Chile flexibiliza restricciones de fronteras, pero preocupa el lento proceso de convalidación de vacunas

Aunque parezca insólito, los chilenos y extranjeros residentes en Chile recién volverán a poder salir libremente del país o conectar inmediatamente a un destino doméstico a su llegada. En una nueva actualización del plan “Fronteras Protegidas”, el Gobierno de Chile flexibiliza los requisitos de salida y de llegada a partir del 1º de diciembre de 2021. Sin embargo, las medidas continúan siendo confusas y sujetas al estado de vacunación de las personas, lo que sigue generando consternación por el lento proceso de convalidación realizado por el Ministerio de Salud.

A partir de diciembre, todas las personas chilenas y extranjeras residentes pueden volver a salir del país libremente ya que se derogan las restricciones vigentes a la fecha. De esta manera, no se exigirá Pase de Movilidad o tener un permiso especial de la autoridad estatal como requisito de salida. Las personas sólo deberán contar con cédula de identidad o pasaporte, además de la documentación exigida por el país y/o lugar de destino.

Para el ingreso a Chile, los viajeros chilenos y extranjeros con sus vacunas contra el COVID-19 homologadas, así como los extranjeros que cumplan con algún requisito del Decreto 102 del Ministerio del Interior deberán presentar sólo una prueba PCR negativa realizado como máximo 72 horas previas al último punto de embarque antes de llegar a Chile y la declaración jurada c19. Se consideran en este grupo a los menores de 6 años, independiente de su nacionalidad o estado de vacunación.

Sin embargo, las medidas varías para las personas con “Pase de Movilidad” y si posee o no la dosis de refuerzo. Si una persona cuenta con dicho documento que especifique que dispone su tercer esquema de vacunación contra el COVID-19, no tendrá que realizar el testeo PCR adicional a su llegada al país, así como la cuarentena obligatoria a la espera del resultado. Si sólo posee dos dosis de vacunación, continuará siendo sometida al doble testeo a la llegada (previo al embarque y en el punto de ingreso a Chile) más la cuarentena hasta que reciba el resultado.

Los extranjeros que ingresen a Chile, independiente de sus motivos, deben presentar una prueba PCR negativa tomada con 72 horas antes del último punto de embarque. Esta exigencia considera a menores sobre los 2 años. Además, deben presentar una declaración jurada c19, seguro médico de US$30.000 de cobertura para enfermedades asociadas al COVID-19 y la convalidación de su esquema de vacunación ante el Ministerio de Salud.

Si una persona no posee su esquema de vacunación no puede ingresar a Chile. Asimismo, quienes no cuenten con una vacunación homologada deberán someterse a prueba PCR a la llegada y realizar aislamiento, aunque el resultado del examen sea negativo. Por consiguiente, una persona queda privada de libertad aún estando sano.

Otras de las novedades importantes, es que a partir del 1º de diciembre, los viajeros podrán volver a conectar de manera inmediata a un destino doméstico una vez llegado del extranjero. Después de meses, la administración de Sebastián Piñera pone término a una de las medidas discriminatorias más cuestionadas y que carecen de sentido común, especialmente para quienes habitan en las regiones.

Desde el 1 de diciembre, quienes ingresen a Chile y hacen conexión a otra ciudad del país, podrán continuar su viaje hasta su destino y esperar el resultado de PCR en el destino declarado”, señala Lucas Palacios, ministro de Economía, Fomento y Turismo.

También quedan habilitados los aeropuertos de Arica, Iquique, Antofagasta, Santiago y Punta Arenas, para ingreso desde el extranjero. Sin embargo, las políticas de la actual administración continúan impidiendo que ciudades como Calama o Concepción recuperen la conectividad internacional conseguida en 2019. La autoridad informa también la habilitación de los pasos fronterizos terrestres de Chacalluta (frontera chileno-peruana), Colchane (chileno-boliviana) y Pino Hachado (chileno-argentina).

Si bien la flexibilización de las medidas de fronteras es valorada, para la industria de la aviación y de los viajes siguen condicionando la reactivación del país, por ser confusas, llegar “extremadamente tarde” en comparación con otros países, y muy especialmente, por el lento proceso de homologación de vacunas del Ministerio del Interior.

Distintos actores y representantes de la industria aérea y del turismo cuestionan las medidas del Gobierno de Chile por ser inentendibles para un país que destaca por ser líder mundial en vacunación contra el COVID-19 con más del 91% de la población inoculada, incluyendo con dosis de refuerzo. Por los excesivos y draconianos protocolos establecidos, el país también destaca por ser líder en restricciones.

Sus consecuencias se sienten con fuerza en la lenta recuperación de la conectividad aérea en comparación con países como Argentina, Brasil, Colombia, Ecuador, Panamá, Perú y Uruguay, y en la ausencia de turistas extranjeros que ante la burocracia excesiva, normas confusas y la lenta convalidación de vacunas, prefieren visitar otros países de la región o simplemente suspenden viajes.

Según Hernán Passalacqua, director ejecutivo de Fitzroy Tourism & Real Estate, proyecta pérdidas por US$1.200 millones producto de la homologación de las vacunas. En una columna publicada en diario “El Mercurio” señala que Chile es el único país en el mundo que exige la convalidación de vacunas para poder ingresar. En su opinión, la apertura de fronteras ha generado falsas expectativas y al igual que la industria aérea considera que las medidas generan “un daño económico transcendental” y una pérdida de la imagen país.

Según Lorena Arriagada, secretaria general de la Asociación Chilena de Empresas de Turismo (ACHET) el plan de Fronteras Protegidas orientado a flexibilizar el ingreso y salida de Chile no ha generado los resultados. El lento proceso de homologación de vacunas que puede demorar más de 30 días o incluso llegar a alrededor de 60 días dejan a Chile afuera de cualquier circuito mundial de los viajes. Agrega que las líneas aéreas, las agencias de viajes, los hoteles, los operadores turísticos, entre otros sectores, observan con extrema preocupación las consecuencias de las medidas extremas impuestas por la autoridad.

Ante los numerosos cuestionamientos que se realizan al Gobierno de Chile, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, responde sólo de manera genérica, pero evita dar soluciones al respecto. “Se está trabajando para agilizar el proceso de validación de vacunas, en cuanto a la mejora de procesos, información a viajeros y la incorporación de personal y mayor tecnología”, señala. No precisa fechas ni plazos para una mejora.

Fotografía portada – Ricardo J. Delpiano

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