Luego de permitir viajes a ciudadanos australianos y extranjeros con residencia permanente desde el 1º de noviembre, Australia continúa flexibilizando las restricciones de ingreso al país. A partir del 1º de diciembre, permite que los trabajadores calificados, viajeros por motivos laborales (como los programas work & holidays), estudiantes y migrantes calificados completamente vacunados puedan volver a entrar a Australia.
Según el Primer Ministro de Australia, Scott Morrison, los cambios en las políticas de frontera constituyen un hito importante después de dos años de severas restricciones. Cabe recordar que Australia, junto con Nueva Zelanda, mantiene unos de los cierres de fronteras más estrictos en el mundo, grupo al cual también pertenece hasta noviembre Chile.
Pese a los cambios, la flexibilización no aplica para todos los puntos de ingreso. Los ingresos libres de cuarentenas y exenciones para los viajeros calificados completamente vacunados aplican para Nueva Gales del Sur (Sydney) y Victoria (Melbourne) por tener las mayores tasas de vacunación. En otros Estados, las medidas siguen vigentes.
Con los cambios, Australia espera un flujo de 200.000 pasajeros llegando al país entre diciembre y enero. Además, de su certificación de vacunación, todas las personas deben presentar una prueba PCR negativa para COVID-19 realizada dentro de los tres días anteriores a la llegada. En ese sentido, los requisitos en Nueva Gales del Sur y Victoria son similares a los que posee los Estados Unidos desde el 08 de noviembre.
Los anuncios permiten apoyar la reconstrucción de la conectividad que están realizando las líneas aéreas en ese país. Por atender la mayor cantidad de vuelos internacionales, Qantas y Jetstar son las compañías más beneficiadas con la medida, pero en la industria reconocen que son buenas noticias para los operadores, comenzando por aquellos que no suspenden vuelos.
Desde el comienzo del cierre, 19 líneas aéreas continúan volando a Australia, pero con factores de ocupación bajísimos debido a las estrictas restricciones de viaje impuestas por el Gobierno de Australia. Según la Oficina Representante de las Líneas Aéreas Australianas (BARA, por sus siglas en inglés), muchos vuelos se realizan con una ocupación de 10 o 30 pasajeros en un avión de fuselaje ancho. Centre for Aviation (CAPA) indica que siete compañías operan entre abril 2020 y agosto 2021 sin pasajeros, transportando sólo carga en bellies (bodega en aviones de pasajeros).
Como resultado de las medidas unilaterales del gobierno australiano, las rentables operaciones internacionales hacia y desde Australia se vuelven antieconómicas. Por consiguiente, muchas compañías aéreas deciden salir del mercado. Las que se quedan son aquellas que cuentan con los recursos suficientes para sustentar la operación o tienen motivaciones específicas. Son las encargadas de transportar a los pocos pasajeros que se les permite salir o a los australianos repatriados. Entre julio 2020 y octubre 2021, llegan a Australia alrededor de 300.000 personas por avión.
El Gobierno de Australia defiende su estrategia “cero COVID-19”, pese a que indirectamente reconoce que es insostenible obligando a anticipar la apertura respecto a las fechas inicialmente previstas. Matizando un poco su política, apuesta ahora por una flexibilización gradual de las medidas.
“Creo que los australianos están muy interesados en que adoptemos este enfoque paso a paso”, señala el Primer Ministro. “Han pasado por muchas cosas y se han sacrificado mucho para garantizar que podamos abrir de forma segura y podamos permanecer abiertos”.
Actualmente, Australia cuenta con más del 85% de su población mayor de 16 años completamente vacunada contra el COVID-19.
Fotografía portada - Sydney Airport