Industria aérea insta a los Gobiernos de la región a adoptar el certificado digital COVID-19 de Europa

Ante las múltiples, cambiantes e incluso redundantes reglas de control de fronteras, la industria aérea insta a los Gobiernos de América Latina y del Caribe a adoptar el certificado digital COVID-19 de Europa. Después de casi dos años de pandemia y restricciones político-sanitarias arbitrarias, la intención es lograr una verdadera armonización de los requisitos de viaje y facilitar la experiencia a los pasajeros.

El llamado a las autoridades lo hacen Consejo Internacional de Aeropuertos para América Latina y el Caribe (ACI-LAC), la Asociación Latinoamericana y del Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), la Organización de Servicios de Navegación Aérea Civil (CANSO) y la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA). Para estas organizaciones la vacunación no debería ser un requisito para los viajes internacionales, pero si consideran que estos podrían verse favorecidos si al menos los pasajeros vacunados estén libres de restricciones de viaje y cuarentenas, y que los países adopten un enfoque armonizado para simplificar la libre circulación.

“Para que esto sea posible, es necesario contar con un sistema de certificación y verificación de vacunación que sea simple, ágil, robusto y asequible. En ausencia de un estándar global único para los certificados de vacunas digitales, el DCC de la Unión Europa cumple todos estos requisitos”, declaran ACI-LAC, ALTA, CANSO y IATA.

Las razones para adoptar el DCC de la Unión Europea responde a que se trata de un software de acceso abierto, es interoperable y gratuito. Además, cualquier país del mundo lo puede utilizar. El sistema abarca tres tipos de certificados gratuitos: un certificado de vacunación, un certificado de prueba de diagnóstico y un certificado de recuperación.

Para la industria, aérea, esta herramienta considera las mejores prácticas y sugerencias del sector lo que ha permitido la reactivación del transporte aéreo y la facilitación de los viajes. Prueba de ello, es la rapidez con que los viajes aéreos se recuperan en Europa. Al estandarizar las políticas, se contribuye también a recuperar la confianza entre las personas, algo que no ocurre cuando se desconocen documentos o se ponen trabas adicionales que incluso puede ser redundantes.

Un ejemplo de lo anterior es el desconocimiento que hace el Gobierno de Chile al pedir la homologación del certificado de vacunación de otros países, aún cuando la mayoría de las dosis aplicadas son mismas a las aplicadas dentro del territorio. Cabe recordar que desde octubre, tanto chilenos, extranjeros residentes y extranjeros vacunados en otros países, deben homologar su certificado de vacunación. Pese a ser digital, el proceso puede demorar hasta más de 30 días e incluye la posibilidad que la vacunación no sea reconocida.

Actualmente, hay casi 100 países que ya están conectados al DCC de la UE o han iniciado el proceso para hacerlo. En la región de América Latina, Panamá es hasta ahora el único Estado adherido. Por su parte, Colombia y Uruguay han manifestado su interés, mientras que Argentina, Brasil, Chile y República Dominicana han establecido contactos preliminares.

Los certificados de vacunación emitidos por países adscritos al DCC se aceptan con las mismas condiciones y derechos que aquellos que actualmente expiden y utilizan este certificado. Por su parte, estos países han acordado aceptar el DCC para viajar desde la Unión Europea a su territorio. De esta manera, se facilitan los viajes de forma segura y armonizada entre los países.

“Una reanudación armonizada del transporte aéreo se traduce en mayor confianza, eficiencia y seguridad, generando beneficios socioeconómicos para los países, recuperación de las economías y bienestar para las poblaciones”, dicen las organizaciones de aviación.

Fotografía portada – SITA

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