Dos años después de anunciar el proceso de adquisición, la compra de Air Europa por parte de IAG está apunto de fracasar. La matriz de Aer Lingus, British Airways, Iberia, Level y Vueling se encuentra negociando con Globalia, dueña de Air Europa, para rescindir del acuerdo firmado el 04 de noviembre de 2019. Si bien en un principio distintos medios señalan una suspensión de la fusión, se trataría de una nueva renegociación.
IAG argumenta que por los daños provocados por la pandemia y las restricciones de viaje impuestas por los Gobiernos, las condiciones actuales no son favorables. La compañía también indica que se encuentra evaluando una nueva estructura corporativa, que en caso de que proceda, podría permitir que la compra se lleve a cabo. Las partes se dan un plazo de 45 días para encontrar un acuerdo que concilie las posiciones de todas las partes.
La situación también puede complicarse por parte de un veto que podría dar la Unión Europea al acuerdo. La Comisión Europea debe pronunciarse respecto al overlap de rutas que generaría en el caso de que IAG compre Air Europa por la concentración de mercado. Son aproximadamente 70 rutas afectadas, principalmente aquellas que salen desde Madrid hacia los Estados Unidos, el Caribe y Latinoamérica. IAG señala que le obligan a prescindir de ciertas rutas podría afectar la rentabilidad proyectada de la operación.
Inicialmente, IAG y Globalia acuerdan la compra de Air Europa por €1 mil millones. La operación se realizaría a través de Iberia, en una fusión por adquisición. Con el escenario del COVID-19 en curso, en enero de 2021 las partes renegocian el acuerdo, permitiendo una rebaja de €500 millones a pagar en efectivo. En el caso de que la operación no prospere, Air Europa cuenta con una clausula de desistimiento por la que cobra €40 millones a Iberia.
En la práctica la compra en condiciones actuales está descartada. Sin embargo, se trataría de sólo una suspensión temporal, a cambio de una contraprestación de €75 millones de IAG a Air Europa para evitar el bloqueo por parte de la Comisión Europea. Se incluiría una opción de compra a posteriori para evitar el reclamo de parte de Globalia, así como para evitar que otro holding aeronáutico entre en las negociaciones y perjudique los intereses de IAG en el mercado español.
Plan del hub Madrid
Con datos de 2019, la compra de Air Europa por parte de IAG permitiría crecer de un 19% al 26% en las rutas entre Europa y América Latina y el Caribe. Juntas, permitiría superar Air France – KLM Group que se ha posicionado como líder en muchos de esos mercados, además de aumentar la distancia respecto a otros actores como Lufthansa e incluso TAP.
El objetivo principal que persigue IAG tras Air Europa, es recuperar el liderazgo en las rutas entre Europa y América Latina. El consorcio británico-español siente que pese a la recuperación de Iberia y el lanzamiento de Level como división de ultra bajo costo y tarifas bajas (ULCC, por sus siglas en inglés) de larga distancia, todavía no consigue una posición dominante frente a sus rivales.
Con Air Europa, IAG busca potenciar el centro de conexiones de Madrid. Para tal propósito propone agregar códigos compartidos recíprocos dentro del holding en todos aeropuertos y ajustar los tiempos de conexión para maximizar la transferencia de pasajeros entre las distintas compañías y destinos. También, se busca alinear las políticas comerciales e integrar los equipos de ventas en los respectivos mercados e incorporación de Air Europa en el programa de lealtad Avios. Si bien en un principio la marca Air Europa se conservaría, en una segunda etapa se desaparecería a favor de Iberia.
Desde Iberia, indican que Madrid es un hub con mucho potencial, pero que ha ido perdiendo lugar respecto a otros centros de conexiones europeos tanto en número de vuelos, destinos y, por consiguiente, pasajeros. Para competir con los otros aeropuertos-hubs enfatizan en la necesidad de ser más eficientes lo que implica mejorar en la escala competitiva.
Mediante la integración con Air Europa, el rol de Madrid como centro de conexiones debiera fortalecerse, pero mantendría su foco en el tráfico Iberoamérica – Europa, por el menor peso que continuará teniendo en rutas hacia mercados como Asia, Medio Oriente y África. Independiente de lo anterior, se abren oportunidades de crecimiento a mediano-largo plazo.
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