Por décadas, aterrizar en Tegucigalpa es sinónimo de pericia y asombro, tanto para pilotos como para los pasajeros. Con aproximaciones espectaculares, por paisajes circundantes y operaciones, son distintos los sentimientos que marcan hasta el 15 de diciembre la llegada a la capital hondureña, especialmente, tras el accidente del 30 de mayo de 2008, cuando un Airbus A320 de TACA se sale de la pista y cae a una zanja.
En los medios de prensa de Honduras destacan como los habitantes de sus alrededores dicen adiós a los “aviones grandes”. Para ellos, un A320, un Boeing 757-200 o un Lockheed C-130, comunes en muchos aeropuertos del mundo, son quizás las aeronaves de mayores dimensiones que logran ver en ese recinto.
Como cualquier aeropuerto, son historias las que quedan de las personas al borde de la pista de pie al borde del montículo frente a la pista 02 que domina todo el complejo. Las fotografías de los spotters plasman esos recuerdos memorables de “vuelos rasantes” sobre el firmamento para llegar justo a la pista y no desperdiciar metro alguno para el aterrizaje.
La seguridad para las operaciones aéreas y las limitantes urbanas como geográficas para futuras ampliaciones son las que determinan la decisión de Honduras de designar a Palmerola como el nuevo aeropuerto de la capital. Si bien la intención es que la infraestructura cierre, polémicas políticas, incluyendo aquellas encabezadas por la propia Presidente electa Xiomara Castro de Zelaya y el alcalde de Tegucigalpa, pueden hacer que la “magia de Toncontín” se mantenga, al menos como aeropuerto regional para aeronaves menores.
Historia de Toncontín
A principios del siglo XX, la zona de “Los Llanos” donde se ubica la casa de campo del Presidente de Honduras se utiliza como los primeros campos de aterrizaje para la naciente aviación hondureña. En 1921, aterriza la primera aeronave: un monomotor Bristol.
No hay conocimiento desde cuando se comienza a utilizar el nombre de Toncontín. Los expertos en lengua señalan que puede derivar de la palabra maya Tocotín relacionada con la zona del Yucatán. Más allá de su origen, que pareciera estar vinculado a los orígenes de Honduras, es el nombre con el que queda bautizado el lugar. Los primeros vuelos militares se realizan desde los terrenos de “Los Llanos”.
Durante la guerra civil de 1924, se descubre que la aviación tiene gran futuro para conectar Honduras para solucionar las inconveniencias que presenta la geografía del país. También resalta el uso del medio aéreo como arma estratégica militar. Por estas razones y el surgimiento de la Fuerza Aérea Hondureña (FAH), obligan al general Tiburcio Carias, quien detenta el mando del país, compra 18 manzanas para instalar y habilitar el aeropuerto.
En 1934, se inauguran los vuelos comerciales de pasajeros con un Douglas DC-3 de Pan American (PAN AM). A los pocos meses, TACA abre el hotel Toncontín para alojar a los pasajeros y a las tripulaciones de PAN AM, compañía que construye un hangar que después se utiliza por el Aeroclub de Honduras.
La terminal de pasajeros se comienza a construir en 1945 y finaliza en 1948. Desde entonces, las distintas autoridades la someten a varias modificaciones para ampliar la capacidad y atender el requerimiento de nuevas aeronaves y el aumento del flujo de pasajeros.
En 1962, la pista de apenas 1.000 metros de largo recibe el balizamiento correspondiente. Tres años después, Toncontín reporta el primer aterrizaje de una aeronave jet: un BAC One-Eleven de TACA.
Durante la década de 1980, los vuelos con B727-200 Adv. de PAN AM se trasladan a San pedro Sula por ofrecer mejores condiciones para el aterrizaje y despegue. La decisión comienza a poner en evidencia que Toncontín tenía limitaciones para atender las modernas aeronaves. La mayor aeronave de pasajeros que opera en sus instalaciones es el B757-200 por parte de American Airlines.
La mayor remodelación del aeropuerto ocurre en 2006 en el edificio de la terminal de pasajeros, administrado por el Consorcio Inter Airports, S.A. En 2009, se extiende el largo de la pista de aterrizaje pasando de los 1.863 metros a 2.169 metros, incluyendo las zonas de seguridad.
Pese a estar certificado por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI), la complejidad de sus operaciones en aproximación, aterrizaje y despegue, califican a Toncontín como uno de los más peligrosos del mundo, según History Channel. A nivel mundial es el quinto en limitaciones.
Accidentes
• 07 de junio de 1962: un Curtiss C-46 de SAHSA se estrella al aterrizar en Toncontín.
• 30 de junio de 1966: un DC-6 de Transportes Aéreos Nacionales se sale de la pista al aterrizar y queda destruido tras incendiarse.
• 20 de febrero de 1967: un DC-6 de SAHSA se sale de la pista tras tocar pista por falla de los frenos, incendio de neumáticos. De los 50 pasajeros de ese vuelo, fallecen 13.
• 25 de noviembre de 1969: otro DC-3 de SAHSA se estrella al intentar aterrizar.
• 25 de febrero de 1989: un DC-6 privado choca contra la montaña durante la aproximación. Fallecen todos sus ocupantes.
• 21 de octubre de 1989: un B727-200 de SAHSA se estrella en un cerro cercano durante la aproximación causando la muerte de 131 de las 146 personas a bordo. La causa del accidente se atribuye a un error del piloto al ignorar las limitaciones de la aproximación.
• 01 de abril de 1997: un C-130 de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos sale de la pista termina en una calle pública, donde se incendia. La causa del accidente se atribuye a un exceso de velocidad en la fase final del aproximación y toma de contacto unos 600 metros más allá de la zona designada.
• 30 de mayo de 2008: un A320 de TACA sale de la pista tras aterrizar. El avión cae 20 metros por un terraplén.
• 14 de febrero de 2011: un Let L-410 de Central American Airways se estrella durante la aproximación falleciendo las 14 personas a bordo.
Fotografía portada – Enrique Galeano Morales / Wikipedia Creative Commons