Al igual que el sector de las líneas aéreas, la aviación civil ve oportunidades de crecimiento en Colombia. La “migración” de operadores de nicho o dedicados al transporte aéreo regional a los vuelos comerciales regulares deja un “cierto vacío” que la aviación civil puede capturar en el corto plazo con aeronaves de menos de 20 plazas.
Dicha percepción nace de la transición que operadores de nicho realizan para atender el mercado regional de manera regular y competir con las principales líneas aéreas. La necesidad de disminuir los costos por asiento obliga a incurrir en aeronaves de mayor capacidad y con ello a cambiar un poco el modelo de negocios.
Un caso que ejemplifica esto es el de SARPA, compañía que comienza como ambulancia aérea y servicios chárter con equipos Embraer 120 o BAe J32, suma ahora equipos como los E145 para 50 pasajeros. El crecimiento de Easyfly también puede ser otro ejemplo, especialmente con la alianza que tiene con Avianca. También destaca la apuesta de las líneas aéreas regionales por rutas más intermedias de mayor demanda dejando atrás las específicas.
Con el crecimiento natural de las empresas aéreas, se abren espacios para la aviación civil, tanto con los operadores existentes que buscarán crecer como con el ingreso de otros nuevos. Este factor puede representar un impulso para el crecimiento del parque de aeronaves de menos de 20 asientos, tanto de equipos nuevos como de segunda mano, lo que también se traduce en un aumento de los vuelos de traslado o ferry como se los conoce en la jerga aeronáutica.
Ante la situación descrita, Colombia podría manifestar las dos tendencias que marcan al sector en el periodo de recuperación post crisis del COVID-19: una mayor demanda de aviones y la venta de aeronaves de segunda mano. Ambas están relacionadas con la necesidad de una renovación del parque de aeronaves privadas y por la llegada de nuevos usuarios.
En Colombia, la aviación civil es de vital importancia porque permite conectar de manera rápida localidades aisladas por la diversidad geográfica del país. Sin embargo, si para los operadores aéreos los costos de volar comercialmente aeronaves de menos 20 plazas se transforma un problema, otros actores con equipos adecuados pueden asumir esos espacios, especialmente cuando hay poblaciones a las cuales sólo se puede llegar en avión.
Para atender el crecimiento de la aviación civil, la demanda de aviones apunta con aquellas que tienen una mayor versatilidad y una buena capacidad de carga pago. Esto permite transportar una cantidad importante y realizar trabajos aéreos. Por las características de muchos aeródromos de pequeñas comunidades y lugares de difícil acceso, los equipos más solicitados son aquellos que pueden operar en todo tipo de pistas.
Los aviones privados más cotizados están los clásicos 172, 182, 206 y 210, según información de la industria. Todos destacan por ser equipos multipropósito con una buena capacidad de carga y características que les permiten operar en pistas no preparadas o de difícil acceso. También cuentan con similitudes entre ellos como su comodidad interior para distintos fines y ser fáciles de volar. Esto hace que a nivel de Sudamérica se vuelvan populares.
“Cada vez más los propietarios de aviones monomotores clásicos como el C172 o Piper PA28 están buscando un incremento de desempeño en velocidad, capacidad de carga y rango, pero manteniendo la línea clásica de aviones Cessna o Piper por su respaldo y seguridad que le otorgan están marcas a sus aviones”, comentan desde Ferrypilot, empresa destacada en el traslado de aviones. “Los aviones de 6 a 9 pasajeros, tanto monomotores como multimotores también se ha visto impulsada por el aumento de la conectividad a nivel regional”.
Tambien ddestacan otros modelos de aeronaves que resultan interesantes para este segmento. “Aviones con turbina, Beechcraft 1900, Cessna Caravan y los nuevos que Cessna está sacando”.
Si se confirman las perspectivas de crecimiento para la aviación civil colombiana, el país necesitará de una mayor cantidad de aviones de manera más o menos inmediata para satisfacer las necesidades. Si bien los aviones nuevos siempre suelen ser la mejor opción, los de segunda mano pueden ser el primer paso para atender los requerimientos.
“Existen mercados bastante grandes y fuertes en Sudamérica que hacen que los aviones puedan ser vendidos al exterior sin mayor problema”, agregan desde Ferrypilot. “De esta manera también se impulsará el traslado ferry de estos generando una red de comercio significativa”.
Por su ubicación geográfica estratégica en la región, Colombia puede beneficiarse del traslado de aviones nuevos y usados desde distintos puntos de una “manera más fácil”. Sin duda, esto también abre oportunidades de crecimiento con una demanda por satisfacer. Mientras desde el Norte están las entregas desde las fábricas, desde el centro y sur está la presencia de grandes mercados que pueden nutrir de aeronaves de segunda mano.
“Colombia es un punto intermedio, el cual ya ha sido usado por nosotros para hacer un vuelo Ferry de USA a Chile. Las pistas en Colombia satisfacen nuestras necesidades, la aeronáutica de ese país es bastante parecida a la de Chile en términos de seguridad y eficiencia”, explican desde la empresa basada en Santiago.
En términos generales, la revolución aérea que vive Colombia puede convertir en uno de los mercados más dinámicos e importantes de la región para todos los segmentos de la aviación. Desde los modelos tradicionales de líneas aéreas, pasando por los de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés), aviación regional y aviación civil. Con el transporte aéreo como medio fundamental de transporte y rutas cortas (diferencia de otros países de la región), las oportunidades están para fabricantes y operadores, pero también para los usuarios los grandes beneficiarios de una mayor competencia y alternativas.
Fotografía portada – Ferry Pilot