Aprovechando la última instancia de exclusividad, LATAM Airlines Group presenta su plan de reorganización a través del cual la compañía encamina su salida del Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos. La compañía espera que la aprobación de su propuesta se consiga en el transcurso del primer trimestre de 2022 y la salida del proceso pueda darse hacia mediados del próximo año.
La compañía señala que el plan de reorganización está en conformidad con las legislaciones de los Estados Unidos y de Chile. Está acompañado de un Acuerdo de Apoyo a la Reestructuración (RSA, por sus siglas en inglés) celebrado con el grupo ad hoc de acreedores de Matriz, que es el mayor grupo de acreedores no garantizados en estos casos del Capítulo 11, y algunos de los accionistas de LATAM.
El RSA documenta el acuerdo entre LATAM, los anteriormente mencionados tenedores de más del 70% de los créditos no garantizados de matriz, y los tenedores de aproximadamente el 48% de los bonos estadounidenses con fecha de 2024 y 2026, y algunos accionistas que tienen más del 50% del capital ordinario. Lo anterior, está sujeto a la aplicación de la documentación definitiva de los grupos, y a las aprobaciones corporativas por parte de dichos accionistas.
El plan propone la inyección de US$8.190 millones a LATAM Airlines Group. Para la salida del Capítulo 11, se espera que la línea aérea tenga una deuda total de aproximadamente US$7.260 millones y una liquidez de aproximadamente US$2.670 millones.
“Aunque nuestro proceso aún no ha terminado, hemos alcanzado un hito fundamental en el camino hacia un futuro financiero más sólido”, señala Roberto Alvo, CEO de LATAM Airlines Group. “Agradecemos a los que participaron en el proceso de mediación para llegar a este resultado, que incluye a todas las partes interesadas y proporciona una estructura que se ajusta a las legislaciones estadounidense y chilena. El que hayan inyectado nuevo capital significativo en nuestro negocio es muestra de su apoyo y su fe en nuestras perspectivas de largo plazo”.
Al presentar el plan dentro del plazo establecido para mantener la exclusividad, LATAM se asegura de que su propuesta sea la única para aprobar y evitar que otros acreedores presenten planes alternativos. En ese sentido, logra un “blindaje” hasta que el juez de su respuesta y el proceso continúe.
De no haber presentado un plan de reorganización antes de que finalice el plazo de exclusividad, otros acreedores podrían presentar alternativas. Bajo ese escenario, la compañía también puede acercar su propuesta, pero competiría con las otras que sus acreedores presenten.
El “blindaje” que otorga el periodo de exclusividad también bloquea los eventuales intereses de Azul Linhas Aéreas para intentar comprar la compañía. En la estructura que se presenta, los acreedores tendrán un 67% de la propiedad y los accionistas actuales y aportantes -incluyendo los minoritarios- aproximadamente el 33% restante.
Descripción del plan
El plan de reorganización propone la inyección de US$8.190 millones mediante una combinación de capital fresco, bonos convertibles y deuda. Este monto permitirá al grupo salir del Capítulo 11 con la apropiada capitalización para ejecutar el plan de negocios. Tras salir del proceso, se espera que LATAM tenga una deuda total de aproximadamente US$7.260 millones y una liquidez de aproximadamente US$2.670 millones.
Desde la mayor línea aérea latinoamericana indican que se trata de un nivel de endeudamiento conservador y una liquidez adecuada en un periodo de incertidumbre continua para la aviación mundial. También aseguran que dejará al grupo en una mejor posición para futuras operaciones. “El plan reforzará los estados financieros, la liquidez y la estructura de capital de LATAM”.
En concreto, el plan de reorganización establece:
● Tras su confirmación por parte de la Corte en Estados Unidos, LATAM tiene la intención de lanzar una oferta de US$800 millones en derechos preferentes mediante la emisión de acciones ordinarias, que se abrirá a todos los accionistas de la compañía de acuerdo con sus derechos preferentes, en virtud de la legislación chilena aplicable, y que estará totalmente respaldada por las partes que participan en el RSA, sujeta a la aplicación de la documentación definitiva y en relación a los accionistas que participan en el RSA, el recibo de aprobaciones corporativas.
● Tres clases distintas de bonos convertibles serán emitidos por LATAM, los cuales serán ofrecidos preferentemente a los accionistas de la empresa. En la medida en que no sean suscritos por los accionistas de LATAM durante el respectivo período de derechos preferentes:
- Los bonos convertibles (A) serán entregados a algunos los acreedores no garantizados de la matriz de LATAM en liquidación (dación en pago) por sus créditos permitidos en el marco del plan;
- Los bonos convertibles (B) serán suscritos y adquiridos por los accionistas anteriormente mencionados y;
- Los bonos convertibles (C) serán adjudicados a ciertos acreedores no garantizados a cambio de una combinación de fondos nuevos a LATAM y de atender sus créditos, con sujeción a ciertas limitaciones y retenciones por los grupos que participan en el RSA.
Los bonos convertibles pertenecientes a las clases convertibles B y C se entregarán, total o parcialmente, en consideración de una nueva contribución de dinero por un importe total de aproximadamente US$4.640 millones totalmente respaldada por los grupos del RSA, sujeto a aprobaciones corporativas por parte de los accionistas que participan en el RSA.
● LATAM conseguirá US$500 millones en una nueva línea de crédito comprometida conocida como Revolving Credit Facility (RCF) y aproximadamente US$2.250 millones en financiamiento a través de nuevos recursos de deuda, ya sea mediante un nuevo préstamo a plazo o nuevos bonos.
● La empresa declara que usa y tiene la intención de utilizar el Capítulo 11 para refinanciar o modificar los contratos de arrendamiento previos al proceso, la línea de crédito comprometida RCF y la línea de motores de repuesto.
Sin cambios en la operación, flota y modelo de negocios
El plan de reorganización no implica cambios significativos en la estructura operacional y en el funcionamiento de la línea aérea. “Como lo han hecho a lo largo de todo el proceso, todas las empresas del grupo siguen operando en la medida en que las condiciones de viaje y la demanda lo permiten”, declaran desde LATAM.
En ese sentido, la línea aérea mantiene su proyección de recuperar el tamaño que tenían antes de la pandemia hacia 2024. El plan considera también temas de flota como los cambios realizados en modelo de negocios y productos que no se modifican. El plan de inversiones también sigue intacto.
LATAM asegura haber aprovechado bien la pandemia para continuar con sus reestructuraciones anteriores y conseguir el “efecto acordeón” esperado para la empresa. Con gran parte de costos flexibles, la línea aérea espera tener una capacidad más ágil para enfrentar los distintos ciclos económicos, tanto favorables como adversos.
“La pandemia y estar en el Capítulo 11 nos ha dado una posición ventajosa. Hemos reestructurado el 100% de nuestra flota. Todos los contratos han sido terminados y están incluidos en nuestro plan de negocios. La compañía tiene los aviones que necesita para poder acompañar la recuperación de la demanda”, sentencia Alvo.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano