Asumiendo la realidad de un virus endémico y después de más de un año afecciones, la Organización Mundial de la Salud (OMS) señala que las prohibiciones generales de los viajes no evitarán la propagación de las variantes del COVID-19. Las declaraciones las realiza esta semana ante la imposición por parte de algunos países de restricciones políticas por la aparición de la variante Omicron del SARS-CoV-2.
El organismo de Naciones Unidas señala también que imponer restricciones de movimiento internacional afectará la calidad de vida de las personas y a los medios de subsistencia. Además, advierte que la colocación de medidas puede tener un impacto adverso para la salud global. A juicio de la OMS, los cierres de fronteras desincentivan que los países compartan datos y mejores prácticas en materia epidemiológica, trazabilidad y secuenciación del virus.
Con el nuevo enfoque, cualquier medida de mitigación de riesgos relacionada con los viajes debe ser parte de una respuesta orientada los esfuerzos de vigilancia y secuenciación. Para la OMS, la estrategia debe estar basado en las políticas nacionales de salud, siempre utilizando un enfoque científico y basado en riesgo. Además, indica que las medidas deben ser temporales.
Pese a que las evidencias científicas preliminares indican que la nueva variante no representa mayores riesgos o diferencias significativas con lo conocido hasta la fecha y que las vacunas parecieran seguir siendo efectivas, los Gobiernos continúan adoptando un enfoque de emergencia basado en la política y el miedo. Hasta la fecha, sólo tres países cierran fronteras: Israel, Japón y Marruecos, mientras la mayoría impone controles adicionales o posterga las flexibilizaciones en curso tal como ocurre en Australia, Chile, los Estados Unidos, Francia, Reino Unido, entre otros.
Opinión de la industria aérea
Para la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), las respuestas que están entregando los Gobiernos están creando un pánico y amenazan con poner en riesgo la reactivación de la conectividad, economía y la vida diaria de los países. Señala que las medidas no detendrán a un virus ya presente en todo el mundo.
“Las prohibiciones de viaje imprudentes son tan ineficaces como cerrar la puerta de un establo después de que el caballo se ha escapado”, sentencia Willie Walsh, director general de IATA.
IATA insta a los Gobiernos a mantener la apertura segura de las fronteras con una toma de decisiones basada en datos científicos no en política. Recomienda trabajar en protocolos de salud simplificados, soluciones digitales para procesar los documentos sanitarios exigidos y medidas verdaderamente proporcionales a los niveles de riesgo, limitadas en el tiempo y en continua revisión.
Apelando a la política, IATA hace un llamado a los Gobiernos a abordar el problema de fondo: la inequidad de las vacunas contra el COVID-19 entre los países. El tema es planteado al comienzo de la pandemia. Sin embargo, pese a los discursos y esfuerzos locales, bilaterales y multilaterales, todavía no existe una solución efectiva lo que revive la problemática “norte-sur” de la política internacional.
“Los Gobiernos deben abordar la terrible disparidad en las tasas de vacunación que ha visto al mundo desarrollado ofrecer refuerzos en un momento en que menos del 10% del continente africano está completamente vacunado”, dice Walsh.
En el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), también piden prudencia y sensatez a las autoridades al momento de tomar las decisiones. Llaman a la coordinación y a trabajar en soluciones en lugar de propiciar restricciones.
“Si bien la salud pública sigue siendo la máxima prioridad, hacemos un llamado a los Gobiernos para que se coordinen en la implementación de medidas pragmáticas y basadas en el riesgo y la ciencia”, declaran. Además, instan a trabajar en conjunto con la industria aérea, incluyendo los aeropuertos y las líneas aéreas, en la implementación de medidas cuando corresponda.
“Esta situación es otro recordatorio de la necesidad urgente de que los países adopten credenciales sanitarias digitales interoperables para las pruebas y que la vacunación que sea mutuamente reconocida a través de las fronteras. Esto permitirá a los países gestionar mejor sus medidas de viaje y adaptarse a la evolución de la situación sanitaria”.
Finalmente, ACI también reitera el llamado a trabajar en conjunto con los Gobiernos para reanudar los viajeros y permitir reconstruir los estilos de vida de los países y sus economías. “La coordinación y colaboración son fundamentales para lograrlo. Las prohibiciones totales de viaje y los cierres de fronteras no son una solución”, puntualizan.
Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano