plazo lograr una flota de hasta 50 aeronaves de la familia A320.
Fotografía portada – Luis Alberto Neves