Líneas aéreas low cost mejoran la conectividad entre Chile y Colombia

Con la llegada de SKY a Bogotá, las líneas aéreas continúan mejorando la conectividad entre Chile y Colombia. Después de contar con escasas frecuencias y operadores, hoy ambos países están viendo un dinamismo importante que se manifiesta en el número de pares de ciudades atendidas, frecuencias y operadores. Se espera que la tendencia continúe a partir del próximo año.

Dominada en un principio por compañías aéreas con modelo tradicional (legacy), como Avianca y LATAM, la conectividad entre Chile y Colombia pasa a estar ahora representada principalmente por las líneas aéreas de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés). Si bien las frecuencias son todavía limitadas, se espera que aumenten en un futuro próximo a medida que la demanda se reactive. La incursión del modelo de descuento también se reafirma con la transición a un modelo híbrido por parte de Avianca y la incursión de Viva Air a partir de 2022.

Entre los factores que están impulsando el mejoramiento de la conectividad entre Chile y Colombia están la presencia de una creciente demanda, incrementada con los movimientos migratorios, el intercambio económico y el turismo entre los dos países. Se agregan la ampliación de los acuerdos aeronáuticos, nuevos modelos de negocios de las compañías aéreas que permiten aprovechar oportunidades y una nueva generación de aeronaves en rutas medias que brinda mayores eficiencias para operar las rutas en comparación a equipos más antiguos. En este último punto, destaca sin duda el rol del Airbus A320.

Según la embajada de Colombia en Chile, hay más de 200.000 colombianos que están residiendo en el territorio chileno y buscan mantener contacto con sus familias y hogares. Su presencia está creando una demanda adicional que amplía el mercado con una base segura. A través del precio, las distintas líneas aéreas intentan satisfacer esa necesidad de viajeros V.F.R. (Visit Friends & Relatives). Si bien es una característica de todos los actores, las LCC son las que toman un mayor protagonismo por su capacidad para responder rápidamente los cambios en la demanda.

Actualmente, las LCC/ULCC están presentes en todas las rutas entre Chile y Colombia. Por ahora, son sólo compañías aéreas chilenas, pero se espera que también se sumen firmas colombianas.

JetSMART es la primera en su tipo que ingresa en ese mercado. Opera en las rutas Santiago – Bogotá, Santiago – Cali, Santiago – Medellín (MDE) y Antofagasta – Cali. También en su momento opera Antofagasta – Bogotá, hoy pendiente de reanudación. En cada ruta, la compañía tiene una estimación de transportar a más de 30.000 personas en un año normal.

A futuro, la firma de Indigo Partners planea continuar atendiendo el mercado colombiano como parte de su proyecto de crecimiento panamericano. Con este objetivo, en 2019 solicita rutas que conecten Santiago y Antofagasta con Barranquilla, Cartagena, Cúcuta y Pereira. Si bien no tienen fecha de lanzamiento, el pedido de operación se interpreta como una reserva de espacio en el caso de disponer de la demanda necesaria.

Fotografía – Alfredo Vera

Por ahora, SKY tiene un rol más limitado exclusivamente al tramo Santiago – Bogotá, en el cual proyecta trasladar a 60.000 pasajeros por año. Por su propuesta a corto plazo no espera una mayor expansión a diferencia de su competidora más directa. El siguiente paso en Colombia será lograr más eficiencia con sus bases, en este caso, con Lima, sin embargo, no se descarta que en una etapa más adelante también pueda explorar crecimiento en otras rutas.

Para 2022, el mercado entre Chile y Colombia debiera verse reforzado con Viva Air. En el Foro de Líderes de la Asociación Latinoamericana y el Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), su CEO, Félix Antelo, confirma los planes de aterrizar en Santiago a mediados del año próximo, a medida que las capacidades de flota lo permitan. La firma colombiana considera operar inicialmente en la ruta Medellín (MDE) – Santiago con equipos A320neo. Dependiendo de las frecuencias, puede movilizar una cantidad similar de pasajeros que sus competidoras.

Se espera que la dinámica que imponen las LCC tenga su impacto en los dos operadores tradicionales. El cambio en el modelo de negocios de Avianca, a través de una mayor estimulación de la demanda por precio y uso de los ingresos por servicios adicionales, es un primer ejemplo. No se descarta que la competencia desde las LCC impacte también en la propuesta actual que LATAM desarrolla desde Santiago.

Más a mediano plazo, una eventual expansión de nuevas propuestas ULCC como las de Ultra Air debiera también reforzar la tendencia que se visualiza en el mercado Chile-Colombia. Por ahora, la nueva línea aérea proyecta operaciones internacionales entre los Estados Unidos por el Norte y el Perú, por el sur.

De acuerdo con datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC) a octubre 2021, las líneas aéreas transportan más de 154.000 pasajeros en las distintas rutas entre Chile y Colombia, cantidad reducida por las afecciones provocadas por los cierres de fronteras y restricciones de viaje impuestas por los Gobiernos, principalmente el chileno. En 2019 -último año normal-, la cantidad de pasajeros transportados entre ambos países se movilizan más de 660.000 pasajeros determinado por la ruta Santiago – Bogotá.

Fotografías – Ricardo Delpiano

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