Por todos los procesos de transformación que implica, la emergencia del cambio climático es considerada uno de los desafíos más importantes para la industria aérea. En sintonía con los compromisos auto impuestos que buscan llegar con cero emisiones netas de CO2 a 2050, Air France – KLM Group presenta una trayectoria de descarbonización del grupo.
El plan considera tres ejes fundamentales de carácter gradual y en línea con la estrategia aceptada por la industria aérea global. Además, considera un involucramiento de todos los sectores para desarrollar soluciones innovadoras en distintos ámbitos y procesos de la aviación que generen emisiones contaminantes.
El primer paso es la renovación de flota. Se trata de un proceso ya en marcha con el retiro de aeronaves más antiguas y menos eficientes y su reemplazo por otras nuevas destacando la llegada de los Airbus A220-300, el A350-900 y Boeing 787-9/-10 con inversiones por alrededor de US$2.500 millones. El plan busca dotar en el corto plazo de nueva generación de aviones que emitan entre un 20% a 25% menos de CO2. Actualmente, el holding está evaluando los reemplazos para los A320, A321 y B737 Next Generation (-700/-800/-900/-900ER) y en un futuro para las familias A330 y B777.
La segunda etapa considera el uso de los combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés). Estos son de carácter no fósiles y se producen a partir de desechos industriales o domésticos en una economía circular y no compiten con la cadena alimentaria humana. Air France – KLM Group declara ser pionera en el uso de estas fuentes de energía, y a su juicio, tienen un “papel clave” en la descarbonización de la aviación porque reducen en un 80% las emisiones de gases de efecto invernadero. Una de las acciones relacionadas con este tema es hacer que los SAF sean más accesibles tanto en cantidad como en precio.
Finalmente, la última etapa es lograr una mayor eficiencia de las operaciones aéreas. El proceso involucra un trabajo conjunto con las autoridades aeronáuticas y proveedores de servicios de navegación aérea (ANSP) de distintos países para desarrollar rutas aéreas más directas y procedimientos que reduzcan el consumo de combustible, principalmente en rodaje en los aeropuertos, fases de ascenso y aproximación (descenso continuo). Air France – KLM Group tienen como objetivo lograr la neutralidad de carbono para las operaciones terrestres para 2030.
Con el objetivo de asegurar un proceso transparente y responsable frente a los desafíos del calentamiento global, el holding franco-holandés se compromete a que sus objetivos de reducción de emisiones de CO2 sean validados por SBTi, fundado por Carbon Disclosure Project (CDP), el Pacto Mundial de las Naciones Unidas y el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF). SBTi evalúa y verifica los objetivos de reducción de CO2 de las empresas basándose en un enfoque y criterios científicos. De esta manera, se asegura que los objetivos sean compatibles con el Acuerdo de París que tiene por objetivo limitar el calentamiento global a muy por debajo de los 2°C.
“La emergencia climática es el mayor desafío al que se enfrenta nuestra industria en la actualidad. Todos los empleados del grupo y sus empresas llevan muchos años tomando medidas para reducir su huella medioambiental, pero hoy necesitamos acelerar nuestra transición hacia un transporte aéreo más sostenible”, dice Benjamin Smith, CEO de Air France – KLM Group.
Para el directivo, el compromiso firmado con SBTi demuestra la voluntad de la compañía para alcanzar los objetivos planteados en materia de reducción de emisiones dentro de un marco científico, exigente y realista. “Firmamos este compromiso porque confiamos en nuestra capacidad para llevar con éxito esta transición, con nuestros empleados, nuestros clientes y todos nuestros socios”, añade.
Fotografía portada - Air France