Resaltando las acciones emprendidas por Vinci Airports en Francia y las gestiones gubernamentales para hacer de Chile un país carbono neutral en 2050, el Ministerio de Energía y Minería, junto con Nuevo Pudahuel, anuncian su compromiso para analizar iniciativas que permitan en un futuro cercano utilizar el hidrógeno verde como combustible de aeronaves. De esta manera, el aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago podría convertirse en el primero de América Latina en usar estas fuentes de energía.
“Chile construye su “pista de aterrizaje” para la transformación del hidrógeno verde como una de las principales fuentes de energía”, es el eslogan que resume el encuentro entre el biministro de Energía y Minería de Chile, Juan Carlos Jobet, y el gerente general de Nuevo Pudahuel, Xavier Lortat-Jacob para abordar los desafíos en la materia. La idea es reunir los mejores esfuerzos de ambas partes para avanzar de manera rápida hacia una descarbonización de la aviación.
Por parte de Chile, destaca el proyecto de hidrógeno verde más grande de Latinoamérica que se construye en la Región de Magallanes y la Antártida Chilena, el desarrollo de la primera molécula de hidrógeno verde para la minería y el proyecto para inyectar hidrógeno en las redes de gas. Desde el Gobierno de Chile, resaltan que el país se encuentra a la vanguardia mundial en el desarrollo de esta nueva industria.
Desde el ámbito aeroportuario, Vinci Airports se asocia con Airbus y Air Liquide para promover el uso del hidrógeno, especialmente en los aeropuertos, con el fin de atender a las futuras aeronaves que utilizarán este tipo de energía. El aeropuerto de Saint Exupéry de Lyon es la terminal aérea piloto para ensayar distintos tipos de innovaciones aeroportuarias y, por consiguiente, es el escogido para el proyecto con tres fases de desarrollo. La primera etapa es la instalación de una estación de distribución de hidrógeno para vehículos terrestres del aeropuerto y otros proveedores en las terminales. La segunda etapa es la construcción de infraestructura para el hidrógeno líquido, mientras que la tercera guarda relación con el despliegue de infraestructura para asegurar su distribución masiva.
“Con este anuncio, las líneas aéreas que operen en Chile podrán usar hidrógeno verde”, destaca el biministro Jobet. “Chile sigue avanzando en el desarrollo de la industria del hidrógeno verde. Este es un nuevo hito que se suma al proyecto más grande de Latinoamérica, la producción de la primera molécula para uso en minería y el anuncio de la inyección de hidrógeno en las redes de gas domiciliario”.
Entre paneles solares, el biministro de Energía y Minería, indica que durante este año, Chile logra avanzar de manera importante en la materia. Como ejemplo, señala los siete acuerdos firmados a la fecha con países como Alemania, Francia y el Reino Unido.
En su compromiso con la descarbonización de la aviación, Vinci Airports junto con Airbus y Air Liquide señalan que estudiarán la posibilidad de equipar toda la red de aeropuertos Vinci con instalaciones para la producción, almacenamiento y suministro de este combustible de aviación sostenible (SAF) para su uso en tierra y en los aviones. En ese sentido, 77 terminales aéreas podrían verse beneficiadas con el desarrollo de este tipo de innovaciones, incluyendo Santiago, siempre y cuando se mantenga dentro de la red.
“Una vez más demostramos que somos los mejores socios del transporte aéreo no sólo en conectividad, sino que también en promover nuevos carburantes como el hidrógeno verde, que será para Chile en el futuro lo que hoy es el cobre”, comenta Xavier Lortat-Jacob, gerente general de Nuevo Pudahuel. Resalta que ya se están implementando carburantes bio-sostenibles para los aviones en el aeropuerto Gatwick en el sur de Londres.
Otra iniciativa desarrollada es un fondo creado por Air Liquide, Total Energies y Vinci Airports, entre otras compañías, para implementar soluciones de infraestructura de hidrógeno limpio. El objetivo es acelerar el crecimiento del ecosistema de SAF invirtiendo en grandes proyectos estratégicos y aprovechando la alianza de actores industriales y financieros. El fondo pretende alcanzar los €1.500 millones y a la fecha logra compromisos iniciales por €800 millones.
La aviación genera aproximadamente 3% de las emisiones contaminantes. Sin embargo, pese al escaso porcentaje en comparación con otros sectores, es la única industria con un compromiso autoimpuesto para lograr las cero emisiones netas para 2050. Recientemente, en la Asamblea General de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), la industria aérea aprueba una resolución en la que se compromete con el objetivo planteado el cual está en línea con lo estipulado en el Acuerdo de París para que el calentamiento global no exceda los 1,5ºC.
En la resolución se establece una “hoja de ruta” gradual para lograr el compromiso asumido. En primer lugar, se debe trabajar con la implementación de los SAF para luego invertir en nuevas tecnologías para generar cambios operacionales, proceso que debe estar acompañado por un desarrollo armonioso de la infraestructura. Como última etapa está el desarrollo de nuevas fuentes de energía como la eléctrica y el hidrógeno.
Para la industria, el rol de los Gobiernos es estratégico para conseguir una aviación sostenible. Por un lado, deben generar las políticas públicas necesarias para implementar las distintas soluciones presentadas. Por otro, crear incentivos para la producción y así aumentar la oferta y reducir los costos.
Consultado por Aero-Naves al respecto, el biministro Juan Carlos Jobet, señala que la regulación es algo esencial, además de indicar que el Gobierno de Chile está desarrollando varias medidas que debieran asegurar el uso de combustibles como el hidrógeno. “Hemos avanzado con SERNAGEOMIN para regular el uso del hidrógeno en el sector minero y con la SEC para probar proyectos piloto en sectores eléctricos y de combustibles”, dice. “También estamos en proceso de entregar US$50 millones de subsidios a través de CORFO para desarrollar proyectos y cerrar la brecha entre el precio y el costo que tienen sus substitutos como el petróleo, carbón y gas”.
Jobet agrega que Chile está trabajando con el Banco Mundial para generar un nuevo mecanismo de proyectos de financiamiento de proyectos en Chile. “Esperamos que puedan ser de US$100 millones para partir”. Otra acción encaminada es el establecimiento de una comisión de expertos con economistas para recomendar una trayectoria de precios de carbono para “nivelar la cancha” entre el hidrógeno verde y los combustibles fósiles sustitutos.
Fotografía portada - Nuevo Pudahuel