La semana del Día de Acción de Gracias es uno de los periodos de mayor demanda de viajes en los Estados Unidos. Después de 20 meses de pandemia y una recuperación en curso, la aviación en ese país será sometida a una prueba. Como punto a favor está la rápida capacidad colocada por las líneas aéreas y el retorno de la demanda. En contra, destacan los focos de preocupación como los problemas operacionales reportados por algunas líneas aéreas, el stress de los viajeros y los pasajeros disruptivos.
La Administración de Seguridad del Transporte (TSA) espera que durante el periodo de viajes del Día de Acción de Gracias los filtros de seguridad de los aeropuertos procesen cerca de 20 millones de pasajeros. Esto se traduce a niveles muy similares a los de 2019 confirmando la recuperación de la demanda. La agencia asegura que todos los aeropuertos estarán llenos de personas. Ayer, martes 23, hoy miércoles 24 y el domingo 28 están considerados como los días más complejos.
“Los viajes pueden estar muy cerca de los niveles previos a la pandemia en estas vacaciones. Contamos con personal y estamos preparados para los viajeros. Hemos implementado tecnologías que mejoran las capacidades de detección y reducen el contacto físico, pero es importante que los pasajeros estén preparados con consejos de viaje para una experiencia más eficiente en los puntos de control”, dice David Pekoske, administrador de la TSA. “Con las tasas generales de vacunación mejorando en todo el país y una mayor confianza en los viajes saludables, habrá más personas viajando…”
En 2019, la TSA procesa 2,9 millones de pasajeros por día en los aeropuertos estadounidenses. El de mayor movimiento es el domingo después de las celebraciones cuando las personas regresan a sus hogares. Para 2021, no se espera que los niveles sean los mismos, pero si muy similares y significativamente superior a las semanas anteriores.
Para las líneas aéreas, el término de las restricciones, las vacaciones durante el verano del hemisferio Norte, la confianza de que la aviación es un medio de transporte seguro y la prácticamente ausencia de preocupación del viajero estadounidense por el COVID-19 a medida que avanza la vacunación, entregan perspectivas positivas para este periodo. Esto se confirma con que muchas personas buscan reanudar sus vidas lo que incluye las rutinas de viaje. Por el carácter de la festividad, los viajes familiares y V.F.R. (Visit Friends & Relatives) serán protagonistas.
Compañías aéreas como Delta Air Lines y United concuerdan con la TSA en las estimaciones de viaje. Ambas indican que los niveles de demanda podrían estar 10 o un pocas de puntos porcentuales por debajo de 2019, lo que es considerado como “normal” para el primer periodo de viajes post pandemia.
En Delta esperan transportar 5,6 millones de pasajeros en una semana. En comparación con 2020, se traduce en un crecimiento de 300%, pero se encuentra por debajo de los 6,3 millones de pasajeros que moviliza en 2019.
Por su parte, United asegura que podrá transportar 4,5 millones de pasajeros en la semana, lo que equivale al 88% de la cantidad de pasajeros transportados en la misma semana del Día de Acción de Gracias de 2019. La compañía tiene contemplado sumar 700 frecuencias adicionales con una operación al 87% de capacidad (ASM) respecto a los niveles previos a la pandemia.
El periodo de vacaciones del Día de Acción de Gracias si bien tiene una mayor incidencia en los vuelos domésticos, también impacta los vuelos internacionales. Muchas personas aprovechan este periodo también para viajar, especialmente ahora que las restricciones se reducen. Esto aplica para pasajeros desde los Estados Unidos como hacia ese país.
Problemas operacionales
Delta y United parecen ser las líneas aéreas mejor preparadas para enfrentar el periodo de alta demanda del Día de Acción de Gracias. El resto de las líneas aéreas enfrenta ciertas complicaciones operacionales con cancelaciones y demoras de sus vuelos. Los casos más emblemáticos son los de American Airlines y Southwest Airlines, pero en los últimos días también se reportan inconvenientes con Allegiant, JetBlue y Spirit Airlines.
Según el Washington Post (22/11/2021), un tercio de los vuelos de las líneas aéreas de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) en los Estados Unidos reporta demoras el domingo 21 de noviembre lo que sienta un precedente. En una respuesta a ese diario, Hillary Grey, vocera de Allegiant, asegura que no hay una sola causa que explique las demoras. “Fuertes vientos en Las Vegas, donde la compañía tiene una de sus principales bases, problemas del control de tráfico aéreo, meteorología adversa”, señala. JetBlue y Spirit no responden.
American Airlines y Southwest no tienen estimaciones de tráfico de pasajeros para este periodo. Se infiere que estas compañías no buscan generar expectativas considerando los numerosos problemas de cancelaciones que han tenido en los meses anteriores por una combinación de factores como la colocación más vuelos de los que realmente pueden realizar o acciones de fuerza con algunos empleados. Con un promedio entre 2.300 a 2.400 vuelos afectados en cuatro días, ambas compañías quieren reducir los impactos eliminando vuelos de los sistemas para asegurar una capacidad real a los pasajeros.
“Hemos dicho en numerosas ocasiones: la pandemia no tiene precedentes y es extremadamente compleja. Fue complicado entrar en ella y es complicado salir de ella”, dice Mike Van de Ven, director de Operaciones de Southwest Airlines.
Pasajeros disruptivos
Otras de las preocupaciones son el stress de las personas y los pasajeros disruptivos. Debido a las múltiples restricciones de viaje, la incertidumbre económica, mayores gastos y nuevas exigencias, las personas están sometidas a un alto nivel de stress que se manifiesta con el aumento de los pasajeros con mal comportamiento.
Entre enero y octubre, la TSA lleva emitidas más de US$1 millón de multas, la mayoría por agresiones a los tripulantes de cabina y la negativa de usar mascarillas a bordo. La Administración Federal de Aviación (FAA), menciona que hasta el 28 de septiembre de 2021, recibe 4.498 informes de pasajeros disruptivos a bordo. De estos, 3.274 corresponden a pasajeros que se negaron a usar mascarilla en cabina.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) asegura que el alza se debe a las cabinas de pasajeros con mayor ocupación, aumento de los controles de seguridad y los procesos por los que pasan los pasajeros previos al embarque: todos ellos- de alguna forma- aumentan la tensión y el estrés. Por otro lado, el alcohol también juega un rol de importancia: algunos viajeros consumen bebidas alcohólicas en los aeropuertos y suben al avión en estado de ebriedad y sin que la tripulación se dé cuenta.
Durante las últimas semanas, el número de pasajeros disruptivos viene en descenso. La FAA lo atribuye a las medidas de castigo impuestas. Sin embargo, también se puede atribuir al retorno a la normalidad, sumado a la sensación de reencuentro de las personas con sus familiares y amigos después de meses.
Scott Kirby, CEO de United, señala que ahora tienen apenas un incidente por no uso de mascarillas por cada 100.000 pasajeros transportados lo que se traduce en una reducción del 50% desde comienzos de año. “La forma en que llevamos a cabo nuestras operaciones ha tenido un impacto en el ambiente a bordo. Estoy muy orgulloso de nuestros asistentes de vuelo y del trabajo que hacen para reducir la escalada de situaciones en las que ocurren malos comportamientos”, dice.
La TSA señala que la mejor manera de asegurar un viaje sin problemas es llegar temprano a los aeropuertos y estar preparados. Se recomienda a los pasajeros dejar tiempo suficiente para estacionar autos o devolverlos en las zona de rent a car, trasladarse a la terminales, revisar su maleta y obtener su tarjeta de embarque.
“Recomiendo que los viajeros presten atención a la orientación que los oficiales de la TSA brindan en el punto de control”, agrega Pekoske. “Pueden estar dirigiéndote a una línea más corta o guiándote alrededor de alguien que se mueve lentamente. Y es posible que le estén dando algunos consejos que disminuirán la probabilidad de que necesite una inspección adicional”.
Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano