Agrupados en gremios y en organizaciones, la industria aérea y los usuarios se unen para respaldar la decisión del Ministerio de Transportes y Comunicaciones (MTC) del Perú de rechazar el pedido del concesionario Lima Airport Partners (LAP) para extender los plazos de expansión del aeropuerto Jorge Chávez de Lima. De proceder con una nueva modificación, se traduce en impactos significativos para la conectividad, el comercio exterior, el desarrollo turístico y la inversión.
A la fecha la obra cuenta con varios años de atraso respecto a su plan original. Confirme al contrato de concesión vigente, LAP está obligado a dejar de operar la terminal actual y entregar uno nuevo de gran tamaño a inicios de 2025. La construcción que se realiza al frente de la actual terminal de pasajeros se encuentra a fecha en fase temprana de construcción con un reducido avance, algo que también se aprecia en la segunda pista del aeropuerto. Recién para los próximos días el MTC prevé la colocación de la primera piedra de la obra.
LAP está solicitando a las autoridades que se la aprobara mantener la utilización de la terminal actual hasta 2025 y desarrollar un nuevo terminal de forma modular en tres etapas. La intención del concesionario es tener una construcción más pequeña para 2025 y entregar el nuevo terminal 16 años después de lo acordado.
El argumento de LAP responde a una presunta escasez de la demanda por el impacto del COVID-19 en el transporte aéreo. Sin embargo, se defienden de las críticas al señalar que la empresa no está proponiendo cambios al contrato de concesión y tampoco una nueva adenda. Lo que se está planteado es la actualización del Plan Maestro de Desarrollo Aeroportuario, documento que se ajusta al mercado y acorde con las buenas prácticas de la industria aeroportuaria.
El Organismo Supervisor de la Inversión en Infraestructura de Transporte Uso Público (OSITRAN) señala que el actual contrato contempla se cierre uno de los terminales de pasajeros (el actual) y las operaciones se trasladen al nuevo. LAP propone mantener dos terminales, pero dice que el escenario del COVID-19 no era predecible. Desde su parecer, el objetivo final es contar con un nuevo terminal en los plazos indicados. La idea de que sea por etapas es para no tener una inversión que se convierta en un elefante blanco.
“El COVID ha cambiado de manera importante las proyecciones del tráfico que se tenían antes de dicha pandemia”, declara LAP. “Todos los actores en la industria han adecuado sus operaciones, estructuras y proyecciones como consecuencia de un evento que aún hoy continua. En ese contexto, LAP de manera responsable reformuló la estrategia de operación del nuevo aeropuerto para hacer frente a los escenarios inciertos producto de esta pandemia, siempre buscando cumplir así con sus compromisos contractuales”.
En septiembre de 2020, LAP propone usar dos terminales. Dicha estrategia, maximiza el uso eficiente de la infraestructura existente, tanto aeroportuaria como vial, además de incluir mejoras al terminal existente con una inversión de más de US$100 millones. Desde la concesión indican que ese nuevo plan fue comunicado en diciembre de 2020 al MTC, OSITRAN, así como a otros públicos relacionados al aeropuerto, con la finalidad de recoger sus aportes y considerarlos en dicha estrategia.
Desde la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), la Asociación de Empresas de Transporte Aéreo Internacional (AETAI) y la Sociedad de Comercio Exterior del Perú (COMEX Perú), entre otras, mencionan que lo señalado por LAP no contempla las proyecciones actuales y futuras de las líneas aéreas que operan en el aeropuerto Jorge Chávez. Señalan que los pedidos de las líneas aéreas para aumentar vuelos están siendo rechazados por falta de capacidad de la terminal actual.
Según las autoridades, denegatoria del pedido de la concesionaria se sustenta en que el contrato de concesión del aeropuerto no contempla la posibilidad sugerida por LAP y, porque la propuesta presentada tampoco representaría algún beneficio técnico o adicional para los usuarios del aeropuerto (pasajeros, líneas aéreas, servicios subconcesionados y otras empresas).
El Instituto Nacional de Defensa de la Competencia y de la Propiedad Intelectual (INDECOPI) también critica la situación con el aeropuerto de Lima. Su presidente, Julián Palacín, cuestiona la pérdida de liderazgo del Perú como hub frente a otros aeropuertos como El Dorado en Bogotá.
“Como usuarios del aeropuerto de Lima, al no ver ningún beneficio en la propuesta de LAP, expresamos nuestro especial respaldo a la resolución final que se ha dado sobre esta solicitud, impidiendo que se atrase aún más la necesaria ampliación del principal aeropuerto internacional del país”, declaran ALTA, IATA, AETAI, COMEX Perú, entre otras organizaciones. “Hacemos un llamado a todas las partes involucradas para que respeten lo resuelto con la finalidad de poder recuperar cuanto antes la condición de hub del Perú en la región”.
En la Asamblea General de IATA celebrada en Boston en octubre, la industria aérea expresa que la demorada expansión del aeropuerto de Lima debe llevarse a cabo. De otra manera, el tráfico de pasajeros futuro no podrá ser acomodado. En esa ocasión, se plantea que la ampliación del aeropuerto de la capital peruana debe ser una de las prioridades del nuevo gobierno.
Fotografía portada – Aldo Martinelli