Arrivederci Alitalia: tras 74 años deja de operar

El cierre, que por tanto años amenaza la continuidad de la compañía, finalmente se concreta. Ayer, el vuelo AZ1586 en la ruta Cagliari – Roma marca la última operación de Alitalia, línea aérea que después de 74 deja de existir. Si bien Italia Transporto Aereo (ITA) intentará heredar su legado, se trata de una compañía pública totalmente distinta de su antecesora. Por consiguiente, la emblemática línea aérea italiana -que por años es símbolo de la aviación de ese país-, oficialmente deja de existir.

Más de siete décadas de progresos y adversidades marcan la historia de Alitalia, que a pesar de contar con una fuerte injerencia del Estado, no logra salir adelante. Sus enormes pasivos, los fracasos en la gestión, tanto pública como privada, que obligan a la necesidad de requerir numerosos rescates y ayudas, que aún siguen comprometiéndola, obligan a crear una nueva empresa para intentar salvar parte de las fuentes de trabajo y la conectividad esencial del país. De acuerdo con los últimos datos disponibles, se reportan más de €1.800 millones de pérdidas para la administración pública.

Por lo mismo, dirigentes gremiales no escatiman esfuerzos al culpar al Estado de la situación que enfrentan. ITA apenas funcionará con 3.000 personas en lugar de los 11.000 empleados y menos de la mitad de la flota de la Alitalia original.

“Gracias a una política italiana que no nos ha ayudado y a unos dirigentes incompetentes”, dice Simonetta, una trabajadora de la compañía de 35 años, según cita Reuters (14/10/2021). “Hemos protestado pero no nos han escuchado”. Otro compañero, califica el cierre de la línea aérea como “un desastre social”.

Alrededor 8.000 personas de la ya extinta empresa están con medidas de fuerza en Roma y otras partes de Italia a la espera de una solución bajo un escenario global poco auspicioso, producto de la crisis derivada del COVID-19 y por todo el proceso de modernización y búsqueda de eficiencias en la industria. La inseguridad en los profesionales más jóvenes es uno de los temas que más preocupan, precisamente por la falta de posibilidades de reinserción laboral en el rubro.

Así, para muchos, el fin de Alitalia es el fin de sus sueños en la aviación. Sólo el crecimiento de ITA podría abrir una ventana de oportunidades en el corto o mediano plazo. Cabe recordar que Italia ya vive el cierre de Air Italy, que llega a ser el segundo operador del mercado. El resto de las compañías son más pequeñas dedicadas a segmentos de nicho como vuelos chárter o las filiales de las líneas aéreas de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) como easyJet o Ryanair.

Compartiendo las opiniones de muchos empleados en la industria aeronáutica italiana también ven el cierre de Alitalia como un fracaso como país. Primero, porque es el propio Estado que no es capaz de solventar su propia línea aérea con todos los recursos que dispone, por ser también el gestor de condiciones adversas para su funcionamiento. Por parte de la administración privada, también hay responsabilidades por los malos manejos y decisiones poco favorables.

Alitalia nace en 1946 con el nombre Alitalia Aviolinee Italiene como una empresa mixta. Los vuelos oficialmente se inician al año siguiente conectando Roma, Turín y Catania con equipos cedidos de la Fuerza Aérea Italiana tras el término de la Segunda Guerra Mundial. Antes que termine la década de 1940, la red se extiende hacia África y el Medio Oriente conectando ciudades como Trípoli o El Cairo. También Europa comienza a recibir los vuelos de la empresa y con la llegada de aviones de mayor alcance, los vuelos a Sudamérica con Río de Janeiro, Sao Paulo, Montevideo y Buenos Aires como los primeros destinos.

La llegada de los Convair 340, Douglas DC-6 y McDonnell Douglas DC-8 permiten mejorar el producto a bordo y la red la compañía, especialmente en vuelos intercontinentales. América y Asia son las regiones más favorecidas con la llegada de nuevo material. Precisamente, el aterrizaje de Alitalia en Santiago de Chile y en Nueva York en la década de 1960 es producto de ese progreso que continúa con la incorporación de los DC-9 y los Boeing 727-200 Adv. En las décadas posteriores se suman los B747-200, Airbus A300, Mc Donnell Douglas DC-10-30 y los MD11, que tras los retiros de los emblemáticos “jumbos” se convierten en el símbolo aeronáutico de la empresa.

Mc Donnell Douglas MD-11 en Santiago en la década de 1990. Fotografía - Alejandro Ruiz

La situación adversa de Alitalia comienza a manifestarse en la década de 1990 cuando se intenta vender la compañía a Air France que no se llega a concretar. Con una situación agravada, se intenta un nuevo proceso de fusión en la década de 2000 con Air France – KLM Group, pero que tampoco prospera luego de que Silvio Berlusconi no garantiza que la oferta realizada por el consorcio se materializaría. Finalmente, se apuesta por una privatización que incluye al grupo Benetton, más una fusión con Air One dando como resultado Compagnia Aerea Italiana (CAI) donde Air France – KLM Group participan con un 23% del capital.

Sin embargo, esta situación tampoco logra mejorar el escenario financiero. Tras una recapitalización en 2013, el emirato de Abu Dhabi a través de Etihad Airways compra el 49% de Alitalia prometiendo un plan de reestructuración a tres años que no llega a materializarse por la fuerte oposición de los empleados porque amenazaba las fuentes de trabajo.

La incapacidad de materializar el plan de negocios y las constantes pérdidas hacen que las autoridades del emirato soliciten los retornos a la inversión y obligan a Etihad a revisar su plan global, incluyendo la administración de Alitalia. Así, en mayo de 2017 se aprueba una administración extraordinaria que marca el retorno del Estado italiano en la empresa con numerosos aportes públicos financieros que son objeto de revisión por parte de la Unión Europea.

Tras la imposibilidad de seguir otorgando más ayudas públicas directas se establece la fórmula de crear una nueva empresa aérea (ITA) que intentará continuar con el legado de Alitalia, siempre y cuando, adquiera en licitación pública distintas unidades de negocio y la marca. Afortunadamente, ITA inicia sus operaciones hoy 15 de octubre con un acuerdo para el uso temporal de la marca de su antecesora.

Son tres factores los que permiten entender la compleja situación financiera de Alitalia. En primer lugar, su incapacidad para adaptarse a través del tiempo lo que hace quedar atrás frente a los cambios de sus competidores con un incremento de costos mientras toda la industria apunta a la reducción de estos. Luego, está el ingreso y establecimiento de las LCC en los aeropuertos estratégicos de Alitalia como Roma (FCO) y Milán (MXP/LIN). Y finalmente, la intransigencia de los gremios aeronáuticos y la alta conflictividad al interior de la empresa que impide la ejecución de reformas estructurales que todos los operadores privados buscan.

Fotografía - Ricardo J. Delpiano

Alitalia, símbolo de un país

Como su nombre lo indica, Alitalia es las alas de Italia en el mundo. Precisamente, ese es el motivo bajo el cual se entienden todas las operaciones de la compañía desde sus orígenes hasta el cierre. Precisamente, las distintas administraciones califican al componente étnico como el factor geográfico para el desarrollo de rutas como las que conectan Buenos Aires (EZE), la más rentable de toda la red, Nueva York (JFK), Sao Paulo (GRU), Caracas o Santiago de Chile.

Por distintas décadas, la línea aérea destaca por su calidad de servicio y la atención como un reflejo propio de la cultura italiana. Los vinos, la gastronomía, los colores en los aviones e interiores, los glamorosos diseños de sus tripulantes son algunos aspectos característicos que se transforman en los preferidos de los pasajeros.

Como símbolos de masividad e integración, aviación y música en Alitalia se hacen presenten a lo largo de la historia de la compañía. Como no recordar, la participación de la cantante Rafaella Carrá en comerciales de la línea aérea desde fines de la década de 1980 o la canción “Volare” en el resurgir de la firma bajo Etihad en la campaña "Made of Italy"

Sin embargo, probablemente entre las acciones más emblemáticas están ser la línea aérea oficial del Sumo Pontífice de la Iglesia Católica. Desde que Juan Pablo II inaugura los “viajes papales”, Alitalia transporta al Papa en todos sus viajes saliendo de Roma. Sin embargo, su sucesor Benedicto XVI también rompe en parte con esa tradición al utilizar otras líneas aéreas para los viajes pontificios.

Fotografía portada - Alitalia

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