Considerando su situación actual como empresa y las necesidades de contar con una flota eficiente para los próximos años, Avianca determina que el Boeing 787-8 será la aeronave que equipará la flota de fuselaje ancho. Las razones son su eficiencia operacional, aporte a una mayor rentabilidad y una huella ambienta reducida.
“Uno de los objetivos estratégicos de Avianca es simplificar su flota y aumentar la eficiencia; la selección del 787-8 como el único tipo de avión para vuelos de larga distancia es un paso relevante hacia este objetivo”, explica Rohit Philip, CFO de Avianca.
En medio de las negociaciones con los proveedores dentro del marco que impone el Capítulo 11, Avianca confirma haber alcanzado acuerdos con Boeing y Rolls Royce, las empresas de leasing y otras instituciones financieras para continuar operando los B787. “Gracias a la apertura y diálogos constructivos con Boeing, Rolls-Royce, arrendadores e instituciones financieras, estamos orgullosos de poder confirmar que continuaremos operando el Dreamliner, un avión excepcional que, dadas sus capacidades, características, eficiencia y confort es el mejor para nuestra empresa y para nuestros clientes”, añade el ejecutivo.
En su análisis, Avianca determina que las razones para preferir al B787-8 por ser una aeronave de vanguardia que brinda soluciones a largo plazo tanto para los vuelos de larga distancia como algunas rutas medias de alta densidad. Además, es una aeronave que los pasajeros valoran por el ambiente de su cabina, aspecto destacado en los vuelos de larga distancia. Otro punto considerado está el impacto medioambiental al proporcionar ahorros de un 20% en comparación con aeronaves de similar capacidad más antiguas y menos eficientes, la reducción de emisiones y ruido.
Considerando los factores mencionados, más las características técnicas del avión en términos de alcance, capacidad de carga de pago, rentabilidad y apoyo técnico operativo, la línea aérea concluye que el B787-8 será un aporte importante para lograr mejores resultados financieros hacia el futuro. “La aeronave proporciona una capacidad de carga superior, mayor eficiencia de combustible y más asientos, lo que mejora la contribución de la flota de fuselaje ancho a los resultados finales de la aerolínea”, señalan.
“Nos gustaría agradecer a Avianca por su constante compromiso con el B787 Dreamliner. El avión, y su rendimiento económico y medioambiental de vanguardia, servirá bien a Avianca en su crecimiento durante la recuperación del mercado que tiene por delante”, explica Ricardo Cavero, vicepresidente de Ventas de Boeing Commercial Airplanes para Latinoamérica y el Caribe.
Por su parte, Ewen McDonald, CCO de Rolls-Royce Civil Aerospace, resalta la capacidad de alcanzar acuerdos entre las líneas aéreas y los proveedores, como los de motores, para minimizar el impacto de la pandemia del COVID-19 en la aviación y gestionar soluciones beneficiosas para todas las partes. “Estamos encantados con la decisión de Avianca de mantener el 787 con motor Rolls-Royce Trent 1000 y esperamos trabajar juntos durante muchos años más”, dice.
Como consecuencia, Avianca comienza a retirar gradualmente toda su flota de Airbus A330-200. Esta aeronave llega a la compañía como reemplazo de los B767-200ER/-300ER y crecimiento de capacidad en todas las rutas de larga distancia y medias de alta densidad. Si bien desde un comienzo el B787-8 está llamado a reemplazar al A330-200, hasta la llegada de la pandemia ambas aeronaves funcionan de manera complementaria Durante un corto periodo de tiempo, la línea aérea colombiana también suma dos A330-300 para rutas de mayor densidad, equipos que hoy ya no están en la flota. Con la necesidad de Avianca de reorganizarse bajo el Capítulo 11, se infiere que la pandemia del COVID-19 acelera un proceso previamente contemplado.
De acuerdo con datos de la industria, Avianca Holdings dispone de seis A330-200 de los cuales cuatro están activos y otros dos detenidos. El holding llega a tener hasta 14 aparatos de este modelo utilizados por Avianca y Avianca Brasil. Sólo la filial Avianca Cargo continuará su uso con el A330-200F.
Si bien el anuncio de la selección del B787-8 como avión único para la flota de larga distancia de Avianca está considerado con anterioridad, es sorpresivo ya que en la trastienda se informa la posibilidad de que el A330-200 continuaría en la flota. Información cercana a la compañía indican que incluso algunas tripulaciones habían sido transferidas desde la flota B787 a la de A330 asegurando la continuidad de la aeronave.
De esta manera, la flota futura de Avianca quedará conformada por equipos ATR 72-600 para vuelos regionales, la familia A320neo para rutas medias (domésticas e internacionales) y los B787-8 para rutas de alta densidad y de larga distancia. Actualmente, la compañía cuenta con 14 B787-8 en su flota de los cuales cuatro están en servicio.
Al anunciar la selección del B787-8 como flota única de larga distancia, Avianca confirma que los aviones serán sometidos a un retrofit de la cabina Economy con el objetivo de actualizar el producto. “Esperamos mantener nuestras sillas en cabina ejecutiva, apuntando a los clientes que vuelan por negocios, mientras rediseñamos el resto del avión con asientos de última generación durante los próximos 18 meses”, asegura el CFO de la compañía.
Fotografía portada - Simón Blaise