A partir del 01 de noviembre, el documento obligatorio C19 que establece el Gobierno de Chile para controlar el movimiento de personas entre regiones del país deja de existir. Será reemplazado por el “Pase de Movilidad”, otro documento que se otorga a las personas que tengan su esquema de vacunación completa contra el COVID-19. Según el Ministerio de Salud, será obligatorio para viajar en avión o bus, por lo que se concluye que sólo las personas vacunadas podrían hacerlo. Una nueva y abierta discriminación de la autoridad hacia la población.
Siguiendo el actuar de la administración de Sebastián Piñera, las medidas impuestas siguen siendo confusas y con varias imprecisiones que pueden derivar en errores de interpretación. Para muchos, se resume en una permanente “letra chica” característica del accionar del gobierno. A la fecha, todavía no existe claridad al respecto dado que sólo la autoridad se limita a indicar la aplicación del uso, pero no la forma. Sólo se limita a indicar que será “anunciada próximamente”.
“El Pase de Movilidad seguirá otorgando mayores libertades y la diferenciación de aforos en reuniones particulares y espacios públicos. Además, desde el 1 de noviembre, se exigirá Pase de Movilidad propio para los mayores de 12 años y habrá restricciones en transporte público interurbano como buses y aviones”, indica el Ministerio de Salud.
A pesar de que Chile cuenta con más del 91% de la población completamente vacunada contra el COVID-19, es uno de los países más restrictivos del mundo. Recién abre parcialmente las fronteras sólo para vacunados, pero sujeto a una estricta cuarentena con vigilancia del Estado que se elimina el 01 de noviembre, sólo hasta que la persona reciba el resultado negativo de la prueba adicional PCR que se le hace al ingreso al país. En la vida diaria, hay restricciones de aforos y otras condicionantes que depende si la persona cuenta o no con “Pase de Movilidad”.
En la práctica, lo que dice Salud y el propio Gobierno de un retorno a las libertades no existe. Se trata de una libertad condicionada que continúa afectando la vida de las personas. A diferencia de otros países, la vacunación -si bien es la herramienta para salir lo más rápido posible de la crisis- no se traduce en un regreso a la normalidad tal como se promete. Por consiguiente, es un incumplimiento de las autoridades.
Varios sectores han manifestado sus cuestionamientos a la forma como las autoridades intentan hacer uso del “Pase de Movilidad”. Uno de los primeros que levanta la voz son los buses por la dificultad que existe para implementar una medida de estas características, ya que obligará a dejar a pasajeros aún cuando estos en su libre ejercicio tienen derecho a viajar.
Lo anterior es confirmado por Paula Daza, subsecretaria de Salud Pública, una de las promotoras de esta medida. "Si hay personas que no cuentan con el Pase de Movilidad, por ser una persona con más riesgos de contagiar o contagiarse, el aforo ya sea en bus o avión va a ser menor", dice, según cita T13 (28/09/2021).
En la industria aérea cuestionan también la medida. La consideran una mala e impracticable política tanto por el mecanismo de implementación como por el fondo. En lugar restaurar la libertad se continúa limitándola, afectando a la población y creando barreras para la reactivación. Además, atentan en contra de lo legal.
Consultado por Aero-Naves, durante la Asamblea General de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), Roberto Alvo, CEO de LATAM Airlines, señala que es una política adversa. “Son medidas que no tienen lógica y no hay manera adecuada de implementarlas”.
Desde su perspectiva, las intenciones del Gobierno de Chile al respecto es una mala política que atenta contra las personas que no pueden o no quieren vacunarse como hacia aquellas que si están vacunadas.
“Imagínate que una persona no vacunada decide comprar un ticket. Legalmente, nosotros no podemos negar la venta. Si pasa lo del “Pase de Movilidad” y limitar los aforos en los aviones, ¿vamos a tener que bajar pasajeros que están vacunados para que vuele el pasajero no vacunado?”, cuestiona el directivo de la principal línea aérea en Chile y la mayor compañía aérea de América Latina.
La implementación de esta medida representa un daño a la reactivación de la industria aérea, carente de cualquier ayuda del Estado y afectada por numerosas restricciones que en Chile continúan. Tiene complicaciones operacionales, ya que ante la posibilidad de tener que modificar los aforos en los aviones y bajar los pasajeros afectaría la regularidad de las operaciones, las salidas a tiempo, los turn around de los aeropuertos e incluso los derechos que tienen las personas a desplazarse libremente.
“Creemos y compartimos que se generen medidas de incentivo para la vacunación para volver a la normalidad lo más rápido posible. La vacunación es la manera y la industria siempre va a estar dispuesta a aportar desde su rol con medidas posibles e implementables que no afecten a la demanda”, puntualiza Alvo.
“Una industria no se puede sostener con sólo los pasajeros vacunados. Tenemos que encontrar mecanismos alternativos para los no vacunados como PCR o pruebas de antígenos. Por personas médicas o de salud habrá personas que no van a poder vacunarse. Por lo tanto es importante que el gobierno chileno tenga un plan e implementación para mejorar los protocolos que se van a implementar”, dice Peter Cerdá, vicepresidente de IATA para las Américas.
Desde el gremio que representan a 290 líneas aéreas en todo el mundo responsables del 82% del tráfico mundial de pasajeros, indican que las alternativas a las vacunas para los viajes son las pruebas PCR y en especial antígenos. No obstante, sus indicaciones son sólo para los vuelos internacionales, no para los domésticos.
Ningún país coloca restricciones de pruebas de salud para viajar dentro de su propio territorio. En el Perú y en los Estados Unidos se intentan colocar estas medidas que no llegan a prosperar. En el primero, por ser una barrera económica de entrada para el libre desplazamiento de las personas y en el segundo no se llega a implementar por oposición de gremios aeronáuticos dado que la medida crea barreras económicas para viajar y amenaza la continuidad de los puestos de trabajo.
Un reciente estudio de IATA, indica que la mayoría de los viajeros en el mundo considera inmoralmente es moralmente incorrecto restringir los viajes a sólo quienes están vacunados. Si los Gobiernos decidan adoptar este tipo de medidas discriminatorias, deberían existir alternativas para quienes no pueden o no quieran vacunarse. Más del 80% de los encuestados cree que las pruebas antes de viajar en avión deberían ser ese tipo de alternativa, pero serían los Estados que las deben financiar.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano